En la búsqueda de un estilo de vida más sostenible y saludable, cada vez más personas están optando por el veganismo. Sin embargo, este cambio puede parecer desafiante al principio, especialmente en términos de nutrición y costos. Por ello, expertos en nutrición y sostenibilidad ofrecen valiosos consejos para aquellos interesados en adoptar este nuevo estilo de vida de manera económica y nutritiva, guiándolos a través de los elementos clave para lograr un veganismo equilibrado y accesible.
¿Qué implica optar por una dieta vegana?
El veganismo va más allá de excluir carne; implica eliminar cualquier producto de origen animal como lácteos, huevos y miel. Según Mónica Bamonde, nutricionista clínica especializada en alimentación basada en plantas, una dieta vegana bien planificada puede ser completamente saludable, siempre y cuando se asegure la ingesta adecuada de nutrientes esenciales como proteínas, hierro, omega 3 y vitaminas B12 y D.
Seguir una dieta basada solo en plantas también contribuye positivamente con el bienestar general. «El primer beneficio más notorio cuando haces la transición es el tema del estreñimiento, mejora muchísimo porque estás comiendo más verduras, por ende, más fibra. Te sientes mucho más ligero y duermes mejor porque las digestiones de las carnes son mucho más lentas», destacó Bamonde.
A pesar de los tantos beneficios a la salud, Bamonde enfatiza la necesidad de evitar el consumo excesivo de azúcares y alimentos ultraprocesados, comunes en dietas no balanceadas. El único nutriente que debe ser suplementado en una dieta vegana es la vitamina B12, esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. Bamonde advierte que la deficiencia de vitamina B12 puede causar anemia y otros problemas de salud, especialmente en mujeres en edad fértil.
Estrategias para un Veganismo Económico
Contrario a la creencia popular, ser vegano no tiene por qué ser más costoso. Bamonde sugiere priorizar alimentos frescos y locales como legumbres, verduras y cereales, y utilizar alternativas económicas como tofu y soya texturizada para platos tradicionales. La compra a granel y la planificación de comidas también son clave para mantener costos bajos. Por último, se aconseja informarse de fuentes confiables y consultar con un nutricionista para diseñar un plan alimenticio adecuado a tus necesidades.