Stefanni Madueño ha convertido el muralismo en una herramienta de expresión y conexión con la comunidad. Desde sus inicios en San Juan de Lurigancho hasta proyectos de gran impacto, su arte refleja la identidad y cultura popular peruana. La artista habló con Magacín 24.7, contándonos sobre su evolución, los retos que ha enfrentado como mujer en el muralismo y sus próximos proyectos. Además, comparte cómo ha expandido su arte a otros formatos como ilustraciones digitales y moda.
¿En qué momento decidiste que el muralismo sería el camino para expresar tu arte?
En el 2019 participé en una iniciativa en mi distrito, San Juan de Lurigancho, donde una organización cultural convocaba a artistas, no necesariamente con experiencia, para embellecer el distrito con murales. Yo recién había ingresado a la Universidad de Bellas Artes, sabía muy poco sobre formatos grandes, pero me aventuré.
¿Cómo evolucionó tu arte desde que comenzaste hasta la pandemia?
Al inicio, pintaba motivos generales, reproducciones de fotos relacionadas con la cultura peruana. Pero en pandemia empecé a crear mis propias ilustraciones con intención y propósito. Hice una obra basada en El beso de Klimt, pero con elementos icónicos de la cultura popular, como la frazada de tigre y la frazada de banderitas. Cuando decidí plasmarla en un mural, tuvo un impacto mayor al esperado.

¿Cómo reaccionó la gente ante ese mural?
Me llegaban mensajes de personas compartiendo sus recuerdos sobre esas frazadas. Incluso me hicieron entrevistas, salió en prensa. Me di cuenta de que el arte no solo tenía un fin estético, sino que podía conectar con la gente a nivel sentimental. Desde entonces, cada mural que hago busca generar una conexión con la comunidad.
Este mural del que hablas es ‘El Chape’, realizado en San Juan de Lurigancho. ¿Cuál fue su significado para ti?
Yo estaba trabajando en una serie de ilustraciones basadas en obras de arte clásico, pero con elementos de la cultura popular peruana. No es que la obra tuviera un significado específico, sino que muestra una realidad, un recuerdo. Lo curioso fue que las personas empezaron a asignarle sus propios significados. Incluso una profesora de Francia me escribió preguntándome por qué generaba tanto revuelo. Le expliqué la referencia de las frazadas y fue interesante ver la reacción de alguien que lo miraba desde otro contexto.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado como artista emergente en el muralismo en Lima?
Cuando hice El Chape, mucha gente asumía que yo era un hombre. Incluso al ver mi nombre, Stefanni, seguían refiriéndose a mí en masculino. Fue abrumador darme cuenta de que algunos rechazaban trabajar conmigo por ser mujer, creyendo que no sería capaz de hacer murales. Esto hizo que dejara de hacer murales por un tiempo. Ahora los realizo más en el contexto de proyectos sociales, muchas veces sin paga.
¿Qué otros retos enfrentaste en el muralismo?
Otro desafío es el costo de los materiales, como los aerosoles y otras técnicas complejas. Gestionar estas obras por mi cuenta ha sido difícil. Además, el espacio público trae consigo situaciones de acoso. Mientras hay personas que te apoyan y te regalan agua o se toman fotos contigo, también hay quienes te gritan cosas o te acosan, algo que vivimos las mujeres todos los días en la calle.

¿Cuáles son tus proyectos futuros?
Estoy explorando nuevas formas de intervenir el espacio público, no solo con murales. Ahora estoy trabajando con ilustraciones digitales, fanzines y stickers con mensajes sobre salud mental y problemáticas sociales. Es una forma de llegar a la gente de manera inmediata y sin tantos riesgos.
¿Cómo fusionas arte, diseño y moda en tus proyectos?
También desarrollo mi propia merch con mis ilustraciones, enfocada en la identidad y mi entorno. Es algo que disfruto mucho y que no planeo dejar. Por eso, el proyecto que trabajé con Converse fue muy satisfactorio para mí. Me gustaría seguir fusionando arte, diseño y moda, y llevar mis diseños a más productos.
Respecto a la campaña de City Tees, ¿qué te inspiró en tu diseño para Converse?
La campaña de City Tees con Converse buscaba representar la identidad peruana a través de la imagen, y para mí, la mejor forma de hacerlo era desde algo universal: nuestra diversidad natural. Perú es un país donde coexisten paisajes contrastantes pero conectados, y quise que mi diseño reflejara esa variedad que nos define. Más allá de los símbolos tradicionales, la naturaleza es un punto de encuentro, un lenguaje que todos entendemos y que nos identifica dentro y fuera de nuestras fronteras.
¿Cómo fue tu proceso creativo para representar la diversidad de Perú en tu diseño?
A nivel gráfico, me enfoqué en traducir esa diversidad en una imagen sintética pero vibrante. Trabajo con colores contrastantes y líneas fluidas para generar dinamismo, y en este caso, quería que la composición diera la sensación de movimiento, como si fuera un recorrido visual por el Perú. Elegí paisajes que, aunque estilizados, fueran reconocibles de inmediato. La clave fue encontrar un equilibrio entre síntesis y detalle, logrando una imagen llamativa que cualquiera pudiera llevar con orgullo.


¿Qué significó para ti ser seleccionada como All Star de Converse y qué aprendiste del intercambio con otros artistas?
Descubrí el programa All Star en redes sociales y me llamó la atención cómo Converse no solo colabora con artistas, sino que también apoya y financia sus proyectos. Cuando se abrió la convocatoria, decidí postular y ser seleccionada fue un gran paso en mi carrera. Ha sido una experiencia enriquecedora, no solo por la oportunidad de crear con Converse, sino también por el intercambio con otros artistas. Conocer sus procesos, compartir ideas y ver cómo cada uno plasma su identidad en su trabajo ha sido una de las mejores partes del programa.
¿Cómo te sientes al ver tu diseño en las tiendas de Converse y que forme parte del día a día de las personas?
Es una emoción enorme. Ya había trabajado con prendas antes, pero hacerlo de la mano de Converse ha sido llevarlo a otro nivel. Me llena de felicidad saber que alguien puede elegir esta camiseta, hacerla parte de su día a día y sentirse identificado con lo que representa. Siempre he creído que la ropa es un medio para expresar quiénes somos y compartir nuestra identidad con el mundo, y poder hacerlo a través de esta colaboración ha sido increíble..