Con la llegada del nuevo año, muchos buscan dejar atrás los excesos de las celebraciones y enfocarse en adoptar hábitos saludables. Durante las festividades, es común disfrutar de comidas copiosas, dulces y bebidas, lo que puede afectar nuestro bienestar. Sin embargo, con la llegada del verano, es el momento ideal para ajustar nuestra dieta y recuperar la vitalidad. La nutricionista María Teresa Zumarán, de la Clínica Ricardo Palma, nos comparte algunas recomendaciones clave para mejorar nuestra alimentación y mantener una vida saludable.
Ocho consejos para una alimentación saludable en verano
1. Frutas frescas para una hidratación eficaz: Las altas temperaturas incrementan la pérdida de líquidos, lo que hace esencial mantener una correcta hidratación. Las frutas frescas, como melón, sandía o pepino, no solo ofrecen un alto contenido de agua, sino también valiosos nutrientes. Incluirlas en tu dieta diaria te ayudará a mantenerte hidratado mientras disfrutas de su sabor refrescante.
2. Incorpora ensaladas coloridas: Las ensaladas variadas, con diferentes colores de vegetales, son una excelente opción para las comidas de verano. Aportan una gran cantidad de fibra, vitaminas y minerales, que favorecen tanto la salud digestiva como el bienestar general. Además, su capacidad para mantenerte saciado por más tiempo puede ayudarte a evitar el picoteo entre comidas.
3. Opta por aderezos caseros: Evita los aderezos comerciales llenos de grasas saturadas y azúcares. En lugar de ellos, prepara vinagretas caseras con ingredientes como aceite de oliva, limón o yogur natural. Estos aderezos no solo son más saludables, sino que también mejoran el sabor de tus ensaladas sin comprometer tu bienestar cardiovascular.
4. Snacks saludables entre comidas: Si sientes hambre entre comidas, es fundamental optar por bocadillos nutritivos. Algunas alternativas recomendadas son frutos secos, gelatinas caseras de frutas o yogur griego. Estos alimentos te proporcionarán energía sin sobrecargar tu organismo con calorías innecesarias.
5. Bebidas refrescantes sin azúcar añadida: Las bebidas azucaradas pueden contribuir a un aumento de calorías vacías que afectan tu salud. Por eso, elige opciones más saludables y refrescantes, como jugos naturales de frutas, infusiones frías o agua de hierbas. Estas opciones son ideales para mantenerte hidratado sin comprometer tus objetivos de salud.
6. Cocina ligera y saludable: A la hora de preparar tus platos, evita las frituras y apuesta por técnicas de cocción más ligeras, como la parrilla, el vapor o el horno. Platos frescos como ceviche o ensaladas acompañadas de proteínas magras son perfectos para los días calurosos. Además, procura no abusar de los aderezos, ya que pueden hacer que los alimentos se digieran más lentamente y causar molestias estomacales.
7. Controla las porciones para un balance adecuado: Una clave para mantener un peso saludable es distribuir bien los alimentos en tu plato. Las verduras deben ocupar la mitad de la porción, mientras que el resto debe corresponder a proteínas magras y carbohidratos integrales. Esto te permitirá sentirte lleno de energía durante todo el día sin excederte en las cantidades.
8. No olvides el ejercicio físico Junto con una alimentación balanceada, el ejercicio es fundamental para mantener un cuerpo saludable. No es necesario realizar rutinas complejas: con 30 minutos de actividad física al día, como caminar, nadar o hacer yoga, podrás mejorar tu bienestar general y alcanzar tus objetivos de salud.
Recuerda que comenzar el año con hábitos saludables es la mejor forma de asegurar una vida plena. Adopta estos cambios poco a poco, y pronto notarás cómo tu energía y bienestar mejoran considerablemente.