El creador de contenido, Phillip Chu Joy, mostró una faceta diferente de su personalidad con su destacada participación en “El Gran Chef Famosos”. En esta entrevista, el exconductor de ‘TED’, habló sobre su camino hacia la televisión, su crecimiento como influencer y su labor en acciones sociales, siempre con el objetivo de inspirar y ayudar a los demás.
¿Cuánto tiempo le dedicabas a tu preparación para “El Gran Chef Famosos”?
Si quieres que salga bien, debes dedicar muchas horas. Puse en pausa casi todos mis proyectos para practicar y enfocarme.
¿Recibiste algún tipo de formación con profesores?
No con profesores, pero por consejo de Giacomo trabajé con los chicos de “A comer”. Hicimos 2 o 3 jornadas de práctica, y esas sesiones me salvaron en las noches de expulsión.
Uno de los momentos más emotivos fue el mensaje de tu mamá…
Sí, desde Francia. Fue inesperado y me sorprendió completamente. Soy alguien que controla mis impulsos de llorar o renegar, pero ese momento fue un bypass emocional directo.
¿Ahora que tanto ha cambiado tu público?
Antes, mi público era más joven, entre 20 y 35 años, que me seguía por los videojuegos. Pero después de participar en “El Gran Chef” y mediante mi contenido en redes sociales, he llegado a un público más diverso.
¿Qué te dicen en la calle?
De todo. Antes me decían “mi enamorado es mega fan, ¿le puedes mandar un saludo?”. Ahora, más gente me reconoce por la camisa que usé en el programa, y personas de 40 a 50 años me dicen “me encantó cuando hiciste tal plato”.
¿Cómo nace la camisa a cuadros?
Fui a una tienda en Estados Unidos con descuentos. Encontré camisas de marcas como Tommy Hilfiger que valían 100 dólares, pero estaban a 20. Las únicas que estaban bien eran a cuadros.
¿Sientes que has impuesto de alguna manera un look?
No las uso por el look, sino porque son prácticas. De hecho, mandé hacer una especialmente en Gamarra con microfibra para limpiar los lentes o el celular al hacer un selfie y evitar rayarlos con el polo.
Cuéntanos un poco sobre tu infancia…
Nací en Estados Unidos, cuando tenía un año me mudé a Francia y después, cuando tenía entre 6 y 7 años, vine acá.
¿Eras buen alumno en el colegio?
Sí y se veía reflejado en mis notas. Lo curioso es que 30 años después me enteré de que mi mamá me llevó al psicólogo y me diagnosticaron Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), y es que me distraigo muy fácil.
Acabas el colegio y entras a estudiar Ingeniería Industrial…
Sí, aunque quería estudiar Diseño de Videojuegos, pero no había en Perú. Ingeniería Industrial es como la «ingeniería de todo», ya que ves optimización de procesos. Pensé: «Voy a estudiar esto y luego veré si estudio videojuegos afuera». Al final, me di cuenta de que no era lo que realmente quería.
¿Cómo llegas a la televisión?
Comencé con un blog y luego trabajé con un pionero en creación de contenido. ByteGadget nos llevó a eventos internacionales, donde conocí a personas de “TEC” que, al ver mis habilidades, me contrataron. Así pasé de la ingeniería a la comunicación, profesionalizando lo antes hacía como hobby.
¿Te consideras parte del grupo de influencers?
Ahora encajo en ese perfil, pero lo hago porque me gusta compartir contenido. Me siento algo diferente, ya que nací de los videojuegos, pasé por la TV, soy chino, francés, nacido en EE. UU. y vivo en Perú. Mi historia es particular y sé que no es lo usual.
Tuviste críticas de Ioa y Carlos Orozco hace tiempo. ¿Han hablado al respecto?
No, hablé con Ioa cuando pasó, le escribí por interno. Creo que fue un tema de frustración personal. Con Carlos Orozco, también hubo incomodidad por lo de Moloko. No lo tomo personal, sino relacionado con el tema de tendencia, pero no voy a negar que me molestó la forma en que se expuso todo.
Sabemos que te casaste, pero prefieres mantener tu relación privada…
Sí, me casé a finales del 2023. Creo que presentar a mi esposa no va a sumar nada a la vida de otros, por eso prefiero mantener esa privacidad.
Ya eres una persona que inspira y te ven como ejemplo…
Sí, me lo han dicho y a veces me sorprende. Tanto mamás como papás me dicen: «Gracias por ser una persona famosa no por escándalos o peleas, sino por destacar sin hacer nada nocivo«.
Respecto a política, ¿te han llegado propuestas?
Tal vez, pero no es algo que me interese ni me motive. Sé que es un tema complejo. Prefiero enfocarme en el impacto que puedo tener a través de la ayuda social.
¿La ayuda social es lo más importante para ti ahora?
Es algo que me gusta promover. En diciembre del año pasado iniciamos nuestra primera acción en San Juan de Lurigancho. Cada acción es única, porque en Perú hay muchas formas de ayudar, y me parecía irresponsable no unirme a esta labor genuina.
¿Y cuáles son tus objetivos con esa ayuda social?
Uno es ayudar, otro es ejemplificar cómo se puede ayudar y otro es difundir e inspirar a otros que lo hagan. Y no hay mucha más ciencia detrás de eso. Lo que se brinda es una ayuda real a diferentes situaciones.
Y estás regalando departamentos, carros… ¿En algún momento piensas también regalar dinero?
Hemos revisado la factibilidad legal y sí se puede, pero me siento incómodo solo regalando dinero. Podría sortear un millón de dólares, pero no lo considero especial. Prefiero dar algo extraordinario, algo que sea significativo.
¿Qué tan tecnológico puede llegar a ser Phillip?
Soy muy tecnológico en cuanto a supercomputadoras, televisores y consolas. Aunque aún hay algunas cosas que me gustan que todavía conserven lo físico.
Falta poco para que llegue la Navidad…
Me gusta mucho el concepto de Navidad. Recuerdo que recibí la Super Nintendo, lo que dio un cariño especial a esa fecha. Usualmente la celebro aquí, aunque a veces viajo.
¿Qué es lo que más te gusta de esta fecha?
Lo que más me gusta es ese acto humano de pensar en el otro y darle algo que genere una sonrisa o algo de valor. Esa magia que se crea es lo más especial.
¿Eres más feliz ahora o eras más feliz antes?
Mi concepto de felicidad no se basa en alcanzar un objetivo, sino en estar en un estado de bienestar, sabiendo que siempre habrá altos y bajos. Diría que estoy igual de feliz que de pequeño con mi “Donkey Kong Country”.
Por último, ¿Qué mensaje le darías a tus seguidores?
Gracias por ese apoyo, gracias por esa sonrisa, gracias por ese grito en la calle de “nunca ganar en el sorteo”, gracias por simplemente estar ahí y gracias por identificarte un poquito conmigo.