Cherman, es el seudónimo de Germán Quino Ganoza, artista gráfico que ha dedicado gran parte de su vida a los cómics y todo lo que tenga que ver con el dibujo y la cultura nacional. Estas pasiones lo marcaron tanto que decidió hacer de ellas su profesión y agregarle su propio sello y estilo único.
Cherman está realizando una exposición en el Jockey Club titulada ‘Superhéroes del Bicentenario‘ desde el 21 de julio hasta el 31 de 9:00 a.m. hasta las 10:00 a.m. Esta muestra hecha por el artista gráfico, destaca a los personajes más representativos de la historia de nuestro Perú para homenajearlos por los 200 años de la Independencia. La presentación se está realizando en la plaza frente a Ripley en el primer nivel de la Nave Central.
Magacín 247 conversó con Cherman sobre su pasión por los cómics, por sus dibujos y sobre todo, por su amor a la cultura peruana.
¿Cómo nace tu pasión por el dibujo?
Yo creo que la primera instancia comunicativa del ser humano, así como nos remitimos al arte rupestre, es el dibujo. Casi todos los niños reciben el dibujo como primera herramienta comunicativa. En mi caso, tuve la suerte de que me quedé en el dibujo cuando crecí, estaba todavía en auge la época de plata de los cómics. Eso me sirvió de pretexto para volverme fanático de los dibujos.
Eres muy fanático de los cómics…
Yo soy del 69, mi infancia, desde los 0 años hasta los 10 ha sido durante los 70’s, durante esos años yo los considero la última bella época de la humanidad. Tanto los cómics como los dibujos animados que se consumían eran bastantes puristas. O sea, en esas épocas si tú ibas a un quiosco a buscar un cómic, el quiosco era 90% de estos. Sin embargo, durante los 80’s esto cambió y se dejaron de consumir.
¿Cuál era tu gran diversión en la infancia?
En los 70’s los chibolos salíamos a jugar en el barrio sin mayor vigilancia. A mí lo que me gustaba bastante era acompañar a mi mamá al mercado los sábados o ir a cualquier quiosco. Para mí, pasar por cualquier quiosco era recontra ‘paja’. Me quedaba con la boca abierta viendo las paredes de cómics que había ahí. Era como si estuviera en Gringolandia, se veía cantidades y cantidades de puros cómics.
¿Cuál era el cómic que más te gustaba en tu infancia?
Mira, la verdad en esos casos, la vivencia es tan grande que yo te podría hablar de más de 50 títulos. Es como que si algo te apasiona no tienes preferencia por alguno, te gustan todos.
¿Cuáles son tus grandes pasiones?
Mis dos pasiones iniciales siempre han sido el fútbol y los cómics. Sobre todo, el arte gráfico.
He notado una particularidad en tus dibujos y es como si quisieras convertirlos en superestrellas o héroes…
Es que de eso se trata. Dentro de mi carrera gráfica, si bien nos referimos solo de cómics y superhéroes, también hay una enseñanza sobre el tema de la justicia social.
No solo dibujas ídolos o héroes…
Dibujo cosas de críticas social, también hago homenajes. Tengo un montón de estilos, no me cierro en una sola cosa. Por ejemplo, como cuando quise ser futbolista, no paré hasta hacer goles con el pie izquierdo.
¿Hasta dónde llegaste con el fútbol?
Lo más cerca que he estado de dedicarme al fútbol fue viajar a Estados Unidos cuando tenía 19 años para jugar un campeonato en Pompano Beach, quedamos en segundo lugar.
¿Por qué escoges el seudónimo de ‘Cherman 69’?
El número 69 es por el año en que nací. ‘Cherman’ fue cuando estaba en la secundaria y estaba de moda el poner chapas a todos, a mí no me podían poner un apodo o no podían ponerme una buena. En ese entonces mi compañero de carpeta que se llamaba Rafo, yo le puse ‘Fito’, él me puso ‘Cherman’ y quedé con ese apodo.
He escuchado una frase que has dicho que me llama mucho la atención, que es “es difícil venderle Perú al Perú… ¿por qué crees eso?
Es la verdad. Por ejemplo, como lo que pasa ahorita, se supone que todos queremos lo mejor para el Perú, pero somos un país que está fraccionado y la gente prefiere pelearse en lugar de llegar a un acuerdo. Podríamos ser una potencia cultural y una industria musical, pero la gente no pasa música peruana en la radio, ni en las fechas claves como en Fiestas Patrias.
Muchas personas no apuestan tanto por la cultura, pero veo que tú tienes una pasión que va más allá del negocio, es un amor a la cultura, a los cómics también…
Más que a la cultura, es un amor a lo nuestro, al Perú. Y la verdad te digo que somos un montón, está Elliot Tupac, Gutiérrez, Los Hermanos Carboncito, Los Deformes y muchos más. Te podría mencionar más nombres y no acabaría. Son gente que está obteniendo reconocimiento más afuera que acá en el país.
¿Tienes una tienda física de tus polos con tus diseños? ¿O por vía web?
No, yo trabajé con la marca ‘Faite’ por muchos años. Ahora soy como un asesor ahí, y la marca es de mi compadre. Ya no se usan mis gráficas ahí. A partir de esa experiencia yo hice una marca que se llama ‘La merka’. Yo tenía una exposición itinerante por Estados Unidos como lo que estoy haciendo ahora para el Jockey Club, iba a encabezar el Pre-Bicentenario desde Estados Unidos. Cuando me regresé para cerrar la tienda, a las tres semanas comenzó la pandemia, en lugar de cerrar la tienda bien, me fregó todo.
Pareciera que tus imágenes tuvieran un mensaje oculto, como lo fue cuando dibujaste a Cristo crucificado y con un ojo abierto…
No es nada del otro mundo, ni algo que tenga mucho misterio. Yo no aguanto la injusticia, el abuso. Ese Cristo moreno, es sobre todo el tema de «la procesión va por dentro». Nosotros nos arrodillamos ante una imagen y ese Cristo abre el ojo y es como decir: «Ojos que no ven corazón que no siente», a eso va.