La vitamina C y el zinc son nutrientes importantes para prevenir los síntomas de la gripe y los resfriados. La vitamina c es hidrosoluble y antioxidante y esto la convierte en un elemento importante para la piel y los huesos.
Esta vitamina se encuentra en las frutas y vegetales. Por otro lado, el zinc es un importante mineral que el cuerpo humano necesita y que es sumamente necesario para el sistema inmunitario, por lo cual te ayuda a mantener una vida saludable.
Por ello, se recomienda el consumo diario de la vitamina C y el zinc, ya que estarás contribuyendo a tu salud y así podrás prevenir enfermedades a largo plazo. En esta nota te diremos cuáles son los beneficios de la vitamina C y el zinc y cómo ayudan a tu organismo.
Beneficios de la vitamina C
- Ayuda a reparar y mantener el cartílago de los huesos y dientes.
- El antioxidante ayuda a prevenir enfermedades como el Alzhéimer y la arterioesclerosis.
- Sana heridas y forma tejido que ayuda a cicatrizar rápidamente.
- Previene enfermedades cardiacas, ya que disminuye el colesterol evitando que la grasa se adhiera a los vasos sanguíneos y así reducir la posibilidad de sufrir infartos.
- Consumir vitamina C permite que los resfriados sean cortos o con síntomas muy leves.
Beneficios del zinc:
1. Estimula el sistema inmunológico, ya que el zinc es necesario para que las células inmunitarias funcionen correctamente, lo que significa que una deficiencia de este ingrediente puede conducir a un sistema inmunológico debilitado.
2. Ayuda en la fertilidad pues el zinc desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los óvulos. La deficiencia de zinc puede afectar a la fertilidad masculina. Por lo tanto, se recomienda que hombres y mujeres controlen su consumo.
3. Estimula la curación de las heridas y alivia la inflamación. Asimismo, puede promover la síntesis de colágeno y todos estos efectos son esenciales para la cicatrización adecuada.
4. Reduce la inflamación: algunas inflamaciones no están relacionadas con lesiones o estrés, sino con nuestro ADN. La inflamación está ligada al estrés oxidativo, un estado en el que existe un desequilibrio y el zinc puede disminuir el estrés actuando como antioxidante en el cuerpo.