Blogger Adriana Kouri: «Mi hijo es autista, pero no basta que yo lo quiera, también la sociedad»

Magacín 247 conversó con Adriana Kouri, la madre blogger, que sueña con dejar una sociedad llena de empatía para el futuro de sus hijos y que recientemente realizó una sesión de fotos a Natalie Vertiz, a quien conoce desde que le regaló su libro.

Adriana Kouri sobre estos últimos siete años: “el reto más grande de mi vida”. (Foto: Instagram)

Al ritmo de las manijas del reloj, es como vive su día a día, Adriana Kouri. Siempre ordenado y respetando un horario, sobre todo desde hace 7 años, cuando se convirtió en madre por primera vez de Galo, un pequeño que nació con autismo de grado dos y que le hizo dar un giro de 180º a su vida.

Desde que recibió la noticia, fueron su madre y después Carmen, la nana del pequeño, quienes siempre la han apoyado aparte de su esposo, su otro hijo y los especialistas. Un dato importante es que cifras del 2019, revelan que en el país, el 81% de las personas tratadas por TEA son varones.

En un inicio, como era de esperarse, el enterarse que su hijo tenía autismo, le chocó. Y es que, si bien ella goza de un buen carácter, siempre alegre y persistente ante la adversidad, el desconocimiento sobre ello, la llevaba a que se preguntase, cómo es que se sentía, ya que, él no dijo ni una sola palabra durante un largo tiempo.

Un par de años después, con dudas en la cabeza, por todo lo que había vivido, decidió tener a Mariano con ayuda psicológica y fue él, quien la hizo experimentar por primera vez lo que significa ser una mamá neurotípica.

Adriana además de ser madre de dos hermosos pequeños y tener una familia consolidada. Es fotógrafa, blogger y hasta influencer. Sin embargo, también durante un tiempo ejerció la carrera que había estudiado: hotelería.

Magacín 247 conversó con Adriana Kouri a tan solo horas del Día de la Madre, para conocer más a fondo justamente sobre su labor de mamá, su reto más difícil, cómo hace para organizarse durante el día a día y la vez que publicó su libro ‘El vuelo de Galo’.

Día de la Madre: Rutina y los hijos

Este año, Adriana pasará junto a su familia el Día de la Madre, en su casa. Pues prefiere ello, y mantener la tranquilidad de Galo, que salir algún lado.

Por otro parte, su rutina diaria, que la mantiene como dice ella “cuerda”, es siempre la misma: despertar, tomar de desayuno, ir al colegio, las terapias, volver, almorzar, salir al parque, ir al club, tomar un helado o quedarse en casa viendo televisión, hasta las 5 de tarde que se bañan, a las 6 cenan y a las 7 de la noche ya están durmiendo.

El qué significan hijos, para ella, es muy fácil de responder: “Mi motor para todo, de hecho, yo siento que mis hijos han sacado lo mejor de mí y han hecho de que yo sea quien soy hoy en día. Hay una Adriana antes de mis hijos y una después, me revolucionaron por completo…para poder sanar yo creo que pasas por problemas, por momentos difíciles, y eso es lo que hacen tus hijos. Te revuelven desde la raíz para poder sanarte finalmente para bien, eso es lo que yo siento que es la maternidad”.

Galo: Noticia del autismo

Adriana tiene un primo con el que creció y que ahora tiene 20 años. Él también es autista, aunque, de pequeña ella dice que el no tener conocimiento de qué es el autismo, la hacía muchas veces no ser tan tolerante y que quizás ello, es lo que pasa con las personas hoy en día, y por lo que al final no tratan bien a quienes son diferentes al resto.

Sobre el momento de cómo se enteró de la noticia de que su hijo tenía TEA, responde: “Me chocó horrible a pesar de que yo tengo buen carácter y lo manejo súper bien, siento que como no sabía exactamente qué era lo que pensaba, o que era lo decía, cómo qué pasaba por su cabeza, me perturba un poco, pensar de que él sufría, cuando después averigüé y él no sufre, él simplemente es como es”.

A ello, se le sumaba el miedo, porque no hablaba. “Teníamos muchísimo miedo de que nunca jamás diga una palabra, pero ya estábamos mentalizados de que si no hablaba, pues no hablaba y no pasa nada y ya veríamos cómo lo íbamos a manejar. En realidad no te queda de otra, solamente tener buena actitud”, añade.

Aunque, después de que Galo dijo sus primera palabras, también surgieron nuevos retos. Puesto que ahora tenía que hablar bien, ya que, a pesar de tener 7 años, no pronuncia aun como un niño de su edad, y el comportamiento de los menores dentro de las escuelas lo puedan llevar a que sufra de bullying.

Por ello, es que se resalta la labor de las terapias y sobre todo la paciencia que hay que tener con ellas, ya que, no siempre funcionan en un corto tiempo, sino son trabajos a un futuro, tal cual como paso con Galo.

Tuvo terapia del lenguaje desde el año, cuatro meses y recién hablo los tres y medio. En verdad no es que no sirva, sino que no es inmediato. Además, que la comunicación, no solamente son palabras, es un tema de apego con la profesora, con el papá, con la mamá. Si el niño no tiene necesidad absoluta para comunicarse, no lo va a hacer. Ellos no quieren comunicarse, tú tienes que crearle la necesidad de comunicarse.”, señala.  

‘El vuelo de Galo’

Adriana Kouri escribió este cuento por su hijo, buscando generar a la vez conciencia en los padres y los menores. Y fue justamente a través de este, como conoció a Natalie Vertiz, luego de regarle su escrito y que la conductora, revelará en sus historias lo impactante que le pareció y sobre todo que le gusto a su hijo Liam. Desde allí, ha nacido lo que podría llamarse una buena amistad.

Lo que busca con ‘El vuelo de Galo’, es: “Dejarle un mensaje positivo como una luz de esperanza para que la gente se empape con el tema, es mi manera de conectar. Al final los cuentos no solamente se son para conectar con los niños, sino que los papás a la hora de contárselos también se empapan del tema y hay un momento de conversación bonito, entonces es también un poco para que las papas, se involucran en el tema y les puedan hablar a sus hijos sobre ello”.  

Y es que, este cuento tiene además como finalidad, el tema de la inclusión, el respeto y la amistad, ante las personas que son de alguna manera diferente al resto. Asimismo, Adriana lo cuenta de una forma lúdica, convirtiéndose así en el método de trasmisión de información, perfecto.  

Proceso de aprendizaje

Adriana describe estos últimos siete años como “el reto más grande de mi vida”. De hecho, a lo largo del tiempo, siempre se ha parado de frente a lo que la vida la proponía, pero nunca a uno durara tanto.

7 años de chamba, de espera, de frustración, de miedo, de pena, de alegría, obvio de mucho amor incondicional, porque lo aceptamos como es, lo queremos como es, como debe ser, porque al final no o quieres a la gente como eso o no la quieras. Y sobre todo si tú si es tu hijo”, dice la blogguer.

Y es que además, resalta, de que lo único importante es que Galo tenga una vida autosuficiente y que esté feliz con lo que haga, ya que, el no toleraría hacer otras cosas, por lo que tratan sacar todas sus virtudes y explotarlo para que pueda vivir con ello y crecer en un futuro haciendo lo que quiera.

De la misma manera, la fotógrafa, sostiene de que en ningún momento le ha dicho a su hijo Mariano, que cuando no estén sus papás, él se tiene que hacer cargo de su hermano, puesto que no es responsabilidad suya.

No le doy una chamba a extra o una preocupación extra porque no me parece justo. Clásica de que el hermano con un problema tiene el hermano que te va a salvar, pero porque cargas ese niño con toda esta responsabilidad, yo creo que la única responsable soy yo, su papá y vamos a trabajar duro para poderles dejar lo que tenemos que dejarle”, agrega.

Sobre el legado que quiere dejar dice: “Mi grano de arena es obviamente tener un mundo más empático, donde él también sea recibido con cariño, con amor, con respeto y no tenga esa lucha más, sino que sea comprendido y que entonces la pase bien, que no haya este bullyng innecesario, que no haya esta discriminación, por así decirlo, para los niños que no hablan como tú, que no piensan como tú”.

Porque eso si mi hijo puede que se supere en muchísimos aspectos pero algo que es claro es que él nació autista, y va a morir autista y eso no lo vamos a poder quitar. Entonces hay que quererlo como es como te digo, pero no basta con su mamá lo quiera, sino que también la sociedad lo acepte y lo quieran como es”, finaliza.