¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre la gripe, el resfriado y la COVID-19?

¿Gripe, resfriado o Covid-19?

En estos meses, donde la temperatura tiende a bajar y la COVID-19 sigue inmersa en la vida de las personas. Alguien se puede preguntar ¿Cuál es la diferencia entre la gripe, el resfriado y la COVID-19? A simple vista se pueden confundir, pues todas ellas presentan similares síntomas al inicio; pero al final todos sabemos cuál es la más grave.

Supongamos que presentas dolor de garganta, tos y fiebre elevada. ¿Será una gripe? ¿Un resfriado? o ¿Acaso es la COVID-19? Lo concreto es que todas estas enfermedades son causadas por diferentes virus que perjudican las vías respiratorias.

Similitudes

La gripe, el resfriado y la COVID-19, son afecciones virales que dañan el sistema respiratorio. Estas enfermedades se propagan a través de partículas que el contagiado expulsa al estornudar, hablar o toser. Sin embargo, la COVID-19 también se transmite al tocar objetos o superficies infectadas.

Estos virus resultan ser altamente contagiosos. No obstante, la COVID-19 termina siendo la más peligrosa, pues tiene la capacidad de transmisión más alta (2 a 3 contagiados por cada infectado). En cambio, la gripe o resfriado (1,3 contagiados por cada infectado).

Diferencias

Los resfriados normalmente presentan congestión, dolor de garganta, estornudos, secreción nasal y tos. En este preámbulo no se presentan cuadros febriles, como sí pasase en casos de gripe o coronavirus. El resfriado es el más leve de los tres, con una duración aproximada de 10 días.

Las gripes son parecidas a los resfriados, ya que produce escalofríos, dolor de garganta, fatiga, fiebre y tos. Ahora bien, la diferencia está en los síntomas de la gripe que aparecen de repente, acompañados de dolores de cabeza y fiebre. Además, suelen tener una duración de entre 7 a 14 días.

Finalmente, los infectados por la COVID-19 suelen tener fiebre y problemas respiratorios similares a los de la gripe. Asimismo, también se presentan síntomas como cansancio, diarrea, dolor muscular y de garganta e, incluso, la pérdida del olfato, la cual se ha convertido en un indicio particular de esta enfermedad.