La cataratas es una patología que consiste en la pérdida de transparencia del cristalino, la lente natural del ojo ya través de la cual pasan los rayos de luz hasta la retina y se forman las imágenes. Por esta razón, a medida que el cristalino se vuelve opaco, el paciente experimenta una pérdida progresiva de visión.
Esta enfermedad representa la primera causa de ceguera en el mundo y su aumento es progresivo, debido a la mayor longevidad y al envejecimiento de la población. De hecho, las cataratas afectan a más de la mitad de los mayores de 65 años en el mundo.
¿Cuáles son sus causas?
El envejecimiento es la principal causa de esta enfermedad, fruto del proceso degenerativo natural del ojo. Este se activa, generalmente, a partir de los 40 años y hace que el cristalino sea cada vez menos transparente.
Asímismo, existen otros factores ajenos a la edad que pueden provocar una catarata:
.Traumatismos.
.Otros problemas oculares (por ejemplo, alta miopía).
.Patologías del organismo (como diabetes).
.Consumo de ciertos fármacos (corticoides).
.Condicionantes genéticos: cuando la patología es hereditaria, hablamos de una catarata congénita, que se presenta de nacimiento y, aunque es poco frecuente, puede amenazar de forma grave la visión del niño.
¿Se puede prevenir la catarata?
La catarata no se puede evitar, pero sí que se puede detectar y tratar precozmente antes de que siga evolucionando y merme considerablemente la visión y la calidad de vida del paciente, de forma que se puede llegar a reducir hasta un 30% el riesgo de caídas, por ejemplo. De ahí la importancia de las revisiones oculares periódicas, sobre todo si se han alcanzado los 60 años de edad o se tienen factores de riesgo, como antecedentes familiares, diabetes o determinadas lesiones o intervenciones oculares.