El suicidio es uno de los trastornos de salud mental más comunes a nivel mundial, aunque a menudo se le presta poca atención debido a los tabúes y estigmas presentes en la sociedad. Es por ello que, para abordar este inmenso problema, se estableció a nivel internacional que todos los 10 de septiembre de cada año se conmemore el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
La importancia de la salud mental
Esta significativa fecha, establecida en coordinación por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), simboliza el compromiso global con la crucial tarea de prevenir el suicidio, una problemática global que cada vez se hace más frecuente y que puede evitarse con un abordaje y tratamiento correcto.
Tomando en contexto esta importante efeméride, conversamos con la doctora Carmen Bravo de Rueda que se destaca como psicóloga en la Clínica Ricardo Palma y nos hablo sobre la importancia de la salud mental: “Una persona necesita contar con una salud mental optima para poder desarrollarse de manera adecuada en su entorno y es por ello por lo que este campo debería tener mayor apoyo y atención a nivel mundial”.
Uno de los objetivos clave al conmemorar este día es aumentar la conciencia sobre la prevención del suicidio a nivel global. Frente a ello, Bravo de Rueda señala: “Son raras veces que las personas propensas a cometer suicidio solicitan la ayuda de un especialista y es por ello que a la mínima señal de alerta debemos ofrecer apoyo emocional de manera asertiva”.
La prevención del suicidio puede alcanzarse mediante la implementación de diversas estrategias, incluyendo el papel de los profesionales de la salud y la difusión de mensajes positivos e informativos. Estos esfuerzos deben fomentar un diálogo abierto sobre la salud mental en diversos entornos, como el hogar, la escuela y el lugar de trabajo. Además, es crucial incluir a las personas que están en riesgo o que han sido afectadas por el suicidio, para que puedan compartir sus experiencias, expresar sus sentimientos y buscar apoyo profesional.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Del mismo modo, es importante poder detectar los motivos que estarían impulsando al paciente a cometer suicidio. “Es esencial poder estar atento a los detalles, los suicidios se dan mayormente por trastornos y hay que observar aquello que lo causa. Hay múltiples motivos que pueden ser las causantes, tales como la soledad, el bullying, las preocupaciones del hogar, la perdida de un ser querido, entre otras tantas”, añadió Bravo de Rueda.
Algunas señales que pueden dar alerta de casos como estos son:
- Cambios en el comportamiento: Aislamiento social, retirada de actividades que solían interesarles, y un cambio en la rutina diaria.
- Estado de ánimo deprimido: Sentimientos persistentes de tristeza, vacío, desesperanza o desesperación.
- Comentarios sobre el suicidio: Hablar abiertamente sobre querer morir, desear no haber nacido, o frases como «Todo sería mejor si ya no estuviera».
- Desaparecer de la vida social: Alejarse de amigos y familiares, evitar el contacto social y pasar mucho tiempo solo.
- Comportamiento autodestructivo: Participar en actividades peligrosas o autolesionarse.
- Cambios bruscos en el estado de ánimo: Pasar de estar deprimido a repentinamente sentirse aliviado o tranquilo, lo cual puede ser una señal de que la persona ha tomado una decisión sobre su suicidio.
Una intervención adecuada
Finalmente, la especialista señaló la importancia de una comunicación constante en el entorno familiar y la atención oportuna frente a estos casos: “La comunicación es algo esencial que puede ayudarnos a alertar sobre posibles casos donde se pueda cometer un suicidio. Es importante mantener una comunicación adecuada, especialmente en los jóvenes que se encuentran pasando por cambios hormonales y que se encuentran propensos a trastornos a causa de ello”, finalizó la psicóloga.
Del mismo modo, se aconseja siempre una correcta intervención con la ayuda de un especialista en salud mental, que pueda ofrecer el soporte a los pacientes propenso a quitarse la vida. Es importante estar pendiente del entorno que nos rodea, ya que ello influye en nuestros comportamientos y estabilidad emocional.