Todos en algún momento de la vida hemos pasado por un período de abstinencia, voluntario o involuntario, pero te has preguntado ¿Cómo afecta a nuestro cuerpo el no tener intimidad sexual por un periodo prolongado? A continuación te contamos más detalles al respecto.
La sexóloga Mariona Gabarra, profesional colaboradora de Gleeden, plataforma de citas no monógamas que aboga por la educación sexual y liberación de los tabúes entorno al sexo, explica cuáles son los efectos o cambios que presenta el cuerpo ante la falta de sexo.
Intimidad sexual: Consecuencias
1. Presentas ansiedad y estrés
La falta de relaciones sexuales genera niveles de ansiedad y estrés. Esto se debe que cuando una persona si tiene una vida sexual activa, el cerebro genera endorfinas y oxitocina que producen un efecto analgésico, relajante y crean una sensación de bienestar y ayudan a mejorar el estado de ánimo. La sexóloga aclara que este placer o bienestar se obtiene siempre y cuando el sexo o la persona con quien decidas hacerlo no sea el motivo de estrés.
2. Sistema inmune menos fuerte
Los orgasmos y una vida sexual activa producen niveles altos de inmunoglobulina A, el anticuerpo que está presente en secreciones como las mucosas del cuerpo, la saliva, las lágrimas y las producidas por el aparato respiratorio y gastrointestinal.
“Los orgasmos son increíblemente beneficiosos para las defensas, las relaciones sexuales regulares mejoran el sistema inmunológico y preparan al cuerpo para combatir las enfermedades mediante la liberación de endorfinas”, indica la profesional.
Los niveles más bajos de este anticuerpo propicia más riesgos de resfriados, gripes y otros problemas, y por lo tanto esto también podría considerarse un efecto negativo de la abstinencia sexual.
3. Riesgo de disfunción eréctil
Cuando no hay frecuencia en las relaciones sexuales o se da una abstinencia, el pene puede generar una atrofia y por ende crece el riesgo de padecer de cáncer de próstata. Según los especialistas la masturbación, el explorar las zonas que nos dan placer y las relaciones sexuales con regularidad evitan la disfunción eréctil en los hombres.
4. Atrofia vaginal
Las mujeres también son propensas a tener problemas ante la falta de relaciones sexuales, ya que al no ejercitar el músculo vaginal pierde tono y aparece la atrofia vaginal. También, a partir de los 40 años se deja de producir estrógenos lo que puede producir dificultad para lubricar, por lo tanto, hay que buscar mantener saludables y elásticos estos tejidos. El autoplacer es un buen camino cuando hay abstinencia sexual.
5. Disminución de neuronas nuevas
Según datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de USA el tener relaciones sexuales con frecuencia puede estimular el proceso de generar neuronas nuevas.
“Hace unos años atrás se pensaba que las neuronas solo se producían en la niñez, pero ahora se sabe que sucede durante toda la vida y las relaciones sexuales contribuyen a esta actividad”, menciona la sexóloga de Gleeden.