Montaña Huayna Picchu reabre sus senderos y vuelve a recibir turistas tras cierre temporal

El acceso al famoso mirador de la ciudadela estuvo cerrado por deslizamientos, pero ya opera en dos turnos diarios.

Tras semanas de cierre, Huayna Picchu vuelve a recibir turistas. (Foto: Difusión)

La emblemática montaña Huayna Picchu, parte esencial del conjunto arqueológico de Machu Picchu, volvió a abrir sus puertas al turismo este lunes 28 de abril, luego de estar cerrada temporalmente por deslizamientos causados por lluvias intensas. El acceso por la Ruta 3-A, que conduce hasta la cima, fue reparado y ya opera con normalidad bajo estrictas medidas de seguridad.

Primer día recibió a cientos de visitantes

Durante la primera jornada de reapertura ingresaron 308 turistas, entre ellos 279 extranjeros y 29 nacionales, quienes recorrieron la ruta en dos turnos establecidos: el primero a las 07:00 a.m. y el segundo a las 09:00 a.m.. Los trabajos permitieron rehabilitar el tramo afectado y asegurar las condiciones para reanudar el tránsito por esta vía empinada y de difícil acceso, muy popular entre quienes llegan a Machu Picchu.

Huayna Picchu o Waynapicchu es la montaña que aparece al fondo de las clásicas postales de Machu Picchu. Desde su cima, a más de 2,700 m.s.n.m., ofrece una vista privilegiada de toda la ciudadela inca, lo que lo convierte en un destino muy valorado por turistas nacionales y extranjeros que buscan una experiencia visual y cultural única.

Ruta desafiante para viajeros experimentados

El ascenso a Huayna Picchu es considerado uno de los más exigentes del Parque Arqueológico. El recorrido dura aproximadamente una hora y presenta un camino estrecho, empinado y con escaleras de piedra de peldaños desiguales. La ruta comienza en la Roca Sagrada y atraviesa una espesa vegetación. Por su nivel de dificultad, se requiere buen estado físico y mucha precaución durante el trayecto.

De acuerdo con fuentes históricas, esta montaña cumplía una función estratégica en época inca. Por su ubicación y altura, sirvió como puesto de vigilancia militar para Machu Picchu, permitiendo a los habitantes anticiparse a posibles ataques o invasiones. Su papel era clave ante las amenazas de culturas vecinas interesadas en apoderarse de las tierras fértiles de la zona.

Obras técnicas para garantizar la seguridad

Según Nino del Solar, jefe del Parque Arqueológico, las labores de recuperación implicaron el corte de roca, consolidación de muros de contención y la instalación de pasamanos de acero. Además, se reforzó un muro prehispánico que sufrió daños. “También se realizaron trabajos de estabilización estructural de un muro prehispánico que existe en la zona afectada por el deslizamiento, a fin de garantizar su conservación”, precisó.

El funcionario detalló que el tránsito por la montaña se realiza con normalidad y bajo supervisión constante. “El personal de vigilancia y mantenimiento que cumple su labor en la montaña Huayna Picchu está brindando orientación a los visitantes a fin de contribuir a su seguridad”, explicó. Las recomendaciones de los guías son clave para prevenir accidentes en esta ruta de alta dificultad.