La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentó en Lima la versión preliminar de la guía explicativa del Tratado de Alta Mar (BBNJ), un documento técnico que busca facilitar la comprensión e implementación del acuerdo internacional destinado a proteger la biodiversidad más allá de las 200 millas. La presentación se realizó en un evento coorganizado por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.
El Tratado de Alta Mar surge en un contexto de creciente presión sobre los ecosistemas marinos. Actividades como la pesca industrial, el transporte marítimo y la investigación, sumadas a los efectos del cambio climático y la contaminación, afectan especialmente a las zonas situadas fuera de la jurisdicción de los países, que representan el 64 % del océano y que hasta ahora no contaban con un marco legal específico de protección.
El acuerdo, firmado por más de 145 países y que entrará en vigor el 17 de enero de 2026 tras superar las 60 ratificaciones, establece reglas para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad en aguas internacionales. El Perú firmó el tratado en junio de este año y se encuentra en proceso de avanzar hacia su ratificación.
Durante la presentación, Alejandro Iza, director del Centro de Derecho Ambiental de la UICN, destacó que la guía explicativa representa un avance clave hacia la construcción de un régimen global de gobernanza oceánica. “La salud de los océanos es proporcional a la salud de las personas. Más del 90 % de este hábitat concentra niveles críticos de diversidad biológica. El fortalecimiento de capacidades y la cooperación científica serán esenciales para su implementación”, señaló.
Desde el enfoque científico, Ximena Vélez-Zuazo, directora de los programas en Perú del Smithsonian Conservation Biology Institute, subrayó la necesidad de incorporar criterios biológicos y ecológicos en la toma de decisiones sobre alta mar. Recordó que muchas especies migratorias cruzan diferentes jurisdicciones y que su protección requiere mecanismos coordinados entre países. “Integrar la ciencia en la gestión internacional permitirá garantizar la salud de ecosistemas que no reconocen fronteras”, indicó.
El Tratado de Alta Mar aborda cuatro ejes principales: el acceso y distribución equitativa de beneficios de los recursos genéticos marinos; la creación y manejo de áreas marinas protegidas; las evaluaciones de impacto ambiental para actividades en alta mar; y el fortalecimiento de capacidades junto con la transferencia de tecnología marina.
Para el Perú, su ratificación significaría un paso decisivo para reforzar su compromiso con la protección del océano global. Según Librado Orozco Zapata, director de Soberanía, Límites y Asuntos Antárticos de la Cancillería, “ya se cuenta con 75 ratificaciones y esperamos que el Congreso del Perú lo apruebe muy pronto. Este tratado gobernará el alta mar a través de un marco jurídico unificado y global”.
Con la implementación del Tratado de Alta Mar, el país fortalecerá su rol en la diplomacia oceánica, alineando su histórica vocación marítima con los objetivos de conservación y desarrollo sostenible.
Más información en: www.spda.org.pe

