La cirugía bariátrica se realiza cuando la persona tiene graves problemas de salud a causa de tu peso, aunque otros lo realizan por estética. Por otra parte, ayuda a controlar las enfermedades como: diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades hepáticas, infertilidad, enfermedades coronarias, entre otras, a los que están expuestos el 17.8% de la población peruana de 15 a más años con obesidad, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2015 (ENDES).
“La cirugía bariátrica no es solo estética y por ello no cualquier persona la puede solicitar. Los especialistas tomamos la decisión en base a algunos parámetros objetivos como notar el índice de masa corporal (IMC) el cual debe ser de 30 en adelante. Estos casos se conocen como obesidad inicial y, en su mayoría, califican para este tipo de intervención pues el paciente cuenta con una comorbilidad o enfermedad asociada. Los pacientes con el IMC menor de 30 deben recibir otro tipo de apoyo como el nutricional o físico, ya que probablemente están con sobrepeso y a un paso de la obesidad”, indicó Aurelio Gambirazio, cirujano general laparoscópico de la Clínica Javier Prado.
Para conocer más a profundidad sobre la cirugía bariátrica, el Dr. Gambirazio da a conocer cuatro datos sobre esta.
1. Procedimientos quirurgicos
Existen diferentes tipos de intervención quirúrgica, los cuales deben ser evaluados por el doctor para darle solución al problema del paciente.
Entre estos está la Manga Gástrica (la más aplicada), donde se tiene que extirpar alrededor del 80% del estómago para limitar la comida al momento de ingerir.
El Bypasss Gástrico (la más compleja) requiere de anestesia general para poder elaborar un pequeño estómago que va conectado a los intestinos para corregir el tránsito intestinal, teniendo mayor efecto sobre las enfermedades metabólicas.
El Balón Intragástrico (tratamiento temporal) que consiste en introducir en el estómago un balón con el mismo objetivo de la manga. Puede servir como puente para un paciente con obesidad extrema que tiene riesgos de cirugía y tiene una duración de seis a 12 meses.
2. Preparación previa
Hay una preparación previa, ya que el paciente puede llegar a tener un hígado muy grande que durante la cirugía pueda llegar a estorbar. Ante está situación, entra un nutricionista para el procedimiento nutricional preoperatorio. Además, se tiene que tener en cuenta la participación de un psicólogo, debido a que hay posibilidades de detectar problemas de ansiedad. Estas áreas también ayudarán al paciente en el postoperatorio para evitar que tenga una recaída.
3. ¿Son reversibles?
No son reversibles, a excepción del balón que es temporal, ya que se realizan como tratamientos definitivos en donde algunos órganos de la zona pasan por modificaciones físicas quirúrgicas.
4. Riesgos
Tiene los mismos riesgos que toda operación quirúrgica que necesita de anestesia general. Por esa razón, se realiza una preparación previa muy minuciosa. No obstante, tiene los riesgos propios de los pacientes con obesidad, como problemas ventilatorios, circulatorios, de coagulación, hepáticos, renales.
“Los pacientes van a volver a hacer su vida normal después de una cirugía, van a poder tomar bebidas alcohólicas o comer una hamburguesa, pero todo con precaución y cuidado para no volver a la obesidad. El acompañamiento de un nutricionista es clave para tener éxito en todo el proceso de recuperación de la salud”, finalizó el especialista.