María Elisa Camargo: «Los jóvenes estamos entendiendo que el matrimonio es obsoleto y una condena»

María Elisa Camargo

María Elisa Camargo es una actriz, modelo y cantante, nacida en Ecuador en 1985. A los 19 años se mudó a Bogotá, donde comenzó sus estudios en Economía. Sin embargo, interrumpió su formación académica para dedicarse a la actuación.

Comenzó en el reality show ‘Factor X’ donde mostró sus dotes de cantante, luego fue seleccionada para realizar un casting de la cadena colombiana RCN, donde obtuvo el papel de Natalia en la serie de televisión ‘Floricienta’. Después encarnó a María Alegría en la novela ‘La Marca del Deseo’, papel con el que se dio conocer en Estados Unidos, para luego pasar a interpretar a Catalina en ‘Flor Salvaje’ en el año 2011 junto a varios actores como Tony Dalton y Mónica Spear.

María Elisa Camargo conversó con Magacín 247 para contarnos un poco acerca de su experiencia en esta producción, sus secretos de belleza y qué es lo que piensa del matrimonio.

¿Cómo describirías a tu personaje Catalina en dos palabras?

Empoderamiento y reconciliación. 

¿En qué se parece Catalina a ti?

En el empoderamiento.

¿Qué anécdota recuerdas de ‘Flor Salvaje’?

Un ataque de risa gigante que nos dejó casi una hora parados en el set con Gregorio Pernía y Tony Dalton. 

Del 1 al 10 ¿Qué tan importante es la belleza física para una actriz?

Yo siento que depende del casting. Es importante tener un look que destaque en la pantalla, pero lamentablemente para las protagonistas sí es vital, cada vez hay más roles de gente de diversidad y esta es una época de eso, si no tienes diversidad en tu elenco te van a señalar. Esta es una gran oportunidad para las caras raras, los colores y para la diferencia.

¿La mejor amiga que te dio la actuación?

La actuación me ha dado mucho amigos de verdad, no puedo elegir, porque si escuchan esto me van a matar (risas), pero en este momento en las que puedo pensar son en Altair Jarabo y Claudia Álvarez. Ahora que hice una película que aún no ha salido en República Dominicana, me cae muy bien Yasser Michelén y Cannabica, me dio tres hombres que amo con todo mi corazón, Juan Pablo Orrego, Sebastián Eslava y Juan Fernando Sánchez, que son mis amores, los cuales dejo de ver medio año y ya los extraño.

¿Cantar o actuar?

Actuar, también amo cantar, me apasiona, pero prefiero actuar.

¿Qué es lo que más te gusta de ser famosa?

La gratitud de la gente cuando se acerca a ti y te dice que los sacaste de su realidad, es decir, poder entrar a sus casas a darles terapia y hacerlos olvidarlos de su realidad, poder llegar a ellos con magia, darles un ratito de felicidad, distracción y unión familiar.

¿Y lo que menos te gusta?

El tema del exceso de atención, yo desde chiquita tengo esa atención, no tengo carencias de fama, ser vista en la calle no es necesariamente positivo para mí.

¿Qué es lo que nunca dejas de llevar en tu cartera?

Gafas de sol porque tengo hipersensibilidad, me cae un poquito de luz y ya estoy con los ojos entrecerrados; mi celular, un brillito porque me la paso con la boca seca. En realidad me considero súper básica y machona, voy al aeropuerto casi en pijama, ni tan maquillada ni tan arreglada, ni fashion.

¿Cómo te mantienes físicamente?

Es duro, tengo una relación con la comida un poco complicada, porque a veces me dan ataques e ingiero comida como una loca, pero lo que sí nunca falta en mi día a día es el ejercicio, si salgo a trotar, troto 10 kilómetros, si voy al gimnasio, hago clases súper intensas, me gusta el ejercicio intenso felizmente, pero la vida también está para darse gustos y la mayor parte de mis ingresos lo gasto en comida, ya que es de las experiencias espirituales en mi vida, pero si ya me comí el postre bien dulce, procuro que sea una ensalada en el almuerzo al día siguiente, trato de cuidarme.

¿Te has hecho alguna cirugía?

Sí, de reducción de busto, era muy chiquita, incluso en los castings me tocaba envolvermelo con cinta, porque tenía cara de niña y cuerpo vulgar de mujerón. Debido a esto, tengo escoliosis en la espalda. 

¿Qué es lo que más te gusta de ti misma?

Me gusta lo cómoda que estoy con mi piel, más que mi cuerpo que me trae muchas inseguridades, pero con mi personalidad, mi forma de ver la vida, soy una chica a la que la criaron muy segura de sí misma, eso es lo que me ha permitido moverme como me he movido y hacer siempre lo que se me ha dado la gana. La independencia que me inculcaron de mi hogar y mi sentido del humor son las cosas que más me gustan de mí.

¿Un secreto de belleza?

Hidratación. El tema de hidratarse el pelo, la cara y el cuerpo, me ha permitido verme más joven de lo que en realidad soy. No tomo tantos refrescos, tomo mucha agua, desde los 20 me echo full cremas y algo vital es el bloqueador. Todo el tiempo que le inviertas a la belleza en hidratación es vital.

¿Para ti existe la fidelidad?

No, para mí no existe la fidelidad. Hay 24 mil especies en el planeta, solo 12 son monógamas y no siento que los seres humanos estemos dentro de los periquitos del Himalaya o del pingüino emperador, no creo. La verdad es que lo que mostramos en la historia y lo que mostramos en nuestro contenido demuestra lo contrario, los tags en las redes sociales y los divorcios, demuestran lo contrario. Siento que tenemos que comenzar a implementar dinámicas sociales, que nos permitan ajustarnos a eso en vez de seguir peleando en contra de eso.

¿Qué piensas sobre el matrimonio?

No creo en el matrimonio como la institución que es hoy en día, siento que es obsoleto y siento que deberíamos comenzar a actualizar así como actualizamos todas nuestras vidas, la tecnología, la ciencia; siento que nuestras dinámicas sociales están muy chapadas a la antigua, siento que el matrimonio es súper contra producente, eso de engordarse, dejarse los pelos crecer y que a la esposa le pongan los cuernos, siento que es socialmente una condena, los jóvenes estamos entendiendo eso.

Regirnos a un solo contrato solo cuando somos tan complejos como seres humanos, y que hay tanta independencia en la mujer, hacemos nuestro dinero, conseguimos trabajo, cada uno tiene que personalizar su propio contrato para saber cómo interactuar, qué permitirse y de exponerse un poquito a la novedad y la coquetería que es súper importante, la tenemos súper demonizada, por eso es que se vuelven tan insípidos los matrimonios.