El Corredor Azul proyecta ampliar su alcance con nuevas rutas alimentadoras para atender a zonas clave de Lima. Entre ellas, destaca el límite de San Martín de Porres (SMP) con el Callao y las áreas altas del Rímac, según informó Luis Morán, vocero de los concesionarios. Esta expansión responde a la creciente necesidad de transporte público en sectores afectados por la falta de alternativas eficientes.
Nuevas rutas para más conexión
Actualmente, el Corredor Azul opera con seis servicios: cuatro troncales y dos alimentadores. Según Morán, el objetivo es añadir más alimentadores, con prioridad en el límite de SMP y el Callao. Una de las propuestas plantea un recorrido que conectaría el Centro Cívico con Canta Callao, pasando por avenidas importantes como Perú y Tomás Valle.
Estos cambios buscan compensar la demanda insatisfecha desde que el Corredor Amarillo dejó de operar en abril de 2023. Morán destacó que las evaluaciones están en marcha, aunque la implementación depende de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU).

Atención a las zonas altas del Rímac
Además de SMP y Callao, se planea llegar a los sectores altos del Rímac, como Flor de Amancaes, donde la falta de transporte público es evidente. Según Morán, esperan incorporar 40 buses adicionales este año, sumándose a los 140 ya en operación. Esto permitirá fortalecer las rutas actuales y atender más usuarios en zonas históricamente desatendidas.
Retos del transporte público
Pese a transportar 75 mil pasajeros diarios entre el Rímac y Miraflores-Barranco, el Corredor Azul enfrenta la competencia de los autos colectivos que operan en su ruta troncal. Estos vehículos, que circulan por avenidas como Tacna, Garcilaso y Arequipa, afectan el flujo de pasajeros y complican la operación eficiente del servicio. El vocero destacó que la colaboración con la ATU será clave para implementar estas rutas. Además, subrayó la importancia de ofrecer alternativas viables en sectores críticos de Lima.