¡Ya no será gratis! A partir de ahora, lanzar una moneda a la Fontana de Trevi en Roma tendrá un costo. Los visitantes deberán pagar 2 euros para poder acercarse al famoso monumento y cumplir con la tradición de lanzar una moneda. Esta nueva medida tiene como objetivo garantizar una experiencia más ordenada y proteger la fuente, que atrae a más de 10,000 turistas diarios.
Cobrarán 2 euros para tirar una moneda a la Fontana de Trevi en Roma
El anuncio, hecho por el concejal de Turismo de Roma, Alessandro Onorato, ha causado revuelo, especialmente porque esta es la ciudad más visitada de Europa y se espera un incremento de turistas para 2025 debido al Jubileo. La entrada de 2 euros permitirá a los visitantes bajar los escalones, observar de cerca la fuente y lanzar una moneda, mientras que la vista desde lejos seguirá siendo gratuita. Los romanos podrán seguir disfrutando del acceso sin costo.
Onorato explicó que la medida busca ofrecer una experiencia más tranquila y especial, y proteger el monumento de los problemas asociados con la gran cantidad de visitantes, como el desorden y el vandalismo. La fuente, una obra maestra del Barroco ubicada en la fachada del Palazzo Poli, será accesible a través de entradas y salidas separadas.
El dinero recaudado servirá para contratar personal adicional para gestionar el flujo de visitantes y el mantenimiento del monumento. A diferencia de las monedas lanzadas por los turistas, que solían donarse a la organización humanitaria Cáritas, estos ingresos se utilizarán directamente en la conservación de la fuente.
En ese sentido, mientras que algunos turistas están dispuestos a pagar para evitar el caos y tener una mejor vista, los visitantes locales han expresado su descontento; ya que, consideran que deberían poder ver la fuente sin costo. La iniciativa también forma parte de un esfuerzo más amplio para hacer el turismo en Roma más sostenible y menos perjudicial para la vida local.
¿Cuál es la historia de Fontana de Trevi?
La Fontana de Trevi, una de las fuentes más reconocidas de Roma, está vinculado al Acueducto de la Aqua Virgo, construido por el cónsul romano Agrippa en 19 a.C., el cual suministraba agua a la región del Campo Marzio, donde se encuentra la fuente. El nombre «Trevi» proviene del latín «Tres Viae», que hace referencia a la intersección de tres calles cercanas.
Durante el Renacimiento, la fuente original, que era bastante modesta, se encontraba en el cruce de tres caminos. En 1711, el papa Clemente XII decidió reconstruir la fuente para realzar su importancia y conmemorar el antiguo acueducto. Se lanzó un concurso para el diseño de la nueva fuente, que fue finalmente encargado al arquitecto Nicola Salvi. La construcción comenzó bajo la supervisión de Salvi y fue completada en 1762 por Giuseppe Pannini, quien continuó el trabajo tras la muerte de Nicola.
A lo largo del siglo XX y XXI, la Fontana de Trevi ha sido objeto de varias restauraciones y trabajos de mantenimiento para preservar su esplendor. Las autoridades locales y los restauradores han trabajado para asegurar que el monumento siga siendo una atracción segura y hermosa.