El príncipe William y el príncipe Harry se reunieron en Londres por primera vez luego del fallecimiento de su abuelo. En esta ocasión, para inaugurar la estatua de su madre, la princesa Diana de Gales, en su cumpleaños número 60. Ella falleció en el año 1997 en París, a causa de un accidente de tránsito.
Esta estatua de cobre fue diseñada por Ian Rank-Broadley y se empezó a fabricar en el año 2017. La misma muestra a la princesa Diana con tres niños a su alrededor, que representan el impacto que ella tuvo en muchas causas humanitarias alrededor del mundo.
La estatua se encuentra en el Sunken Garden, dentro del Palacio de Kensington, en donde ella vivía con sus hijos y que ahora es la residencia del príncipe William y su familia.
A la ceremonia asistieron el príncipe Harry, el príncipe William y alrededor de otros 30 invitados, entre los que se encontraban familiares cercanos a la princesa. El príncipe Carlos no acudió al evento, y una fuente cercana reveló que no quería reabrir viejas heridas. Esto debido a los numerosos escándalos e infidelidades que los llevaron a su separación en 1996.
Esta es una de las pocas ocasiones en las que Harry regresa a Inglaterra, luego de dejar de lado su título real y mudarse a Estados Unidos en el 2018 junto a Meghan Markle.
Además de la estatua, también se anunció que el jardín se había rediseñado con las flores favoritas de la princesa y que las personas podían visitarlos en los recorridos del palacio de Kensington.