Día Mundial sin Alcohol: ¿Por qué las personas jóvenes tienen mayor riesgo al consumirlo?

Los especialistas de la salud alertan que los jóvenes que se inicien en su consumo de alcohol a temprana edad tienen mayor riesgo de padecer de complicaciones de salud.
El alcohol es la droga legal que lidera el consumo entre los jóvenes. | Foto: Freepik

Hoy, 15 de noviembre, conmemoramos el Día Mundial sin Alcohol. Esta fecha ha sido destinada a resaltar los peligros del consumo excesivo de esta sustancia. En 1963, el alcoholismo fue reconocido como una enfermedad incurable, progresiva y mortal. Con el tiempo, la sociedad es cada vez más consciente de los impactos físicos y psicológicos derivados del abuso de alcohol, afectando tanto la salud como la imagen personal.

Un estudio del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington había revelado que las personas jóvenes, de entre 15 y 39 años, tienen mayores riesgos para su salud si consumen alcohol, en comparación a los mayores de 40 que no presenten condiciones de salud subyacentes.

Según el estudio, el 60% de las lesiones relacionadas con la bebida ocurren entre personas de este grupo de edad, incluidos accidentes automovilísticos, suicidios y homicidios. Una cifra que debe alarmarnos en cuanto a la relación de esta sustancia con tantas tragedias.

El 15 de noviembre fue designado como el Día Mundial sin Alcohol, con el fin de sensibilizar a la población sobre las consecuencias sanitarias y el impacto social que resulta del consumo desmedido de bebidas alcohólicas. La OMS busca especialmente hacer llegar esta reflexión a los jóvenes, ya que el 13,5% de las muertes en personas de 20 a 39 años se atribuyen al excesivo consumo de alcohol.

Recomendaciones de la OMS

El alcohol es una sustancia que causa dependencia y deprime el sistema nervioso central. A lo largo de los años ha quedado en evidencia que el consumo excesivo de esta sustancia destruye muchas vidas, a través de sus consecuencias económicas, sociales y mentales. Por ello, la OMS propone medidas para reducir su consumo nocivo:

  • Regulación estricta de la venta de alcohol a menores.
  • Imposición de leyes sobre la conducción bajo los efectos del alcohol.
  • Estrategias de precios para reducir la demanda.
  • Campañas de concienciación sobre los problemas de salud y sociales causados por el abuso de alcohol.
  • Acceso a tratamientos asequibles para personas con trastornos por abuso del alcohol.