Si te gustan las historias de búsquedas de tesoros, astucia y mucha acción, «Estafadores al acecho» (Low Life) es la serie perfecta. Ambientada en 1977, este K-Drama de Disney+ te sumerge en una época donde el rumor de un barco hundido provoca una verdadera «fiebre del oro» que enfrenta a cazafortunas, criminales y gente desesperada.
La trama inicia con el rumor sobre un barco imperial chino naufragado frente a la costa coreana. Para Gwanseok y su sobrino Heedong, dos hombres que luchan por sobrevivir, la historia representa una oportunidad única. Ellos dejan todo atrás y se embarcan en una arriesgada aventura submarina con la ilusión de encontrar el tesoro y cambiar su suerte para siempre.
Pronto, la búsqueda del tesoro se convierte en una guerra. Ambos personajes descubren que no son los únicos tras el botín. Tienen que competir y enfrentarse a otros cazadores, estafadores profesionales y organizaciones criminales. La serie muestra cómo la codicia saca lo peor de las personas, forzando a los protagonistas a tomar decisiones moralmente dudosas.
Reparto
La serie triunfa gracias a su elenco principal. Ryu Seung-ryong, conocido por sus papeles intensos en Moving y Kingdom, lidera el reparto. Junto a él, Yang Se-jong e Im Soo-jung completan un trío que equilibra la acción con un drama personal convincente. Su presencia garantiza una calidad actoral que eleva la historia de estafas y supervivencia.
Un viaje a la década de los 70
La ambientación de 1977 juega un papel crucial. «Estafadores al acecho» recrea con detalle la atmósfera de la época en Corea, donde la lucha por el dinero y la influencia definían la vida diaria.
Fuerza en la dirección
Detrás de cámaras, el director Kang Yun-seong (The Outlaws) sabe cómo manejar el género de crimen y acción. Él imprime un ritmo constante y una sensación de peligro inminente a cada episodio.
Si buscas un k-drama que te ofrezca algo diferente al drama romántico, esta es tu opción. «Estafadores al acecho» es la mezcla de crimen, acción y supervivencia con una búsqueda de tesoros adictiva. La serie te da giros constantes, obligándote a preguntar en quién puedes confiar hasta el último momento.