Rosácea en verano: Protege tu piel del sol y evita brotes indeseados

Durante la temporada de mayor radiación solar, la rosácea tiende a intensificarse, causando molestias significativas. Aprende a manejarla y a cuidar tu piel en estos meses críticos.

Conoce cómo evitar sufrir este mal en verano. (Foto: Freepik)

El verano puede ser una época complicada para quienes padecen de rosácea. El aumento de la radiación solar y factores como el calor, el consumo de alimentos condimentados, el alcohol y las actividades al aire libre pueden exacerbar los síntomas. Esto se traduce en enrojecimiento facial, protuberancias inflamadas e incluso un engrosamiento de la piel, lo que afecta tanto la salud física como emocional de las personas que la padecen.

¿Qué es la rosácea y cómo reconocerla?

La dermatóloga Carla Hübner, de la Clínica Ricardo Palma, explica que la rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta al 10% de la población, especialmente a mujeres y personas de tez clara. Aunque no se conoce con exactitud su causa, se asocia con factores como alteraciones vasculares, anomalías en las glándulas sebáceas y desencadenantes como el estrés, cambios de temperatura y ciertos alimentos.

Existen cuatro tipos principales de rosácea:

  1. Eritemato-telangiectásica: Caracterizada por enrojecimiento persistente y pequeñas venas visibles.
  2. Pápulo-pustulosa: Lesiones inflamadas acompañadas de ardor.
  3. Fimatosa: Engrosamiento de la piel, comúnmente en la nariz, dando un aspecto irregular.
  4. Ocular: Provoca inflamación en los párpados y sensibilidad extrema en los ojos.

Claves para prevenir brotes

Para manejar la rosácea, es fundamental evitar la exposición directa al sol, utilizar protector solar de amplio espectro y seguir una dieta equilibrada. Realizar actividades al aire libre en horarios de menor radiación y respetar las indicaciones del dermatólogo son también medidas esenciales. Aunque no tiene cura, el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y prolongar los periodos entre crisis.

Existen tratamientos tópicos, orales y avanzados, como el uso de láser o IPL (luz pulsada intensa), que ayudan a reducir el enrojecimiento y la inflamación. En casos severos, se recurre a procedimientos quirúrgicos para tratar el engrosamiento de la piel, especialmente en la nariz, que puede afectar la autoestima del paciente.

Cuidados esenciales durante el verano

Si tienes rosácea, durante los meses de altas temperaturas es crucial visitar a tu dermatólogo regularmente. Este especialista puede diseñar un plan personalizado que combine tratamientos de ataque y mantenimiento. Además, mantén tu piel bien hidratada, evita el sol en horarios de máxima radiación y protege tu rostro con sombreros o gorras.

El verano no tiene por qué ser una temporada difícil para quienes padecen rosácea. Con los cuidados adecuados y un estilo de vida saludable, es posible mantener la piel en buen estado y reducir las molestias. Adopta estas medidas y disfruta de una piel más tranquila y saludable, incluso en los días más calurosos del año.