Aldo Miyashiro: «La pandemia ha desnudado lo que no queríamos ver del Perú, un país triste»

Aldo Miyashiro

Si hay alguien que no ha dejado de ayudar durante este último año, es Aldo Miyashiro. El actor, director y guionista, se ha encargado de involucrarse de forma activa apoyando obras sociales a favor de esa parte de la población del Perú que padece día a día los estragos ocasionados por la pandemia.

Aldo Miyashiro conversó con Magacín 247, a propósito de su recuperación del Covid-19 y el compromiso que tiene con la ayuda social. Además, nos reveló su fórmula para alcanzar el éxito en sus proyectos y su secreto para conservar su matrimonio de 15 años con la actriz Érika Villalobos.

Aldo, desde que empezó la cuarentena te has comprometido de forma activa a la ayuda social, ¿Qué has podido descubrir en todo este tiempo?

Descubrí que en el país hay muchísima pobreza, que hay gente que en el día es más feliz si puede comer, que hay muchos lugares sin agua y sin servicios básicos, que en este momento se requiere muchísimo oxígeno, que hay muchos extranjeros en el país sufriendo por no poder trabajar y por no poder tener la capacidad de llevar alimentos a su casa. He descubierto un país muy triste, quizá la pandemia ha desnudado lo que no queríamos ver y la única forma de contrarrestar eso es la solidaridad, ayudarnos y estar juntos para poder conseguir objetivos.

¿Esto te ha motivado a continuar involucrándote en las obras sociales que realizas?

Sí, claro. Te soy sincero, el 2020 fue un año muy intenso, dije se acabó, hemos trabajado lo más que hemos podido trabajar y deseé que el 2021 fuese un año mejor y podamos descansar un poco y hacer el programa normal que hacemos siempre. Regresamos y el año es peor, es aún peor, más grave, más dramático y requiere más ayuda, así que tuvimos nuevamente que reengancharnos, llamar a todos los que estábamos trabajando y comenzar de cero otra vez.

Recientemente pasaste por un episodio difícil en tu vida, al enfrentar el Covid-19, ¿Cómo te sentiste en ese momento?

Cuando te pasa, sientes muchísimo miedo, te sientes muy inseguro, te preocupas muchísimo porque no sabes cómo va a reaccionar tu cuerpo o qué es lo que va a pasar. Yo tenía que meter el dedo en el oxímetro varias veces al día y cada vez que me tocaba lo hacía con muchísima angustia, pensando que podría marcar 90 u 89 y tendría que ir volando a una clínica. Me preocupaba mucho por mi familia, que no les pasara nada, es horrible y triste, me tocaron unos síntomas muy pesados, leves, para lo que es esta enfermedad, pero con mucha fiebre, con dolores musculares, dolor de cuerpo, espalda, muy fuertes.

Te hace reflexionar porque uno a la vida se le pasa pidiendo y pidiendo cosas y cuando estás enfermo, lo único que quieres es estar sano. Me pasó eso y te genera un ejercicio de humildad y puedes ver que todos somos muy vulnerables.

Nos dimos cuenta de que la salud es lo más importante…

Sí, claro, ahorita un balón de oxígeno vale más que esas cosas que nos queríamos comprar en la vida. Así alguien tenga plata no puede acceder a una cama UCI, hay gente que ve a sus familiares morir sin poder hacer absolutamente nada, teniendo o no teniendo dinero. La vida nos ha metido un cachetazo a todos y nos ha dicho lo que es más importante, la salud, estar juntos, la familia, la solidaridad. Ha sido duro enfrentarlo, pero ha sido una forma de entenderlo.

De salud, ¿Cómo te sientes ahora?

Estoy bien, por suerte apenas llegué a Lima me hice todos los exámenes posibles, hice placas a los pulmones para revisar si hay alguna secuela. No me ha pasado absolutamente nada, hace dos o tres semanas que estoy haciendo deporte en las mañanas en mi casa y está todo bien, así que estoy tranquilo y agradecido porque no fue algo más grave.

¿Qué sentiste al volver a tu programa?

Es gracioso (risas), porque yo por contrato puedo faltar dos veces al mes para mis otras actividades fuera del programa, no uso siempre mis faltas, las dosifico para una gran premier, un ensayo importante al que no pueda faltar. El año pasado por la situación, no falté más que una vez en todo el 2020 y este 2021 lo arranqué ¡faltando diez veces a mi programa! (Risas). Lo arranqué sin poder conducir y era una situación mala porque yo quería trabajar y no podía porque estaba mal y después a pesar de que ya estaba bien, tenía que cumplir con una cuarentena obligatoria.

El trabajo era algo que quizá no valorábamos tanto, pero ahora todos lo hacemos, antes nos parecía como algo adquirido, algo normal. El trabajar es una bendición, el tener trabajo en este momento, en el mundo y en este país, es realmente una bendición. Tuve emoción de volver, de sentirme útil, de hacer lo que sé hacer, lo que me gusta hacer, eso ha sido algo inusualmente emocionante, poder volver a mi programa.

Aldo, eres un hombre multifacético, ¿Qué has podido aprender de cada una de tus facetas?

Que hay que hacer lo que uno quiere hacer. Mi trabajo ha sido durante años escribir guiones, obras de teatro, después me ha tocado actuar, dirigir, conducir, producir, y todos lo he hecho con alegría porque son cosas que me gustan hacer, por suerte.

Lo que veo con el tiempo es que en cualquier lugar en el que te encuentres, en cualquier situación, tu trabajo es importante en cualquier equipo y eso me ha ayudado también a valorar muchísimo el trabajo del otro, a entender lo que hace y a cuestionarme a mí mismo cuando no estoy haciendo lo que yo debería hacer.

En alguna ocasión comentaste que hacías tus películas para que te gustaran a ti, al ser una figura pública no escapas de las críticas. ¿Cómo has hecho frente a estas cuando han surgido?

Está bien que me critiquen, las críticas las escucho con muchísima atención. Yo hago las películas para divertirme, si hago una película comercial como por ejemplo ‘Once Machos 2’, para llegar a un público muy grande y con el objetivo de que vaya muchísima gente al cine, ese es el gran objetivo de una película comercial y quien diga que no, está mintiendo. Probablemente necesitas llegar a mucha gente para poder recuperar la inversión y después recuperar algo para intentar hacer otra cosa, y en las otras películas que no son comerciales, invento hacer lo que me da la gana y me provoca. Escucho las críticas buenas, constructivas, y también las destructivas y esas horribles que te dicen: “Quiero que te mueras”, también las leo, las reviso, de todas vas aprendiendo.

Mi objetivo es en algún momento hacer una película que me guste mucho a mí y que también le gusta a la gente. Si lo voy a conseguir o no, no lo sé, pero voy a intentarlo.

Te iniciaste en la escritura y desde ahí, no te has detenido, ¿Cómo consideras que cambió tu vida?

Cuando estaba en la universidad me gustaba mucho ir al teatro porque cuando era niño me llevaban, pero jamás imaginé trabajar en esto, me parecía como imposible. Me decía: ¿Cómo pueden estar arriba de un escenario? ¡Qué raro todo! Y cuando estudié Periodismo nos obligaron a llevar un curso de teatro y ahí fue que descubrí que eso era lo que quería hacer, al principio solo quería escribir obras de teatro. Entonces comencé escribiendo y como siempre algún profesor te dice si quieres actuar y cree que puedes hacerlo, comencé y también me gustó. Me quedé enganchado con esa pasión que ya lleva muchos años, yo habré comenzado a hacer esto como un juego como desde el 97, 96, y de ahí ya en el 99, 2000, comenzó mi carrera en el teatro y en esto, de ahí no paro, es lo que me gusta hacer.

¿Crees que hacer las películas pensando en compartir roles con tus amigos es una fórmula que te ha funcionado?

¡Me encanta trabajar con mis amigos! Trato de que siempre pase y somos felices cuando lo hacemos. Es suerte, porque por ejemplo los actores que están en ‘Misterio’, son la gran mayoría amigos míos de toda la vida. 15 años después hemos podido hacer ‘Once Machos’ y reunirnos de nuevo y que nos vaya bien. Es suerte, pero también creo que la gente siente que hay un grupo de gente que la está pasando muy bien, que son felices, se quieren y se divierten.

Esto es lo que pasa cuando trabajo con mis amigos. También me ha tocado trabajar con gente que conozco poco y es otro rollo, pero hay algunas películas, obras, que inician como proyecto pensando en con quiénes puedo hacerlas, me pasó con ‘Misterio’, con ‘La Gran Sangre’, con ‘Once Machos’ y seguramente va a seguir pasando y en otros proyectos pues no tanto, habrá gente que no conozca pero que respete y admire y que por diferentes razones no somos grandes amigos, solo nos conocemos y también trabajamos y tenemos que hacer que funcione.

De todos los trabajos que has realizado, ¿Cuál es el que te ha dejado mejor recuerdo?

¡Varios! (Risas) me gusta toda esa etapa de ‘Misterio’ y ‘La Gran Sangre’, me gusta toda esta etapa nueva del cine, cómo nos hemos conocido e ir aprendiendo juntos. Son etapas que uno va atesorando de diferente manera, con distintas experiencias, cuando tenía 25, 24 años y ahora que tengo 45. La idea es que siempre esa ilusión, ese fueguito interno esté ahí, se dé y exista, y puedas decir: “Esto es lo que quiero hacer hasta que me muera”.

Eres un hombre muy querido, ¿Cuál crees que es tu lado más pesado?

Con los años me he vuelto maniático, terco, exigente con algunas cosas, muy exigente con mi grupo de trabajo, tengo muchas manías en este momento que me sorprenden y digo: ¡Dios mío, me agarró la vejez con todo! (Risas) Soy pesado, tengo un carácter fuerte, que trato de controlar, manejar, pero siempre quiero que las cosas salgan más o menos bien y esa búsqueda a veces me pone en situaciones que no agradezco, no es que digo: ¡Ay qué bacán ser así! No. Preferiría ser un poco más tranquilo, pero es parte de mi personalidad y tendría que corregirla.

¿Qué manías tienes?

¡Todas! Por ejemplo, si hay en una mesa tres lapiceros, quiero que estén alineados, ordenados (risas) Trato de tener todo apuntado en una agenda física, acá tengo apuntado que a las 8 de la noche iba a estar contigo y voy tachando. Soy maniático, metódico, quiero tener todo controlado, a veces me digo: ¡Ya, cálmate, fluye! Pero a la vez me ayuda para no olvidarme, porque antes sí me pasaba y era más desordenado, creo que el exceso me ha ayudado a esto.

¿Te consideras perfeccionista?

No creo que sea perfeccionista, creo que quiero tener bien claros mis tiempos y controlarlos para no fallarle a nadie en eso. No me gusta llegar tarde, trato de ser muy puntual, me parece que la puntualidad representa una muestra de respeto hacia el otro. Trato siempre de estar en la hora que hemos quedado, para eso me organizo y eso me está haciendo un viejo maniático.

(Foto: Andina)

Eres fanático de la U, ¿Has pensado en hacer algún proyecto que homenajee a tu equipo favorito?

De hecho, de alguna manera la obra ‘Misterio’ que hice en el 2003 y que después se convirtió en una serie de televisión, se relaciona mucho con mi pasión por el Universitario, el equipo que quiero y que siempre digo que es mi primer amor, con el que seguramente voy a terminar mis días fanático de esos colores, y a lo mejor más adelante surge otro nuevo proyecto, algo más que escribir o hacer, pero no lo quiero forzar, quiero que aparezca natural, cuando lo sienta, cuando quiera, cuando tenga algo que decir, así como lo hice con ‘Misterio’ en ese tiempo. Me gustaría escribir algo más que hable sobre el club de mis amores.

¿Te gustaría escoger a algún futbolista en especial para participar en ese proyecto?

No he pensado en eso, pero hice una novela que se llama ‘Señores papi’ y en una escena grabé con el ‘Oreja’ Flores, una escena muy divertida, él hizo una especie de aparición muy graciosa y la pasamos muy bien. He grabado también hace años con Juan Manuel ‘El loco’ Vargas, una serie que fue ‘Chico de mi barrio’ y seguramente más adelante me tocará grabar con alguien. Grabé también un comercial con jugadores de la U que estaban en ese momento para una cerveza. Todo es muy bacán, ellos también se sienten en otro lugar que no es su espacio cómodo, pero nos divertimos bastante.

Tienes un largo matrimonio con Érika y han decidido mantenerlo en lo íntimo, ¿Consideras que ese es el secreto para que una relación funcione?

Creo que es importante guardarte algunas cosas en estos tiempos de tanta exposición. La única vez que abrimos un poquito la cajita fue cuando nos separamos y fui a ‘Gran Show’ y bailamos, ahí abrimos y después de eso volvimos y cerramos de nuevo.

Tratamos de que nuestros viajes, nuestras cosas, las vivamos nosotros porque ahora en estos tiempos de Instagram, Facebook y redes sociales, ves a todos que tienen una vida perfecta y que se aman y dicen “el amor de mi vida”, y todo eso se termina. Creo que a veces pasa porque es demasiada exposición y la gente está muy pendiente de que todos vean sus fotos de felicidad y de momentos plenos, cuando a veces esos momentos resultan mejor vivirlos sin una selfie, solo mirándose a los ojos y tratando de ser un poco mejor cada día.

Ambos han considerado la idea de la adopción, ¿Aún les gustaría hacerlo?

Sí. Nos da miedo, nos da nervios también, lo hemos conversado. En algún momento, hace dos años evaluamos tener un hijo más, después pensamos que era mejor que no y de ahí salió el tema de la adopción. No sé si algún día lo vamos a hacer, pero sí es algo que a mí me emociona, que un niño que haya sufrido tenga la oportunidad de estar con nosotros, de darle un hogar y que sea feliz, es algo que me encantaría y nos gustaría, pero vamos a evaluarlo con tranquilidad.

Tienes una familia grande, ¿Cómo fue la convivencia durante la cuarentena?

¡Difícil! Porque no estás acostumbrado a estar tanto tiempo encerrado (risas) Yo he trabajado todo el año, pero igual, los sábados y domingos me quedaba en mi casa, no salía, es complicado, pero tienes que vivirlo. Todos estamos muy estresados, a veces nos sorprende una tristeza que no imaginábamos que iba a llegar porque no podemos estar con alguien que queremos o porque extrañamos muchísimo a alguien o estamos molestos, ansiosos, cansados y eso se puede manifestar en una discusión, es algo que hay que saber manejar, estar tranquilos, hay que saber también pelear, callarse, reír si es posible, mirar, pedir perdón o dar un beso. Yo me peleo siempre, me peleo con Érika, con mis hijos, con todos (risas), pero trato de que después las cosas se calmen un poco. Son estos tiempos medio raros, no estábamos acostumbrados a esta situación.

Aldo, eres el director de la obra ‘Nuestras Mujeres’, que se estrenó el 06 de marzo, háblanos un poco sobre esta.

‘Nuestras Mujeres’ es una obra que grabamos en diciembre, cuando se podía hacer algo en el teatro, la editamos en enero, se trató de un estreno absoluto para el teatro peruano de un dramaturgo francés. Esta obra fue exitosa en varios países, Francia, España, Italia, Argentina, Colombia.

Es muy divertida, se trata de una comedia muy inteligente. Son tres amigos que están siempre juntos y se juntan para jugar póker todos los viernes, son amigos desde hace 35 años. Uno de ellos llega tarde y les cuenta que cometió un crimen y ahí comienza la discusión, hay un dilema moral que cuestiona y finalmente, como siempre pasa en las reuniones, terminan hablando de todas sus mujeres, sus madres, esposas, hijas, de esas mujeres que conforman su vida, por eso la obra se llama así, porque constantemente se habla de las relaciones, del universo femenino y masculino, de cómo no nos entendemos, cómo somos ciegos a veces. Es muy paja esta obra.

¿Qué iniciativa tienen con esta obra?

Esta obra tenía dos fines; el primero era poder darles trabajo a actores, técnicos, asistentes de dirección y producción que en este año y medio ha tenido muy poca chamba, y, por otro lado, era entregar un buen producto que la gente disfrutara y que la recaudación fuese para ayudar.

En medio de esto nos agarró San Juan de Lurigancho y su incendio terrible donde 15 familias perdieron todo y ha sido el primer objetivo que apuntamos. Estamos trabajando para poder reconstruir todo eso y estoy seguro que verán que lo hemos logrado y eso fue un poco el espíritu de esta obra. Lo recaudado es para ayudar a otros peruanos que están pasándola muy mal en este momento y creo que así se cierra un círculo de amor. Todos trabajamos para poder conseguir que otras personas tengan la oportunidad de volver a sonreír, y eso creo que es clave y por eso estamos muy emocionados.

¿Tienes algún proyecto planeado?

Tengo varios, estoy escribiendo una obra de teatro con Marisol Palacios para el Teatro de la Universidad Católica que se estrena en septiembre, esta la dirige Marisol. Me han llamado para una obra que se estrena en noviembre en la Alianza Francesa, estamos en el proceso final de edición de la película que hemos hecho y que acabamos de calificar al Austin Film Festival, que se llama ‘Función Velorio’, estamos en la etapa de sonido final y colorización. Estamos esperando que se pueda hacer teatro presencial para hacer una comedia muy divertida, pero necesitamos el teatro con gente, ojalá que se pueda dar este año y si no, será el próximo.

En el siguiente semestre estamos comenzando con la preproducción de la película que dejamos en el 2020 por trabajar, tenemos bastante chamba, más el programa. Va a ser un año súper movido, pero siempre esperando cómo se va a mover esto de la pandemia.

Aldo, ¿Extrañas ese contacto con las personas?

¡Claro! Imagínate, me encantaría poder encontrarme con la gente que quiero, compartir una parrilla, una cerveza. Así lo queramos tapar, son tiempos difíciles y tristes, en los que ni siquiera nos podemos abrazar con los que más queremos, pero pasará, estoy seguro de que pasará, no sé cuánto demorará y ojalá todos hayamos aprendido a valorar un poco más lo que teníamos, que antes lo despreciábamos.