Billy Romaní es un joven entusiasta y carismático de 22 años, cuya pasión por la fotografía lo llevaron de las calles a trabajar para marcas de moda y modelaje. Actualmente es uno de los principales representantes en Lima del género fine art (fotografía de arte fino) y apuesta por emprendimientos nuevos.
Aunque hoy Billy vive en un cómodo departamento en San Miguel, fruto de su esfuerzo y perseverancia, reconoce y se siente orgulloso de sus orígenes en el populoso barrio de Vipol (San Martín de Porres), la orfandad por parte de su padre que sufrió a los 7 años, su enorme progreso como profesional y los valores que le resultan indispensables en su vida personal.
En Magacín 247 conversamos con Billy Romaní, quien nos contó sobre su profunda pasión por la fotografía y lo que significa este arte para él.
¿Cuáles fueron tus motivaciones para dedicarte profesionalmente a la fotografía?
Bueno, yo desde niño siempre quise destacar en algo que la gente pueda apreciar, algo mío. Y eso lo encontré en la fotografía. Veo que a las personas les encanta mi trabajo. Ahora en Instagram somos una comunidad con más de 12 mil integrantes. Me encanta eso, que les guste y se sientan bien con mi arte. Es por ellos que sigo trabajando. Soy feliz al saber que las personas pueden inspirarse en mis fotografías.
Siendo aún tan joven ¿Qué es lo más valioso que has aprendido en tu labor de fotógrafo?
Lo que he aprendido es a ser humilde. Porque cuando yo empecé a hacer fotografía y a la gente le gustó mis contenidos, me volví una persona déspota y muy creída sin darme cuenta. Eso me dañó mucho a largo plazo como fotógrafo, hasta que pude entender con golpes de la vida el valor de la humildad y lo que es apoyar a los demás. Porque hay muchas personas en el mundo de la fotografía que quieren aprender lo que uno hace. Pasé de buscar todo para mí a dar a otros. Por eso incursioné en los cursos de fotografía en la pandemia, para poder ayudar a nuevos fotógrafos que buscan crecer profesionalmente.
De todos los problemas que debe afrontar un joven profesional ¿Cuál fue tu mayor obstáculo?
En realidad, creo que el mayor obstáculo que afronté fue interno: el miedo a fracasar. Y eso lo tiene cualquier joven que busca hacer algo novedoso. Uno piensa si realmente las personas lleguen a gustarle tus ideas o productos. Por eso creo que el miedo es el factor más importante a superar. Para eso tengo una frase: ¡Pues nada, arriésgate!
¿Qué es el fine art dentro de la fotografía profesional?
Muchos son fotógrafos y vas a ver distintos contenidos. Pero en mi caso soy en el Perú uno de los tres fotógrafos, considerando a todos los fotógrafos del país, que hace fotografía artística fine art, es decir, de arte fino que sería su traducción al español. Ese tipo de arte se centra en las posibilidades y formas que puedan resaltar las emociones y sentimientos en una imagen. Pueden ingresar a mi Instagram y apreciar mi estilo comparándolo con la de otros fotógrafos. Tuve el privilegio de ganar un premio por la mejor fotografía artística. Ello fue fruto de mejorar cada día, lo que me permitió ganar más clientes.
Billy, ¿Qué buscas trasmitir mediante tus trabajos?
Inspirar. Desde que empecé a mostrar mis trabajos, recibí muchos comentarios sobre fotógrafos que se interesaban por el fine art, buscando cómo hacer ese tipo de arte. Me mandaban mensajes por Instagram, diciéndome: «¿Cómo hiciste eso?» Allí es donde se me ocurrió las clases de fotografía fine art, creando una linda comunidad. Como te dije la innovación artística siempre te exige mucho valor, pero también te ofrece la satisfacción de abrir una ventana que da luz a otros.
¿Sientes que estás en camino a lograr tus objetivos a largo plazo?
En estos momentos estoy incursionando en un negocio de importaciones, y me está yendo muy bien. Pienso que puedo equilibrar mi carrera en la fotografía con estos nuevos proyectos. Incluso tengo un plan de un año, en donde me he fijado metas para cada rubro en el que me estoy dedicando. Hasta ahora, y salve Dios, todo va acorde. Poco a poco estoy logrando mis objetivos a corto plazo, y con paciencia y buen humor estoy seguro que lograré los mayores.
¿Qué tanto afectó la pandemia a tus proyectos profesionales y personales?
A pesar de trabajar en casa, pude crear cursos y logré sustentarme. La pandemia me afectó en el área emocional, principalmente. Dictando esos cursos yo me distraía, pero a la par me sentía solo, porque siempre paraba en mi casa. Tuve que ir a la clínica para verme, ya que sufrí ataques de ansiedad. Incluso pensé que era Covid, pero felizmente no. Obviamente la muerte de amigos y conocidos siempre duelen.
¿Qué emprendimiento tienes a futuro?
Como saben, lo que ahora estoy haciendo es fotografía, importaciones de China y quiero estudiar contabilidad, en sí retomarla, porque yo ya estaba estudiando, me quedé en el cuarto ciclo. Más adelante quiero crear una agencia de importaciones, y para eso necesito saber de contabilidad, para llevar la administración y no depender de otra persona. En verdad, todo lo que estudie va a ser para mi propio emprendimiento, no me veo dependiendo de otros.
¿Qué le dirías a jóvenes como tú que les apasiona la fotografía, pero piensan que no tienen los recursos para dedicarse profesionalmente a ella?
En mis inicios yo utilizaba una cámara bien pobre, haciéndole fotografías a desconocidos. Todo viene con paciencia y perseverancia. El que no persevera se va a quedar. Yo veo a muchos jóvenes que quieren hacer fotos y hacen buenos trabajos, pero no saben cómo venderse. Si no sabes vender, no vas a tener buenos resultados. Tienes que aprender a hacerlo. ¿Qué es lo que yo hacía para contactarme con empresas? Me trazaba metas. En un día tenía que contactarme con 50 empresas por Instagram para ofrecer mi servicio de fotografía. De los 50, uno o dos me contestaba, y uno probablemente me contrataba. Así, buscando, buscando y buscando, yo mismo me generé una cartera de clientes. Como dije, paciencia, perseverancia y saber vender.