Problemas visuales en el rendimiento académico de los niños y adolescentes

La visión es fundamental para un buen rendimiento académico. En el colegio se pueden detectar muchos problemas visuales en los niños.

Es muy importante que padres, profesores y el resto de la sociedad se conciencie de la importancia de las revisiones visuales. (Foto: Difusión)

Aunque faltan algunas semanas para que comiencen las clases, muchos padres se encuentran centrados principalmente en la adquisición de útiles escolares y uniformes, pero no deben olvidar la importancia de la salud visual para que sus hijos puedan obtener un buen desempeño académico. La vista es fundamental en el proceso de aprendizaje y el desarrollo social, ya que aproximadamente entre el 80% y el 90% de la información se percibe a través de ella.

Cerca del 20% y el 40% de los escolares padecen algún tipo de problema visual, siendo los más comunes la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. La ambliopía, también llamada ojo perezoso, es menos común pero afecta hasta al 5% de los niños en edad escolar.

Ante dificultades para leer y escribir como problemas de atención y concentración, retraimiento y retraso en el desarrollo neurovisual, las cuales son algunas de las consecuencias de una visión deficiente en niños y adolescentes, María Zúñiga, oftalmóloga de la Clínica Ricardo Palma, recomienda a los padres llevar a sus hijos a una consulta oftalmológica antes del regreso a clases para detectar y tratar a tiempo cualquier afección visual.

En este contexto, el diagnóstico temprano de los problemas visuales es crucial para evitar complicaciones, tanto cognitivas como sociales. Se aconseja que los niños pasen su primera revisión oftalmológica entre los 6 y los 12 meses de vida, especialmente si hay familiares con problemas oculares o si el médico detecta alguna anomalía. Después de los 3 años, es recomendable una revisión anual, incluso sin síntomas visibles. La evaluación incluye agudeza visual, refracción, fondo de ojo, motilidad y coordinación ocular.

Medidas de prevención

Aunque los defectos refractivos no siempre se pueden prevenir por completo, es posible tomar algunas medidas para minimizar su impacto, según afirma la especialista. Por ejemplo:

  • Revisiones periódicas. Pasar por un chequeo oftalmológico anual o cada dos años, según la edad y los factores de riesgo.
  • Control del tiempo de pantalla. Limitar la exposición a dispositivos electrónicos y fomentar descansos regulares. Aquí aplica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos.
  • Estimular actividades al aire libre. La exposición a la luz natural estimula la secreción de dopamina, lo que inhibe la elongación del globo ocular y reduce el desarrollo de miopía. Además, disminuye el tiempo de exposición a pantallas.
  • Ambiente de estudio con buena luz. Asegurar una adecuada iluminación y una distancia óptima al material de lectura. La pantalla del computador no debe estar a menos de 50 cm de los ojos, la tableta a 40 cm, y el celular o los libros a 30 cm.
  • Mantener estos consejos en cuenta contribuirá a proteger la visión de los niños, así como a mejorar su calidad de vida y rendimiento académico.