Coca-Cola ha logrado conectar con los limeños de una manera única al llevar su clásica presentación en vidrio al Metro de Lima. Esta acción se llevó a cabo en la estación La Cultura, ubicada en la Línea 1, un punto clave del transporte urbano que a diario recibe miles de pasajeros. El formato de la activación apeló a los sentidos de los usuarios para ofrecer una experiencia inigualable.
La activación consistió en una cabina sensorial que permitió a los pasajeros interactuar con varios estímulos. El frío característico de una botella de Coca-Cola recién salida del refrigerador, el aroma de la bebida y una propuesta visual cuidada, crearon una atmósfera que conectó emocionalmente a los participantes. Al finalizar, los asistentes recibieron una Coca-Cola en vidrio, como un regalo que completó el viaje sensorial.
El poder de la nostalgia
La activación se complementó con la participación de creadores de contenido como Ravendano, Diego Quiroz y Phillip Chu Joy. La marca logra generar conversación sobre un ‘insight’ que ha marcado a los consumidores peruanos durante años: la Coca-Cola en vidrio tiene un sabor especial.
La campaña no solo se basó en la sorpresa de la activación, sino también en la creación de un sentimiento colectivo a través de las redes sociales. Coca-Cola ha logrado, mediante el marketing participativo, fortalecer el vínculo con su audiencia a partir de una característica simple pero profundamente significativa: el sabor único de su botella de vidrio.
La marca ha conseguido hacer de esta activación algo más que una acción aislada. Al conectar el mundo digital con el físico, ha llevado la campaña desde las pantallas hasta los sentidos de los consumidores. Esta táctica no solo potencia la recordación de la marca, sino que también genera contenido que los usuarios desean compartir, extendiendo el alcance de la acción.
Lo clásico con un toque moderno
En un mercado saturado de innovación, Coca-Cola ha logrado dar un giro fresco a lo tradicional, utilizando la nostalgia como un puente para conectar generaciones. Esta activación representa una nueva forma de vivenciar lo clásico, utilizando la presentación de su producto como excusa para fomentar comunidad, conversación y viralidad. Así, la marca consigue reposicionar un ícono y reforzar su vínculo con los consumidores de todas las edades.