Enrique Bunbury le dice ‘adiós’ a los escenarios y shows en vivo. El cantante reveló que ha tomado esa decisión por los problemas de salud que padece, lo que le impide cantar a su público en conciertos.
“He tomado la decisión, muy meditada y consciente, de abandonar mi actividad interpretativa, en los conciertos y tours. Los conciertos que quedan pendientes de aquí a septiembre de 2022 en Estados Unidos y España serán los últimos que realice”, comienza el comunicado de Bunbury a través de su cuenta de Instagram.
El rockero tiene un problema en la garganta que le afecta la voz impidiéndole cantar, quedando sin voz en los conciertos. Enrique, además cuenta en el comunicado, que, durante la pandemia, creyó había mejorado es por ello, que hizo su gira por México.
La gira solo fue la confirmación de un problema de salud: “El parón de las giras internacionales, el 20 y el 21, me hizo pensar que quizás mi mal se había diluido y las ganas de reencontrarme con público, técnicos y músicos encima de un escenario era una fuerza mucho más poderosa. Lo que me ha sucedido en esta gira mexicana corrobora todo lo contrario, y confirma y adelanta una decisión que sabía cercana”, agregó.
Asimismo, el hecho de subirse al escenario le ha causado dolor corporal. “He escuchado diferentes nombres y diagnósticos. La realidad es que mi garganta se cierra e irrita, y mis vías respiratorias dificultan el más leve ejercicio y la ejecución de mi trabajo. De manera que lo que normalmente era un placer y deleite se ha convertido en fuente de inmenso dolor y sufrimiento. Nada de esto me ocurre jamás si no estoy de gira”, añadió seguidamente.
No obstante, Enrique Bunbury recalcó que no dejará la música en su totalidad, pues indicó que aún compondría canciones, grabaría discos y otras actividades como pintar y escribir libros de poesía.
Por otro lado, le dio las gracias a sus seguidores por el apoyo incondicional. “En estos 35 años, me he subido a los mejores escenarios del mundo y algunos de los peores, he actuado delante de 25 personas y de 250.000 y, en la mayoría de ellos, he tenido la fortuna de disfrutar de una época en la que no se veían ni mascaretas ni celulares”.