Ludy Briceño Tordoya, Gerenta Comercial e hija de Alberto Briceño, fundador de la editorial ‘Los Libros más Pequeños del Mundo‘, sigue el legado que su padre inició en 1970. La editorial se ha destacado por sus minilibros únicos, que recopilan sabiduría, historias y reflexiones en un formato accesible. Con más de 500 títulos y una amplia variedad de temas, Ludy continúa ampliando el catálogo y trabajando junto a su padre para llevar estos libros a nuevas generaciones de lectores.
Magacín 24.7 pudo conversar con Ludy Briceño, quien nos compartió la historia del origen de los minilibros, las características que los hacen únicos y el impacto que han tenido en el mundo de la lectura. También nos habló sobre los nuevos proyectos que están desarrollando para seguir innovando en este nicho.
¿Cómo surgió la idea de los libros más pequeños del mundo?
La idea nació en 1970 con mi padre, Alberto Briceño. A él le encantaba regalar pensamientos de autoayuda y superación a sus amigos. En un momento, había recolectado tantas frases de los libros que leía que decidió compartirlas con ellos. Al principio, solo eran unas cuantas hojas, pero con el tiempo, a medida que reunía más información, se fue formando un libro. Como no tenía los recursos económicos para producir un formato tradicional, se le ocurrió hacerlo en un formato pequeño, lo que le permitió regalarlo a más personas, a más amigos.
De todos los libros más pequeños, ¿cuál fue el primero que inició esta aventura?
En 1970 nació el libro Palabras que guían. Es una recopilación de frases de autoayuda de 2 000 autores universales, y fue el primer libro que se editó. Este libro se vendió en muchos países.
¿Cómo fue recibido el libro por el público en ese momento?
En ese momento tuvo muy buena aceptación. El público ha sido fiel, y hasta el día de hoy aman los minilibros. Pero en aquel entonces, resultaba aún más curioso presentar un formato tan pequeño. Estamos hablando de hace muchos años, 54 para ser exactos. Causaba mucha curiosidad porque era un formato pequeño, de que tiene 6cm x 5cm x 4cm. En ese tiempo eran 300 hojas, ahora son 448 páginas.
¿Cómo describirías en pocas palabras lo que atrae a los lectores de estos minilibros?
El éxito de los minilibros radica en que, en 448 páginas, se puede encontrar información clara, amena y sencilla.
¿Qué desafíos enfrentaron al iniciar la producción de los minilibros?
Este es un negocio que comenzó desde cero, solo con la creatividad y la idea de hacer un minilibro sin contar con muchos recursos. Pero esta idea ingeniosa fue desarrollándose y creciendo poco a poco, aunque con recursos muy limitados. El mayor reto fue el esfuerzo que se tuvo que poner en ese momento. Quizás fue la energía de la juventud la que permitió que el minilibro siga hasta el día de hoy.
En un mundo cada vez más digital, ¿Cómo logran mantener la relevancia de estos minilibros en un entorno donde se han dejado de lado los libros convencionales?
El mundo digital ha afectado mucho a los minilibros, ya que hoy en día muchas personas prefieren los libros digitales. Sin embargo, de una u otra manera, seguimos vendiendo los minilibros porque como es un libro objeto, un libro de compra de impulso y es un libro de colección, y eso es lo que nos permite seguir adelante. La empresa sigue existiendo a pesar del avance de la tecnología y los libros digitales.
¿A qué te refieres cuando mencionas el término «libro objeto»?
Los minilibros destacan por su tamaño, ya que es un formato pequeño. Esto los convierte en un producto muy especial, dirigido a un nicho muy puntual, un público que los colecciona. Ahora, también hay que considerar algo muy importante, es que la editorial siempre edita títulos nuevos.
¿Cómo es que manejan la introducción de nuevos títulos y qué impacto ha tenido esto en el éxito de la editorial?
Ahora, en la Feria Internacional del Libro, se pudieron colocar 40 000 minilibros, y también se presentaron novedades. Se editaron 13 títulos nuevos para esta versión de la Feria. El éxito de la editorial se basa en las novedades que se ofrecen año tras año. A pesar de sus 53 años de historia, su capacidad para renovar el catálogo mediante la compra de derechos de autor ha sido clave para su continuidad.
Entonces han adquirido licencias muy destacables para la editorial….
Entre las licencias más destacadas tenemos la licencia autorizada de Mafalda, Gaturro y Condorito, que son libros que tienen bastante aceptación. Al adquirir estas licencias, la editorial ha logrado mantenerse en el tiempo. De hecho, la licencia de Mafalda fue clave, ya que en un momento en el que la editorial estaba en pique, esta permitió su recuperación y continuidad.
¿Qué nuevos proyectos tienen en desarrollo para el futuro?
En cuanto a la variedad de temas y títulos, Alberto Briceño, el editor, es quien se encarga de seleccionar las novedades. Ahora estamos en negociaciones para obtener la licencia de Snoopy y Charlie Brown, y probablemente salga para el próximo año. Esperamos que tenga el mismo éxito que títulos como Mafalda, Gaturro, Pequeñísimo y Lo mejor de Condorito.
Finalmente, ¿qué consejos le darías a los emprendedores que están comenzando con una idea innovadora, pero enfrentan dudas o dificultades, y se preguntan si funcionará o no?
Mi consejo es que sean 100% creativos y originales, no copien. Lo digo porque aquí muchos ex trabajadores de la editorial Los Libros Más Pequeños del Mundo han hecho minilibros que son copias exactas, desde el modelo hasta los títulos, y los dirigen a los mismos clientes. Si van a emprender, háganlo con algo original, algo que surja de su propia creatividad, porque todo ser humano tiene la capacidad de hacer algo innovador, como lo hizo Alberto Briceño en 1970.