Al recordar mi primer desfile de moda como diseñador, tengo que hablar de mis inicios. Llegué desde Ica a Lima y al principio pasé por momentos difíciles. Me di cuenta de que tenía gusto por la moda cuando empecé a trabajar como vendedor en Ermenegildo Zegna. Siempre lo había tenido, pero entrando a esta tienda pude darme cuenta de esto.
Mis amigos siempre me lo decían. Estudié Administración, tuve muchos trabajos desde ese entonces. Fui mozo, empaquetador, vendedor de puerta a puerta, siempre disfruté de todos esos trabajos, nunca renegué, fuese cual fuese el trabajo.
Me gustaba que mis jefes me dijeran que hacía bien mi trabajo, por eso siempre trataba de disfrutármelos. Siempre era el mejor trabajador del mes y siempre trataba de hacer incluso más de lo que pedía, creo que el trabajo siempre edifica.
Cuando entré a trabajar a esa tienda como vendedor, empecé a cambiar los maniquíes, sentía que me gustaba muchísimo esto. Empecé comprando ropa y vendiéndola, la vendía en mi casa, me iba a las casas de mis amigos y les vendía.

Puse una tienda pequeña en Larco, estuve un año allí. Me pasé a otra tienda más grande y luego a otra más grande. Cada vez iba escalando más y más y cuando estoy en la tercera tienda, me piden hacer un desfile como marca en Expotextil, no me sentía tan preparado porque no estudié diseño, pero me lancé.
Empecé a investigar cómo hacer una colección, me las ingenié y la creé con saldos de exportación. Esa colección le gustó a la gente y luego me invitaron a hacer un desfile como Yirko Sivirich y no como marca. Mi primer desfile fue en República Dominicana, un 22 de febrero de 2012 y lo hice un poco más grande que ese primero, hice desde los zapatos, sandalias, camisas, ropa de baño, tenía más de 30 salidas, casi el doble de las que tuve cuando realicé el desfile en Expotextil. ¡Le gustó a todo el mundo!

Desde ese momento me repotencié y de ahí me empezaron a invitar a muchos más desfiles, hice casi diez desfiles fuera, y luego, recién a casi un año de haberlos hechos, hice mi primer desfile en Lima, en el Lima Fashion Week, en donde participé como nuevo talento. Esos dos primeros desfiles definitivamente me marcaron.
Luego de eso, fui nominado en los Premios Luces, en los Premios Barrington gané como la mejor colección del año, me gané una beca para estudiar en Italia dos meses, siempre he competido conmigo mismo, tenía que superarme o mantenerme a mí mismo.
Entonces, pasé de hacer un primer desfile con saldos de exportación a hacer mis propias telas, a sublimar y a gozar de todo esto. Por eso creo que hay que disfrutar siempre del paso a paso, a veces es malo saltárselos, siempre tenemos que disfrutar del crecimiento, de aprender, nunca dejamos de hacerlo.
Desde ese primer desfile se me viene a la mente una especie de flashback de todo lo que he pasado. Después de cada desfile me pongo muy nervioso, esos 30 segundos que salgo a la pasarela no me lo creo cuando siento que cuando escucho aplaudir a la gente o gritar mi nombre. Se me viene a la mente todo lo que pasé cuando me vine de Ica, no tenía nada, pasé momentos difíciles, me tocó dormir en el suelo y poco a poco he ido avanzando y creciendo.
Hasta ahora, aún cuando tenga problemas, trato de estar risueño, llevándole la contra a los inconvenientes que puedan surgir. Me gustaría que todos supiesen que hay que tener paciencia, nada cae de la noche a la mañana. La perseverancia da resultados buenos, por eso tenemos que lanzarnos, no tener miedo. Si no te lanzas, no sabes si te irá bien o mal, y si te va mal, que también me ha pasado, tenemos un abecedario completo para intentar un plan diferente.