Fonseca y Juanes: Los dueños de una noche con sabor a Colombia

Tras varios años alejados de los escenarios peruanos, los cantantes colombianos hicieron un magistral concierto en Lima donde se metieron al público al bolsillo, pero sobre todo nos hicieron retroceder a nuestros años mozos de adolescencia y donde Magacín 24/7 vibró junto a ellos.  

 

Los cantantes dieron un espectáculo de lujo para todos los presentes en el concierto.

Era el verano de 2002 y con ansias, los púberes de esos años esperábamos con ansias los rankings radiales para, con cassette en mano, grabar sin interrupciones las canciones de la época.

Emisoras habían varias, pero fue Studio 92 la radio que nos tenía encandilados con sus buenas canciones rock/pop que tocaban, sobre todo la de un colombiano que se ganó el corazón de los peruanos que acaba de salir a la palestra. Juanes.

En ese ranking llamado ‘La Noventaitop’ estaba, siempre fijo, el tema de este rockero de larga cabellera que el coro decía “Que mis ojos se despierten con la luz de tu mirada, yo, a Dios le pido”. Un tema muy sentido por la letra que tenía y que queríamos grabar una y mil veces en nuestro cassette Sony porque no teníamos la oportunidad de verlo en vivo.

Los años pasaron, Juanes se cortó el cabello, siguió creando grandes temas, crecimos, se volvió a dejar crecer el pelo y nosotros, aquellos ‘chibolitos’ del nuevo milenio, tenemos la opción de hacer lo que nos gusta sin pedir permiso motivo por el cual, llenamos el Arena Perú para disfrutar del gran concierto con sabor a Colombia junto a Fonseca, uno de los propulsores del latin pop a inicios del siglo XXI.

Osadía limeña

Llegar hasta este recinto ubicado en plena avenida Javier Prado, una de las más transitadas de la capital, fue toda una odisea. Tráfico por aquí, congestión vehicular por allá, frío invernal y una noche estrellada fue la previa que disfrutamos antes de ver en el escenario, en algunos casos, por primera vez a Juanes, quien no llegó solo, pues Fonseca lo acompañó en el concierto y ambos, nos hicieron vivir una verdadera parranda colombiana el pasado 29 de agosto.

Tras esa osadía, comenzaba otra. Buscar el fin del enorme gusano que se creó en el frontis del recinto para poder ingresar fue difícil, pero no imposible. La cola avanzaba, pero no nos daba señal de que estemos cerca de Arena Perú sin embargo, las ganas de ver a estos dos grandes músicos colombianos hacía que la espera sea satisfactoria y es ahí en ese lugar donde, en muchos casos, se conocen acompañantes para cualquier evento así vayas solo (como es en este caso) al Origen Tour de Juanes.

“Hace frío, pero no importa porque el concierto promete”, me cuenta una jovencita que estaba emocionada al ver por primera vez a su amor platónico de adolescencia. Ella estaba feliz, emocionada, algo así como un niño con juguete nuevo.

El reloj corría y después de una larga caminata, pasamos el primer pórtico musical. La histeria y emoción creció para todos, estábamos a pocos metros de tener a Juanes y Fonseca más cerca que nunca.

Las flores de Fonseca

Volvimos a pasar otro pórtico y la chica que había conocido en la cola de la calle se despidió con un “pásala mostro”. La aventura se hacía más intensa y solo en el planeta, ahora la misión era encontrar una buena ubicación para disfrutar del concierto organizado por Live Studio demostrándonos que el Perú es un destino especial para grandes espectáculos.

Empujones, típico de todo concierto, llegamos al medio de la explanada para cantar y bailar con Juanes y Fonseca. Nuevamente los minutos avanzaban y, otra vez, conoces gente. Es ahí en medio de la multitud que Ernesto, ‘Foncho’, Sara y Katty se convirtieron en los acompañantes del concierto. “Ven, vamos a hacer grupo para ver el concierto”, me dicen y luego de compartir varias anécdotas de nuestra infancia, el escenario se iluminó con la presencia de Fonseca.

Al verlo sobre el estrado, las muchachas entraron en histeria colectiva. Gritaban mismas chiquillas de hoy cuando, por ejemplo, están cerca de los BTS y esperaban bailar con las fiesteras canciones del colombiano, uno de los primeros cantantes del 2000 que inició la ola del latin pop.

“¡Lima del alma!… quiero decirles de corazón que siempre es bueno regresar aquí. Gracias por la buena onda, la gratitud de ustedes y bienvenidos a esta parranda”, expresó Fonseca tras aparecer frente al público que seguía coreando sus canciones y en ese momento, una bandera colombiana empezó a flamear entre el público algo que lo emocionó por completo al hacer sonar el clásico acordeón que siempre lo acompaña.

Arroyito, Te mando flores, Eres mi sueño y todas las canciones de Fonseca nos hicieron mover los pies a los presentes y después de casi dos horas, le dio el pase a su compatriota, Juanes, que fue ovacionado como una verdadera estrella de rock.

Juanes inmortal

El característico sonido de su guitarra nos hizo delirar como en el 2002, un sonido único que solo Juanes lo puede lograr. Él estaba ahí, frente a su público que creció escuchando sus canciones y que se adaptó a todas las tendencias musicales que aparecían a lo largo de estos años.

“Qué emoción. Lo amo”, me confiesa Katty quien soltó una lágrima de la emoción al verlo a pocos metros de ella. Una escena que fue repetitiva en varias mujeres, y por qué no, algunos varones que también son fanáticos del rockero.

Con su clásica guitarra eléctrica, Juanes hizo delirar a los presentes.

“Estar aquí es increíble. Después de 14 años estoy con ustedes, muchas gracias Lima por estar esta noche conmigo”, dice Juanes ante su público que lo admira y mientras tocaba los temas de su último disco, Origen, donde le rinde tributo a las grandes cantantes latinos, el público no paraba de bailar.

Un momento mágico que culminó cuando se amarró su lacio cabello negro para cantar el clásico tema de Juan Gabriel, Querida. Pero esa no fue la sorpresa que tenía para nosotros, había guardado una especial.

“Ustedes me han hecho muy feliz al estar aquí, pero les quiero pedir permiso para cantar con ustedes, ¿Me lo permiten?”, pregunta para ser respondido con un contundente “Si”, entonces, con micrófono en mano Juanes agrega lo siguiente: “Gracias, por favor háganme espacio que bajo donde están ustedes”.

Esto provocó un éxtasis total en el Arena Perú. Juanes saltó del escenario, se ubicó en medio del público, cogió su inseparable guitarra y empezó a entonar uno de sus temas clásicos: Para tu amor.

Fueron cerca de 4 minutos que todos tocamos la gloria al tener a Juanes ahí, cerquita, y encima cantándonos al oído. Algo que nos demostró que es un cantante íntegro y sin poses para su público que acude a escucharlo cantar.

Después de este momento celestial, siguieron La camisa negra, A Dios le pido y todos sus temas icónicos que nos hicieron cantar a viva voz y a todo pulmón. Pero eso no fue todo, en un momento del show Juanes se colocó con mucho cariño un chullo peruano que se lo regaló uno de su fans junto a nuestra bandera, otra escena que provocó la alegría infinita.

Fueron más de cuatro horas de un concierto magistral, horas donde volvimos a ser púberes y donde dejamos los problemas de lado para vivir un concierto de antología. Ernesto, ‘Foncho’, Sara, Katty y yo, ahora, empezábamos otra aventura, salir del recinto y sobre todo poder conseguir algún medio de transporte para irnos a nuestras casas, pero como la unión hace la fuerza, pudimos hacerlo pese a las diversas trabas del camino.

En el camino me quedé pensando que el universo sin Colombia sería aburrido, triste y sin ganas de bailar. Este país sudamericano tiene grandes artistas y una música que nos alegra, pero sobre todo nos llena de positivismo. Gracias Colombia.