Federico Kukso sobre el fenómeno Jurassic World: “La región vive un gran boom de la paleontología”

Magacín 24.7 conversó con el divulgador argentino Federico Kukso a propósito del binge-watch exclusivo de la saga Jurassic Park.

Federico Kukso destaca el valor emocional y cultural de la saga. (Foto: Universal Pictures)

A más de tres décadas del estreno de Jurassic Park, la saga jurásica regresa con fuerza gracias a la maratón de sus seis películas en Universal+, disponible desde el 1 de julio. En ese marco, conversamos con el periodista científico y autor argentino Federico Kukso, cuya fascinación por los dinosaurios lo llevó a escribir Dinosaurios del fin del mundo, uno de los libros más comentados en su rubro.

Desde la influencia que tuvo Jurassic Park en el auge de la paleontología, hasta las preguntas éticas que plantea la saga sobre la ciencia y la tecnología, Kukso analiza por qué seguimos tan cautivados por estos seres extintos. Además, reflexiona sobre el poder del cine como detonante de curiosidad científica y herramienta educativa para nuevas generaciones.

A más de 30 años del estreno de Jurassic Park, ¿por qué creés que los dinosaurios siguen fascinándonos a todos nosotros?

Es un tema fascinante, y lo interesante es que no atrae a un público en particular: es un fenómeno global. A mí lo que más me atrae de los dinosaurios es que nos hablan de un planeta sin humanos. Estos animales dominaron la Tierra durante más de 260 millones de años, mientras que el ser humano apenas lleva unos 300 mil. Me asombra su diversidad, cómo se adaptaron a todos los espacios del planeta. Algunos eran enormes, otros diminutos. Y eso también es clave: cómo el cine logró reconstruirlos y mantener vivo ese imaginario tan poderoso.

Esta saga nace del cruce entre ciencia y entretenimiento. ¿Cómo creés que ha influido en nuestra forma de imaginar el pasado y pensar el futuro?

La gran fuerza de Jurassic Park está en cómo cambió nuestra relación con la ciencia, especialmente con la paleontología. Antes de 1993 se conocían unas 300 especies de dinosaurios; hoy se han identificado más de 3000. Ese salto está ligado al fenómeno de la “dinomanía” que la película ayudó a generar. Hasta entonces, el interés por los dinosaurios era casi exclusivo de científicos y entusiastas. Spielberg lo volvió masivo. Eso trajo financiamiento, vocaciones científicas y nuevos hallazgos. En casi todos los países de Sudamérica (incluido el Perú) se han descubierto especies nuevas. Hoy la región vive un verdadero boom paleontológico. Además, muchos paleontólogos actuales crecieron influenciados por esta saga. Más que películas, Jurassic Park y Jurassic World se convirtieron en un fenómeno cultural que despierta asombro y curiosidad.

¿Qué opinás de que el cine recurra a científicos como asesores, como hizo Spielberg con Jack Horner?

Me parece fundamental. En el caso de Jurassic Park, el consultor principal fue Jack Horner, y de hecho, el personaje del paleontólogo está basado en él. Hoy en día, cada entrega de la saga cuenta con asesores científicos, lo cual le da una cuota de verosimilitud muy valiosa. Obviamente, hay que tener en cuenta que estas no son películas científicas ni documentales: son ficciones pensadas para entretener, y por eso toman ciertas licencias. Pero lo interesante es que, a pesar de esas libertades, muchas veces generan una sensación duradera de asombro y curiosidad. Salís del cine con otra imagen de los dinosaurios, aunque no sea 100 % precisa. Y eso también es importante. A lo largo de las películas, por ejemplo, empezamos a ver dinosaurios con plumas, algo que antes no aparecía. Eso refleja cómo la ciencia avanza y cómo el cine puede actualizar esa imagen. Cada nuevo hallazgo es como una pieza de un rompecabezas que reconfigura todo. Y al tener la saga disponible en Universal+, el público tiene la posibilidad de volver a verla, descubrir nuevos detalles y conectar con ese asombro una y otra vez.

Desde tu mirada como divulgador, ¿qué película de la saga te parece la más precisa científicamente y cuál la más fantasiosa?

Mis favoritas son las dos primeras, especialmente porque los protagonistas son paleontólogos. Eso me parece increíble: científicos como personajes centrales en una megaproducción. A partir de Jurassic Park III ya se nota un cambio, y en las últimas entregas el foco se desplaza hacia figuras más heroicas o de acción, como el domador de dinosaurios.

En cuanto a la más fantasiosa, diría que son justamente las más recientes. Se alejaron de la idea original de revivir dinosaurios extintos para empezar a crear nuevas especies híbridas con mutaciones por ingeniería genética. No digo que sea algo absurdo, pero personalmente me interesa más la reconstrucción de criaturas que realmente existieron, no tanto esas invenciones. Las dos primeras, además, se basan en las novelas de Michael Crichton y tienen esa rúbrica de Spielberg que marcó un tono muy diferente al del resto de la saga.

Por último, ¿creés que este maratón de películas puede tener un valor educativo?

Más que educativo en un sentido formal, diría que tiene un enorme valor emocional. Si estas películas logran que un chico, una chica o cualquier persona termine de verlas con curiosidad, con ganas de saber más sobre los dinosaurios, ya cumplieron su misión. Muchas vocaciones científicas nacieron así. De hecho, gran parte de los paleontólogos actuales crecieron viendo Jurassic Park o Jurassic World. Es una generación marcada por esa experiencia.

No importa tanto si el velociraptor era más chico o si hay errores científicos. Lo que importa es el efecto que provocan: ese “quiero saber más”. Que alguien se pregunte, por ejemplo, si en Perú hay paleontólogos, o dónde se estudia esto. Esa chispa es fundamental. Y sí, también pueden ser un gran recurso para las escuelas. Ver estas películas puede servir como punto de partida para aprender, para discutir qué es correcto y qué no, y para mirar la ciencia con otros ojos. El cine puede ser una puerta de entrada poderosa al conocimiento.