El verano sigue en la capital. Lima ya inició una nueva semana en donde se espera se enfrente a una ola de calor sin precedentes. Según informó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), del 19 al 22 de febrero, la ciudad afrontará altas temperaturas que podrían superar los 35°C y llegar a sensación térmica de 38°C.
De acuerdo con las alertas emitidas por Senamhi, la institución no solo destaca la situación, sino también la rareza de la misma, y marca este evento como uno de los más importantes en la historia climática de los últimos años en Lima. Y es que, debido a la combinación de las altas temperaturas y humedad elevada se ha incrementado también el riesgo de golpes de calor, lo que ha generado un peligro para los niños, ancianos y personas con condiciones de salud preexistentes.
Ante ello, es que a continuación te contamos en qué distritos de Lima, serán en los que más se sentirá calor durante esta época del año.
¿Cuáles serán los distritos de Lima en los que se sentirán más calor?
Áreas tanto del norte como del este de la capital, se verán afectadas por la ola de calor. Entre ellos, se encuentran distritos como La Molina, San Juan de Lurigancho y Comas, en donde las temperaturas máximas podrían llegar o hasta incluso superar los 35°C.
¿Por qué hay más calor en Lima Norte y Lima Este?
Las altas temperaturas del mar son la principal causa, ya que, registra entre tres a cuatro grados sobre lo normal, según reveló la ingeniera Rina Gabriel, vocera del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), a ‘La República’. En tanto, desde el Senamhi informaron que el anticiclón del Pacífico Sur es otra de las causas.
Esto debido a que el fenómeno trae vientos desde Tacna hasta Piura en un recorrido normal. Aunque su alejamiento, hace que los vientos del norte entren a la costa y con ello, las masas cálidas afectan más al norte de Lima.
¿Qué es una ola de calor?
El Senamhi define a una ola de calor como un periodo de tiempo prolongado donde se dan temperaturas anormalmente altas. Este fenómeno se debe a la combinación de factores atmosféricos que incluyen vientos cálidos del norte y la ausencia de nubosidad, lo que permite tener una mayor incidencia solar directa sobre la superficie.