Salud mental: cómo elegir contenido en redes sociales que proteja tu bienestar

Descubre cómo crear una “dieta mental sana” filtrando el contenido que consumes en redes sociales. Consejos de Estar Bien de RIMAC para cuidar tu salud emocional en tiempos de hiperconexión.

El uso intensivo de redes sociales se ha convertido en un hábito diario que influye directamente en el bienestar emocional. En el Perú, las personas pasan un promedio de cinco horas al día frente al celular, según We Are Social, una tendencia que ha puesto en discusión la importancia de seleccionar mejor el contenido que consumimos.

Para Teresa Andrade, coach ontológica de Estar Bien de RIMAC, esta práctica debería considerarse parte del autocuidado cotidiano. Señala que, así como se cuida la alimentación física, también es necesario revisar la “dieta mental” para evitar sobrecarga, ansiedad o comparaciones dañinas. “Promover conciencia sobre los hábitos digitales es clave para prevenir malestar emocional y construir un bienestar integral”, explica.

La especialista indica que cuidar la salud mental en redes implica acciones simples, como filtrar cuentas que generan tensión, priorizar contenido educativo o inspirador, establecer pausas digitales, practicar actividades de atención plena y fortalecer vínculos fuera del entorno virtual. Asimismo, recomienda incorporar ejercicio regular, ya que contribuye a regular el estrés y mejorar el estado de ánimo.

Cuando los síntomas se vuelven persistentes —como ansiedad constante, insomnio, pensamientos intrusivos o pérdida de control en las emociones— Andrade señala que es necesario acudir a un especialista. La terapia, afirma, permite comprender el origen del malestar y obtener herramientas para gestionarlo de manera saludable.

El contexto digital también afecta a los más jóvenes. De acuerdo con EsSalud, los adolescentes peruanos pasan entre cuatro y cinco horas al día en redes sociales y apenas una hora conversando con sus padres, un desequilibrio que puede derivar en irritabilidad, aislamiento o cambios abruptos en la conducta.

Andrade concluye que el cuidado de la salud mental debe asumirse como un hábito cotidiano. “Cada decisión, desde lo que vemos en redes hasta cómo gestionamos nuestras relaciones, suma en la construcción de un bienestar duradero”, afirma.