En un contexto global marcado por el uso de tecnologías avanzadas, Perú se destaca en América Latina por impulsar el desarrollo de smart city (ciudades inteligentes). Estas ciudades buscan optimizar la vida cotidiana de los ciudadanos, enfrentando al mismo tiempo desafíos clave en sostenibilidad y seguridad. Según el profesor Víctor Ruiz Ezpeleta, de OBS Business School y autor del Informe OBS: Smart Cities, “la adopción del Internet de las Cosas (IoT) y el análisis de datos mediante inteligencia artificial está transformando las ciudades en espacios más sostenibles y eficientes, facilitando la regulación del tráfico, la gestión energética y la seguridad pública”.
A nivel mundial, el crecimiento de las ciudades inteligentes ha resultado en la instalación de millones de dispositivos conectados, y Ruiz Ezpeleta señala que este uso masivo de tecnología conlleva grandes desafíos de gestión de datos. «Para 2025, se estima que los datos generados a nivel global superarán los 73 zettabytes, lo que plantea un reto en cuanto al almacenamiento y análisis», explica. Aunque la nube resulta crucial en esta tarea, las limitaciones de conectividad en diversas ciudades obstaculizan su implementación total.
Retos y desafíos en las ciudades inteligentes
Como parte del eje 8 de la Política General de Gobierno, que promueve la transformación digital con equidad, la Presidencia del Consejo de Ministros, a través de la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital, está impulsando la Estrategia Nacional de Ciudades Inteligentes. Este esfuerzo tiene como objetivo crear entornos urbanos sostenibles y seguros, promoviendo soluciones digitales que faciliten el ejercicio de una ciudadanía conectada y orientada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del país.
Además, esta Secretaría colabora con socios internacionales para aprovechar tecnologías exponenciales en beneficio de la sociedad. El objetivo es sumar esfuerzos para avanzar en la implementación de ciudades inteligentes, cuyo uso de innovación y tecnología impulsará el desarrollo sostenible y mejorará la calidad de vida en áreas como medio ambiente, salud, urbanismo, seguridad ciudadana, educación y turismo, entre otras.
Actualmente, Perú cuenta con un Memorando de Entendimiento con Corea, que lidera el Índice Mundial de Innovación Digital de Bloomberg. Esta cooperación permitirá el acceso a tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial, IoT y big data, aplicables en el desarrollo de ciudades inteligentes.
Desafíos de privacidad y seguridad en las ciudades inteligentes
Sin embargo, la adopción de tecnologías en ciudades inteligentes implica también ciertos riesgos. Ruiz Ezpeleta advierte que “la instalación masiva de cámaras, sensores y sistemas de recopilación de datos puede representar una invasión a la privacidad y conlleva el riesgo de que gobiernos o empresas empleen esta información para monitorear o manipular a la población”. Además, los ciberataques son una amenaza latente que podría comprometer servicios esenciales sin las medidas de seguridad adecuadas.
Innovación sostenible y desafíos ambientales
La sostenibilidad es fundamental en el desarrollo de ciudades inteligentes. Ruiz Ezpeleta menciona que la gestión del agua y un suministro energético confiable son áreas críticas que requieren soluciones inmediatas. Un ejemplo es la recolección de agua de lluvia en edificios para su reutilización, como ya ocurre en edificaciones con certificación LEED Platinum. Este tipo de prácticas no solo preservan el agua potable, sino que también ayudan a reducir emisiones de CO2, un factor clave, dado que los edificios representan el 40% del consumo energético y el 36% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea.
En julio de 2023, el Gobierno peruano aprobó la Política Nacional de Transformación Digital al 2030, estableciendo un marco para orientar el desarrollo digital del país, promoviendo competencias digitales y un entorno adecuado para las interacciones digitales en diversos sectores, desde el comercio hasta el entretenimiento.
En conclusión, el desarrollo de ciudades inteligentes en Perú representa oportunidades significativas, pero también plantea retos importantes. A medida que la tecnología avanza rápidamente, “la prioridad será asegurar que su implementación sea sostenible, segura y, sobre todo, respetuosa de la privacidad y los derechos de los ciudadanos”, concluye Ruiz Ezpeleta.