Cada persona reacciona diferente a lo que vive en el día a día. El pensamiento excesivo puede ocurrir con cualquier problema que tengamos, como una relación sentimental o entregar un informe a tiempo en el trabajo. Esto puede generar distracción o algún tipo de estrés. Aquí te contaremos cómo puedes hacer para manejarlo.
¿Qué es el pensamiento excesivo?
Se trata de ideas que aparecen una y otra vez de manera recurrente, espontánea y que causan un impacto emocional. La frecuencia y la intensidad con la que aparecen pueden convertirse en un problema y afectar tus demás labores.
Consejos para evitar el pensamiento excesivo:
1. Identifica el problema
Debes aprender a identificar el momento en que comenzamos a tener este tipo de pensamientos que nos agobian y sobrepasan, así podremos actuar antes de que la ansiedad sea excesiva. Para ello, debemos realizar técnicas de relajación.
2. Meditación y ejercicio
Los especialistas recomiendan realizar ejercicios de relajación y meditación que, junto con el ejercicio físico, ayudan a liberar estrés y relajarnos, haciéndonos bien tanto mental como físicamente. Así evitas estar dando vueltas en la cama pensando una y otra vez sobre lo mismo.
3. Posterga el pensamiento
Tratar de manera continua de suprimir un pensamiento, aunque no creas, lo hace más intenso, pero posponerlo puede funcionar. Investigadores han tratado de pedirles a personas con pensamientos persistentes, que pospongan sus preocupaciones hasta un tiempo designado de 30 minutos, que es lo que dura el “período de preocupación”.
4. ¿Qué harías si le ocurriera a otra persona?
Pregúntate qué harías o le aconsejarías a otra persona si te plantea la misma situación que estás atravesando. De esta manera, puedes intentar proyectar tu situación de una manera más objetiva.
5. Busca con quién hablar
Si sientes que estos pensamientos te agobian y consumen mucho tiempo, es bueno que acudas con un amigo cercano o un profesional. Tener a alguien a quien preguntarle qué haría si estuviera en la misma situación que pasamos nosotros, puede ayudar a que veamos las cosas de otra manera cuando no dejamos de darle vueltas.