Gianella Neyra ha sido la cara de recordadas telenovelas, no solo en la pantalla chica del Perú, sino también en Argentina. La actriz peruana comenzó su carrera artística con tan solo 17 años y desde esa edad empezó a cosechar una trayectoria llena de éxitos que la llevaron a convertirse también en conductora.
Empoderada, divertida, capaz de robar miradas y despertar la admiración de muchos, Gianella Neyra es la prueba de que la pasión puede ayudar a superar cualquier obstáculo y hacer de los miedos el impulso que necesitabas para alcanzar tus sueños.
En Magacín 247 conversamos con la actriz y jurado de ‘Perú Tiene Talento’, quien nos habló de esta etapa, su timidez, la sororidad entre mujeres y su relación con el presentador de televisión, Cristian Rivero.
¿Cómo llegas a conectar con las historias y talentos que se presentan en ‘Perú Tiene Talento’?
En principio, desde mi lugar de actriz creo que conecto mucho con tanta gente luchando por su arte, por contar sus historias, hacerse ver, por que los conozcan. Creo que es una sensación que todos los artistas tenemos, nos paramos en un escenario porque queremos contar algo, comunicar algo, más allá de lo que pueda pasar.
Eso me conecta desde el minuto 1 con todos, me emociona profundamente porque hace mucho tiempo que no habían programas así en televisión y me hace sentir feliz poder ser parte de él. Estar en el jurado, presenciar en primerísima fila tanto talento y felicidad de todos, desde los más chiquitos hasta los más grandes mostrando lo que saben hacer.
Llegaste a decir una vez que anhelabas trabajar en este formato, considerando que es difícil hacer arte en el país, ¿Por qué crees que esto es así?
Porque lo he visto, veo a mis compañeros, considero que somos un país que no siempre le damos el apoyo que se merece a la cultura, que veo a tanta gente amiga mía luchando tanto por contar sus historias, por encontrar un teatro para poder hacer una función para que vaya gente. Creo que en ese sentido tenemos aún mucho camino por recorrer y mucho para trabajar, la cultura, el arte, es nuestra identidad, es como nuestra alma y es importantísima, pero siento que aún falta en nuestro país esa consciencia y ese apoyo, falta mucho todavía.
Ahora que haces este sueño realidad, ¿Cómo te has sentido?
¡Felicísima! En eso me van a dejar mentir ni mis compañeros, ni mi productora. El sábado estamos todos conectados, no solo mirando el programa sino comentando entre nosotros lo bonito que está, lo hermoso que están los participantes, la felicidad que te transmite a ti como espectador mirando a cada uno de ellos.
Se hizo una producción con tiempo y han podido lograr tener participantes de muchos lugares del país, que no siempre es fácil, no es fácil llegar a todos estos lugares. Sin embargo, lo hemos podido hacer, hay niños hermosos, uno que viene del Cerro de Pasco, otros que vienen de Cusco, algunos de la selva, del norte, eso de verdad es maravilloso, para nosotros es un lujo poder estar ahí. Lo único que queremos todos los sábados es hacerle justicia a este talento maravilloso que tienen.
Casi 30 años de trayectoria como actriz, ¿Qué ha sido para ti lo más difícil de esta carrera?
(Risas) Creo que mantenerme interesada, mantenerme con miedo, con vértigo. Siento que hay una gran parte de ese miedo que es el motor, creo que si uno no siente esos nervios, esa incertidumbre de cómo va a enfrentar cada proyecto, cada personaje, pues se pierde la emoción. Siento que eso ha sido un gran reto, estoy súper agradecida por estar enamorada de mi profesión hasta el día de hoy y encontrarle cada vez nuevos retos, nuevas cosas por aprender, para seguir indagando más allá de mi zona de confort.
Quizás al inicio los retos eran unos, ahora puedes tener otros muy diferentes…
Sin duda, porque además el ser humano cambia todo el tiempo, creo que eso es lo maravilloso de cualquier arte. El arte pasa a través del artista, de su visión, de su experiencia, de su forma de comunicar, de entender cada una de sus experiencias y va cambiando tu forma de contar, de interpretar, encarar cada proyecto y los retos también. Sería mentir decir que no cambiamos, al contrario, qué aburrido sería.
Por lo general, suele ser muy fácil hacer clic con las historias, sin embargo puede ocurrir que el talento no tenga el resultado que esperaban, ¿Cómo hacer en esos casos?
(Risas), ¡Wow! Ahí es muy difícil, sobre todo cuando tocan participantes que son muy chiquitos o que tienen una historia de vida muy profunda o que vienen desde muy lejos, que sabes que han hecho un esfuerzo enorme para llegar; creo que para mí es lo más difícil de este proyecto y mi faceta como jurado en ‘Perú Tiene Talento’.
Poder disociar ambas cosas y recordar que es un programa de talentos, que tiene sus reglas, que es una competencia y ponerte ese chip cuando estás totalmente conmovida por la historia, es difícil, pero también tienes que saber que hay otros competidores y que tienes que ser justo con ellos. Es sumamente importante que cada participante esté en el escenario, se muestre en el escenario y la gente los pueda ver. Eso ya de por sí es demostrar ser un ganador, el resto es parte de la competencia y nosotros tratamos de surfear esa ola (risas) de la mejor manera posible.
Requiere de mucho valor también, enfrentarse a un jurado y a un escenario…
¡Claro que sí! Y en ese sentido nos sacamos el sombrero todos los sábados, porque la verdad es que nos quedamos con la boca abierta. Sobre todo a mí me sorprenden los niños, porque son chiquititos y van con una seguridad, una convicción en lo que hacen, lo que aman, en su pasión, yo no podría pararme en un escenario. Yo he empezado a los 17, no me quiero imaginar a los 7, 8, 9, que tienen ellos.
Anteriormente te has declarado un poco tímida, reservada, ¿Cómo al mismo tiempo puedas pararte frente a una cámara?
Hay millones de técnicas, para eso uno trabaja, estudia y aprende la técnica que más funcione y ayude porque además todos los seres humanos somos distintos, la que me sirve a mí de repente no le sirve a nadie más, así como un músico trabaja a su instrumento, un actor debe trabajar su instrumento que es su cuerpo y poder más allá de si uno es tímido, tener las herramientas para disociar eso y contar la historia, porque eso es lo que hacemos, somos una herramienta para contar la historia y debemos prepararnos, para eso es pura chamba. En mi caso ya soy otra cosa (Risas).
¿En algún momento llegaste a recibir algún comentario de que no podrías actuar a causa de tu timidez?
No, a ver, sí he tenido momentos en ensayos en los que me ha costado mucho lograr realmente aprovechar los procesos de ensayos, porque al ser muy tímida me costaba hablar, decir, sugerir, hacía algo malo y yo pensaba que me iban a cambiar por otra, pero sí tenía una capacidad para recepcionar, escuchar mucho y entender lo que me pedían y llegado un momento lo hacía, así que agradezco a mis directores y productores por tenerme paciencia.
Tienes que hacer la función, contar la historia y pararte ahí; creo que lo lindo de esa época y de la vida en general, es que tu amor y tu pasión por lo que haces tiene que ser tan grande y tan fuerte que vaya más allá de tus miedos, y eso me pasaba a mí. Agradezco haber encontrado en la vida algo que me apasione hacer tanto y que ame tanto, porque más allá de mis miedos, caídas, frustraciones, incertidumbres o lo que fuera, siempre ha estado este amor por hacer lo que me apasiona.
¿Qué puede llegar a intimidarte?
Supongo que si entro a un lugar donde no conozco a nadie y hay muchísima gente, me doy vuelta y me voy (Risas), me estreso o me quedo a un costado con dos o tres personas. Los sitios con muchísima gente no me gustan tanto, prefiero reuniones chiquitas, poca gente, cosas más íntimas y creo que con los años uno se pone peor (Risas). No sé si de repente tiene que ver con que tenemos un trabajo que es súper social y cuando terminas quieres descansar, volver a tu centro, ponerte tu pijama y estar con tus hijos y tu pareja, soy más de esa onda, de olvidarme de todo y andar en buzo.
Llega el momento de trabajar junto a Cristian por primera vez en la conducción, ¿Lo deseaban?
Habíamos hecho cosas más chicas, eventos, campañas, cosas muy chiquititas, ya habíamos actuado juntos. La verdad es que no lo estábamos pensando, se dio la posibilidad porque el formato era como perfecto para poder hacerlo juntos y ha sido un placer, bueno, el formato también ha sido maravilloso en todas sus formas y ‘La Voz Kids’ por sobre todo, es algo que me enternecía, me emocionaba ver a estos niños maravillosos con estas voces enormes era una cosa increíble que no paraba de maravillarme y tenía la seguridad de tener a un compañero que además de que tenemos toda la confianza del mundo, sabe perfectamente su trabajo y es un conductorazo, para mí ya con eso estaba protegida y relajada para disfrutar y eso fue lo que hice, disfruté cada minuto de ese programa.
La relación de algunas parejas puede ser diferente cuando se casan ¿Crees que el matrimonio pueda cambiar la tuya con Cristian?
¡Ay! ¡No lo sé! Creo que más allá de estereotipar que el matrimonio causa esto o la pareja cambia, creo que todos somos condimentos distintos y recetas distintas, como decía antes con el tema de la actuación, hay que saber dónde está tu pasión, tus ganas, qué es lo que te hace feliz, lo que te hace vibrar, y ahí poner tus fichas porque al final la vida es corta y todo va a significar un esfuerzo, la pareja, el trabajo, los hijos, todo implica un esfuerzo. Más vale que sea el lugar que a ti te haga feliz, porque cuando a ti te hace feliz algo, el esfuerzo vale la pena.
¿Te gustaría casarte de nuevo?
No lo sé, la verdad no es algo que hayamos conversado o que esté en nuestro mapa. No lo sé (Risas). Si sucede lo sabrán.
Tienes una amistad envidiable con Rebeca Escribens, Almendra Golmesky y Katia Condos, ¿Qué te une a ellas?
En principio fue mucho el trabajo y luego el trabajo decantó en esta amistad maravillosa o la amistad decantó en el trabajo, no lo sé, pero se fueron armando juntas y hoy creo que nos une una hermandad increíble; una identificación muy grande en la otra, el hecho de ser mujeres, de poder hablar las cosas como son, hacia afuera y entre nosotras mismas. Creo que se ha generado no solamente entre nosotras sino también con el público que nos sigue como una onda muy bonita, de positivismo, amistad, sororidad, y eso nos encanta, más allá de si estamos en la tele, en YouTube, en shows o donde sea, queremos seguir manteniéndolo. Nos hace felices trabajar juntas y nos hace felices lo que recibimos de la gente y lo que ellos sienten y viven con nuestras locuras.
¿Consideras importante tener una red de apoyo para hacer frente a problemas como la violencia de género?
Sí, siento que teníamos como un chip antiguo de que “las mujeres no pueden ser amigas” o “las mujeres somos complicadas, complejas” y de repente sí, pero como cualquier ser humano. Creo que podemos ser amigas, que necesitamos ser amigas, apoyarnos, ha habido décadas, siglos, donde no hemos podido tener una voz fuerte, potente, clara, que se escuche, y hoy estamos aprendiendo a hacernos ver y mientras más unidas estemos, más fuertes podemos ser.
Es importante y cuando una mujer sale a contar algo, cuando tiene amigas detrás apoyándola, eso sirve como ejemplo para que sepa que no está sola, que no tiene que tener miedo, vergüenza de ser como es, de querer lo que quiere y defenderlo.
Además de la catarsis que se produce cuando estamos entre mujeres…
¡Sí! Es sumamente importante para el desarrollo de las personas tener gente al lado que refleje una imagen de ti bonita. Que te diga cosas bonitas, que te hable bonito, que puedas mirarte en el espejo de esa persona y ver un reflejo maravilloso, mejor del que eres en este momento, eso hace que tu autoestima crezca, que te rías con tus amigas hace que crezca, y si tú sales con esa sensación al mundo, te lo comes y haces lo que quieras. Entonces es importante nutrirse de esas cosas todos los días.
No cabe duda que eres una mujer bastante ocupada, ¿Cómo compaginas la maternidad con tu trabajo?
Bueno, malabareando, como todas. Somos mujeres pulpo, a veces nos sale, otras no, a veces se nos caen las cosas cuando estamos haciendo los malabares, pero trato de que mi balanza cuando voy a elegir las cosas siempre haya un poco de todo, no solamente somos nuestro trabajo, nuestra vida personal, somos una mezcla de todo y creo que cuando tomamos las decisiones de qué vamos a hacer en el día, en la semana o en el siguiente proyecto, en la balanza tiene que haber un poco de todo. Obviamente no somos un equilibrio perfecto, estamos en la constante búsqueda de esto, pero si eres consciente de qué necesitas, podremos tomar mejores decisiones. La clave es saber que puedes y tienes que elegir en la vida, eliges lo que quieres y no quieres y si no estás muy consciente las cosas van a pasar hasta que digas ‘Basta’, esta vida es mía y yo voy a llevar el timón de este barco.
¿Crees que Cristian te hizo volver a creer en el amor?
Creo que ha sido un proceso y lo más importante de ese proceso es saber que yo estoy bien, que mis hijos están bien, que mi familia está bien y que de alguna manera uno se acerca más al lugar donde resuenas, donde eres más tú y creo que he caminado hacia eso, uno cambia, uno crece en la vida, aprende, y dentro de ese proceso sucedió mi separación y finalmente esta familia nueva que he formado y en donde estoy absolutamente feliz.
Con el regreso de ‘Al fondo hay sitio’, tuviste una participación allí, ¿Te gustaría volver?
No lo sé, hablábamos de esto de la balanza y hay una cuestión de tiempos que me ameritaría estar en una novela o en una serie diaria. Tendría que ser una personaje o un proyecto que me encante tanto que lance la balanza hacia ese lado. En principio las veces que se me han ofrecido oportunidades así he dicho que no por el tiempo, porque además tenía un niño que hoy tiene 6, pero que en ese momento estaba chiquitito, no digo que no ni que sí, creo que cada proyecto se tiene que analizar en el momento cuando se dé la oportunidad.
Tu carrera dio sus primeros pasos en Argentina, actualmente te va muy bien aquí en Perú, pero, de tener la oportunidad de ser la cabeza de un proyecto en ese país, ¿Lo pensarías?
Claro que lo pensaría, hoy ya los chicos están un poquito más grande y creo que ya uno puede moverse un poco más, al principio sobre todo con Gaetano que estaba más chiquito tenía que estar aquí, tener más tiempo, hoy ya están más independientes por la misma edad, así que creo que es un momento para poder analizar otras opciones.