En la actualidad, muchos de nosotros pasamos gran parte del día encorvados sobre una computadora, rodeados de tareas y plazos. Este estilo de trabajo de oficina puede tener un impacto negativo en nuestra salud, provocando problemas como dolor crónico y mala postura. Mantener un cuerpo saludable se vuelve complicado en este contexto.
A pesar de establecer objetivos de acondicionamiento físico, ir al gimnasio después del trabajo puede ser un desafío debido al cansancio y las responsabilidades laborales. Sin embargo, con algunos ajustes simples en tu rutina diaria, puedes sentirte más energizado y motivado para alcanzar tus metas. Aquí hay algunas estrategias para mejorar tu bienestar y tener un cuerpo saludable mientras trabajas.
Mantén una postura correcta
Es fundamental prestar atención a la postura, incluso si pasas mucho tiempo sentado. Siéntate con la cadera y las rodillas en un ángulo de 90 grados. Mantén la espalda recta y los hombros relajados.
Una mala postura puede afectar tu entrenamiento al desalinear la columna vertebral y perjudicar el equilibrio, incluso si utilizas técnicas de ejercicio adecuadas. Además, puede causar dolor de cuello por encorvarse sobre el escritorio. Corrige tu postura si notas que te encorvas; es un hábito fácil de cambiar y crucial para tu salud.
Cuida tu alimentación
Es fácil consumir muchos bocadillos en el trabajo. Evita esto con cambios simples. No te saltes el desayuno; te ayudará a impulsar tu metabolismo después de dormir y evitará antojos de alimentos grasos. Si tienes poco tiempo por la mañana, ten avena instantánea o cereal en tu escritorio.
Prepara tu propio almuerzo y snacks para evitar opciones poco saludables a media tarde. Algunas opciones saludables incluyen zanahorias pequeñas, nueces o frutas.
Bebe muchos líquidos
Debes beber entre 8 y 10 vasos de agua al día. Llenar tu botella de agua también te ayudará a mantenerte activo. Tómate un descanso del trabajo y camina hasta el dispensador de agua para añadir algunos pasos a tu rutina diaria.
El agua te ayuda a mantenerte alerta, hidratado y saciado, combatiendo el hambre prematuro. Evita las bebidas gaseosas y el café del mediodía; opta por té verde, que te hidratará y fortalecerá tu sistema inmunológico.
Encuentra tiempo para caminar y moverte
Para mantenerte activo en un trabajo de escritorio, comienza con una actividad simple como caminar. Estar sentado durante mucho tiempo puede afectar la postura y los músculos. Incorpora movimientos regulares a lo largo del día.
Para obtener pasos adicionales, estaciona más lejos y usa las escaleras. Camina con un compañero de trabajo durante el almuerzo. Toma llamadas de pie, camina hacia el escritorio de un colega en lugar de enviar un correo electrónico, o bájate una parada antes si usas transporte público.
Realiza ejercicios de escritorio durante el día
Combate el sedentarismo integrando ejercicios de escritorio y estiramientos en tu rutina. Incluso si no puedes alejarte de tu escritorio, pequeños entrenamientos sentados pueden fortalecer y tonificar tus músculos.