Cómo acercarse al whisky: cinco formas simples de disfrutar esta bebida

El Día del Whisky es la ocasión perfecta para acercarse a esta bebida sin miedo, con libertad y sin necesidad de ser un experto.
Esta celebración es para promover el consumo responsable y la cultura de este destilado. (Foto: Difusión)

Cada tercer sábado de mayo se celebra el Día del Whisky, una fecha para homenajear una de las bebidas más emblemáticas del mundo. A menudo asociada con complejas etiquetas o rituales de cata, esta efeméride invita a romper mitos y acercarse al whisky con libertad. Desde beberlo puro hasta mezclarlo en cócteles, hay muchas formas de disfrutarlo sin ser experto.

A continuación, presentamos cinco formas sencillas y efectivas para disfrutar del whisky sin necesidad de experiencia previa. Cada opción responde a diferentes preferencias, ocasiones o estilos, y todas permiten acercarse a esta bebida desde un lugar más accesible, sin formalidades ni exigencias técnicas.

Puro: la forma más directa de saborear

Tomarlo “neat” significa servir el whisky sin ningún añadido: ni hielo ni agua. Solo se necesita un vaso, idealmente de forma de tulipán, para concentrar los aromas. Se recomienda verter entre 1 y 2 onzas, dejarlo reposar unos minutos y tomarlo a sorbos cortos, manteniéndolo en la boca para detectar los matices. Es la forma preferida para whiskies premium o añejos, como los de 12 o 18 años.

Con agua o con hielo: ajustar la intensidad

Si el whisky tiene una graduación alta (más de 50 % de alcohol), se puede añadir un pequeño chorrito de agua a temperatura ambiente. Esto puede liberar aromas y suavizar el impacto del alcohol. Otra opción es incluir uno o dos cubos de hielo, especialmente si se trata de bourbons o mezclas, ideales para consumir con más ligereza. El hielo grande es mejor, ya que se derrite más lento.

En cócteles: versatilidad para todos

El whisky también puede brillar en combinaciones clásicas. Algunas recetas sencillas para comenzar incluyen:

  • Old Fashioned: whisky, azúcar, bitter y cáscara de naranja
  • Whisky Sour: whisky, jugo de limón y almíbar simple
  • Manhattan: whisky, vermut dulce y bitters
    Estas mezclas permiten introducir el whisky de forma accesible, sin perder su carácter. Para cócteles se recomienda usar una etiqueta estándar, no una edición premium.

Con maridaje: armonía entre sabores

El whisky puede acompañar distintos alimentos y potenciar su sabor. Algunas combinaciones exitosas son:

  • Bourbon con chocolate negro o caramelo
  • Whisky escocés con quesos curados como el azul
  • Whisky irlandés con salmón ahumado
  • Whisky de centeno con platos picantes
    La clave está en alternar sorbos y bocados, observando cómo interactúan los sabores. Entre cada combinación, conviene limpiar el paladar con agua o una galleta simple.

Más allá de estas cinco formas, no existe una única manera correcta de beber whisky. Cada persona puede explorarlo a su ritmo, según sus preferencias y curiosidad. Como señalan los entendidos, no se trata de seguir reglas estrictas sino de conectar con la bebida a través de una experiencia personal y sin presiones.