Melina León y su ‘Canción sin nombre’: La directora de la película peruana precandidata al Óscar

‘Canción sin nombre’ es una película de 97 minutos precandidata al Óscar 2021. Este largometraje narra la historia de Georgina, una emigrante de provincia a Lima a quien le roban su hija recién nacida, que pedirá ayuda a Pedro Campos, un periodista del diario La Reforma. En Magacín 247 tuvimos la oportunidad de conversar con Melina León, la directora de este popular film.

El origen

Melina dice no recordar con certeza qué hacía antes de grabar su opera prima, ‘Canción sin nombre’. Me cuenta que vivía en Nueva York, trabajando freelance para diversas empresas, hacía livestreams para eventos de moda, editaba documentales, grababa eventos y hacía consultorías para algunas agencias. «Estaba en lo mío, pero no en el cine», recuerda.

Buscaba una idea para una película. Se fue a Nueva York para poder estudiar cine y estando allá, entre el 2006 y el 2007, recibe una llamada de su padre, el periodista Ismael León, quien le cuenta que una mujer francesa se comunicó con él. Esta mujer afirmaba ser una de las niñas vendidas al extranjero que fueron víctimas de una mafia de tráfico de bebés, una investigación realizada por Ismael para el diario La República en 1981.

«Para todos fue un shock. (…) Sentimos que era una señal del pasado. Era increíble que regrese este caso de tráfico de niños. Fue un impacto emocional que cualquier persona pudo tener, solo que yo buscaba una historia», me cuenta Melina. Fue ahí cuando comenzó la idea de lo que sería su opera prima. «Yo de hecho recuerdo haber escrito algo en esa época. Por lo menos una pequeña escaleta».

En un inicio, hubo una versión del guion que comenzaba con una llamada al periodista, que sería interpretado por Tommy Párraga. Solo que en esta versión el periodista era entrado en años. La hija del periodista también tendría un lugar en la historia.

Sin embargo, esta versión no prosperó, pues notó que no transmitía la intensidad del mundo de la madre. «El drama más potente está ahí (en la historia de la madre)», me relata Melina.

(Foto: Difusión)

La realización

Entre la primera idea de la película, nacida entre el 2006 y el 2007, y la filmación de la misma, que fue en el 2017, transcurrieron cerca de 10 años. Sin embargo, no trabajó esos 10 años en la película. Estaba trabajando para mantenerse en Nueva York.

«No son 10 años, es mucho menos tiempo. Cuando surge esta idea, no pude ofrecerle el tiempo que pudiera ofrecerle otra gente que se dedica al cine, que es gente muy privilegiada. (…) Los directores suelen ser gente de mucha plata. (…) En ese tiempo, yo estaba trabajando muchas horas para poder vivir en Nueva York. Además tenía que graduarme y ver cómo pagar mis cuentas», recuerda la directora.

Canción sin nombre (2019) - Filmaffinity
Portada de la película. Foto: Difusión.

«Realmente nos pudimos dedicar a la película cuando sale el primer fondo de DAFO, que fue en el 2014. Del 2014 al 2019 son 5 años, que sí te puedo decir que no recuerdo qué más hice en esos 5 años que no sea ‘Canción sin nombre’. (…) Antes de eso era darle el fin de semana a la película, una horita el día lunes porque salía temprano a la oficina», me explicó Melina.

La película, si bien está ambientada en Villa El Salvador, fue grabada en Pachacútec. La producción de la película tomó esta decisión debido a que la imagen de Villa El Salvador ha cambiado bastante desde los años ’80. Solo algunas partes, como el final de la película, fueron grabadas en el distrito original.

La selección de los actores fue un proceso largo. Cuando le pregunté a Melina si fue difícil encontrar actores que encajen con los personajes, me respondió que no le gustaba la palabra difícil. «Creo que difícil implica como si no existiera talento, pero en realidad hay tanta gente con tanto talento esperando la oportunidad de demostrarlo, de explotarlo», comentó.

(Foto: Difusión)

Una demostración de esto fue la elección de Pamela Mendoza para interpretar a ‘Georgina’. «Todo esto fue tan milagroso, después de tanta espera. (…) No podía creer que Georgina llegue a mí. Yo dije: No es posible que Arturo Mejía, el director de Arena y Esteras, me la presente en una foto de Facebook. Pensé: Va a aparecer incluso alguien mejor que Pamela Mendoza. No podía creer que fuera tan fácil. Que la vida también, así como te pone dificultades, te hace regalos maravillosos», me contó.

Lo realmente difícil, asegura, era llegar a Villa El Salvador todos los fines de semana, pues tomaba un carro hasta llegar a la estación del tren y luego tomar una mototaxi hasta llegar al lugar de grabación.

Durante el rodaje, lo más difícil fue aguantar el estrés de no tener el presupuesto completo sino hasta el último. «Si tienes el presupuesto completo puedes decidir: ya voy a grabar la película en 5 semanas. Pero si no tienes el presupuesto completo, puedes pensar «voy a tener que grabarla en 4, o 3, o 2. No sé quién hace eso (grabar en 2 semanas)», afirmó Melina.

Aún así tuvieron dificultades con las 5 semanas, pues el guion tenía más escenas que no iban a poder ser incluidas en las 5 semanas, por lo que tuvieron que cortarlo a último momento. Melina se mantenía fiel al guion que tenía mientras se acercaba el mes de rodaje, que se cumpliría a fines de mayo, y no contaban con todo el presupuesto. No sabían qué partes cortarían del guion, pero finalmente lograron cumplir las 5 semanas.

El nombre

El nombre de la película en un inicio era ‘Canción de cuna’, sin embargo, el co-escritor, Michael J. White, lo cambió por ‘Canción sin nombre‘. «Estaba un poco aburrido (Michael White) con el otro nombre que teníamos. Solo representaba el amor. No me dijo por qué le puso ‘Canción sin nombre’, solo me dijo que no le convencía el nombre original. Yo le decía que a mí me gustaba pero que tampoco me convencía», confesó.

«Representa la barbarie, el dolor, la angustia, la incertidumbre de la persona anónima que nadie la conoce y que tiene que enfrentarse a un Estado que la ignora, el invisibilizado», sostuvo León.

(Foto: Difusión)

El presupuesto

La tercera parte del presupuesto total de la película, que asciende a 650 mil dólares, fue otorgado por la DAFO mediante el Concurso nacional de proyectos de largometraje de ficción. «Este es el concurso que otorga más dinero», comentó Melina. «Los otros 2 tercios han ido llegando».

El segundo tercio de la película lo obtuvo gracias a un fondo internacional. «Es bien complicado ganar un fondo internacional cuando es tu primera película. Así les guste el corto, siempre hay mucha más confianza cuando ya tienes tu primera película y gustó, entonces apuestan un poquito más sobre seguro», aseveró.

Obtuvo otra parte del presupuesto gracias al financiamiento de IberMedia, ICA (Instituto de Cinema Audiovisual) y con cantidades menores provenientes de fundaciones estadounidenses y crowdfunding. «Un último empujón para postproducción lo conseguimos con ICA, un poco de lo que quedaba de IberMedia y el ingreso de la gente de ventas, que nos está permitiendo hasta ahora poner nuestras cuentas en orden», afirmó.

Expectativas

La película ha sido muy bien recibida por la crítica, lo cual agrada a Melina. «Que gente que sabe de cine diga «Tu película es buena», pues una se pone contenta, porque es gente que sabe de cine. (…) Hay críticos consagrados y crítica de otros que nadie conoce, todas son muy bien recibidas», me asegura Melina.

Durante el rodaje, Melina esperaba llegar a ser precandidata al Óscar. Hasta el último momento lo esperaron, pero no sabían si lo conseguirían. «Había una duda, pero sí queríamos ser nosotros. (…) No estábamos confiados. (…) Uno nunca sabe», me cuenta.

El estreno trunco

La película iba a ser estrenada en abril del 2020, según me cuenta Melina, porque tenía sentido. «Es un mes en el que el sofoco del verano baja, es un mes tan bello, con sol pero ventiladito, la gente retorna de vacaciones. Era un mes bello para nosotros. Era desearle lo mejor a la película, y la entregábamos en el mejor de los climas», explicó.

Sin embargo, la llegada de la pandemia impidió que la película se estrene en la fecha programada. Los países que ya habían comprado la película se acomodaron. Esperaban podre estrenar la película en junio, mes que coincide con el cumpleaños de Melina. Sin embargo, tampoco fue así. Tuvieron que esperar nuevamente, esperaban que la pandemia termine en agosto y así poder estrenar la película en octubre. No fue así.

La película ya estaba vendida a Netflix mucho antes del estreno. Sin embargo, debido a las disposiciones sanitarias producto de la pandemia, Netflix le ofreció una suma ligeramente mayor de dinero para poder estrenarla en su plataforma, a lo que Melina y su equipo se negó. Esperaban que los cines vuelvan. «Quisimos esperar hasta el último (…) Hasta que dijimos: Esto no se va a solucionar pronto. Esto va a demorar mucho más de lo que imaginamos», cuenta. Recién se darían cuenta de esto en julio. Inmediatamente iniciaron los trámites para estrenar la filmación en Netflix.

El cine en Latinoamérica

Para Melina, el cine latinoamericano, en general, está en problemas. «Las 2 grandes potencias latinoamericanas de cine, que son Brasil y Argentina, están en problemas. Bolsonaro destruyó la maravillosa industria que tenían los brasileños, destruyó el apoyo al INCE (Instituto Nacional de Cinema Educativo), les quitó el financiamiento de un día para otro. (…) Los brasileros por ahí andan luchando, pero con todo en contra», afirma.

«En el caso de Argentina, como la economía está tan mala, también tienen problemas graves porque a cada rato se devalúa su economía. Es como que ganas hoy día un premio, pero no sabes cuánto va a significar esa plata (…). No saben como coproducir porque no saben cuánto va a valer su moneda», comentó. «Además, me contaron que no se sabe cuándo te van a entregar el dinero. No hay ese orden que hemos logrado mantener con la gente de DAFO».

«En Chile también sé, de primera mano, que la situación es trágica con este gobierno de derecha que tienen. La derecha suele ser muy enemiga de la cultura», agregó.

Sin embargo, tiene una visión optimista del cine peruano. «El cine peruano va en ascenso, ojalá que no nos suceda lo mismo, ojalá que no venga un gobierno de porquería que nos corte el financiamiento y nos dejen en la calle. Ojalá que no suceda eso y que continúe el ascenso», señaló.

Nuevos proyectos

Melina está trabajando en nuevos proyectos. «Quiero hacer una película en el Cuzco. Cuando no estoy dando entrevistas, pienso y escribo un párrafo (…). Es sobre una adolescente que descubre que tiene epilepsia, es decir descubre la posibilidad de la muerte, descubre que la vida se le puede acabar y descubre también que es una artista. Vamos a ver que va a hacer ella con todo esto», adelantó.

Melina León, directora de ‘Canción sin nombre, en videollamada con Magacín 247. Foto: Captura de pantalla.