Sensibilidad dental: Conoce todo lo que necesitas saber para combatirla

La sensibilidad dental se presenta como un dolor dental agudo que proviene de la exposición de la dentina. Este aparece luego del contacto con estímulos externos, los cuales pueden ser vistos como inofensivos. Por ejemplo, el calor o frío, dulces o ácidos, o por tacto y que no puede estar asociado con cualquier tipo de patología bucal.

Pese a existir diferentes hipótesis, la más aceptada sobre este dolor es la hidrodinámica. En ella se habla de cómo los fluidos que se encuentran dentro de los túbulos dentinarios se alteran tras sufrir cambios térmicos, físicos u osmóticos, estimulando así a los receptores de presión que conducen la excitación nerviosa, trayendo como consecuencia el dolor dental.

La dentina está protegida del medio oral por el esmalte, que vendría a ser la corona y por el cemento que sería la raíz. El primero es la parte más dura del organismo. Por otro lado, el cemento es mucho más fino, débil y poroso que el esmalte.

Por ello es  que se encuentra protegido por la encía. No obstante, en algunas zonas, sobre todo en el cuello de los dientes, puede existir poco esmalte o cemento que, si se llega a perder, expondría los túbulos dentinarios al medio oral. 

En caso exista lo conocido como recesión gingival, la fina capa de cemento queda en contacto con el medio oral y con frecuencia se pierde, ya que se desgasta por el cepillado dental y el uso de seda o palillos de dientes.

Cinco causas de la sensibilidad dental

1. Deficiente higiene bucal

El cepillarse con excesiva fuerza puede terminar provocando una recesión gingival, abrasión cervical y apertura de túbulos dentinarios. Asimismo, señalar que si lleva a cabo ello justo antes o después de haber ingerido comidas y bebidas ácidas, el desgaste del esmalte y del cemento puede ser mayor.

Por otra parte, una mala higiene bucal permite la acumulación de la placa bacteriana, sobre todo a nivel cervical, lo que puede destruir el esmalte y el cemento. 

2. Dietas y bebidas ácidas 

Determinados alimentos como son los cítricos, las mermeladas, el yogur, el té, el vino o los refrescos, contienen pH. Ese último es lo que contribuye a la erosión del esmalte y del cemento.  

3. Tratamientos médicos

Los clásicos tratamientos de blanqueamiento dentro de las clínicas pueden provocar la sensibilidad dental pasajera, ya que, se usan procedimientos y sustancias. A ello se le suma la cirugía periodontal y, en menor medida, el raspado radicular quienes pueden provocar una ligera eliminación del cemento y un desplazamiento apical del margen gingival, lo que puede resultar en una recesión gingival. 

4. Bruxismo 

Los pacientes que sufren de bruxismo tienen unos desgastes y fracturas incisales y oclusales. Las tensiones derivadas del rechinar de los dientes traen como consecuencia que su flexión a nivel cervical y la pérdida de los cristales que lo conforman, permitiendo el contacto de la dentina con el medio oral. 

5. Enfermedades generales 

Las patologías que cursan con ácidos en boca y que, por tanto, producen una mayor erosión dental, pueden terminar provocando la sensibilidad dental. En dichas afecciones se encuentra, por ejemplo, la úlcera gástrica y trastornos alimenticios como la anorexia o bulimia. 

Reconocer la sensibilidad dental

Los síntomas que pueden presentar los pacientes con sensibilidad dental, son de un dolor que proviene de estas características. el primero es un dolor exagerado que se muestra ante un estímulo sensitivo leve. El otro es por la duración del dolor limitada al mismo tiempo que el estímulo. Y el último reconocer el diente afectado para localizarlo junto con la zona de dolor.

Repercusiones

La sensibilidad dental es un problema muy fastidioso que termina por afectar la vida de quienes la sufren. En primer lugar, las personas con ella tienden a evitar los estímulos que la producen. Por lo que la mayoría deja de consumir alimentos y bebidas de su agrado. 

Sin embargo, lo más importante para los especialistas pasa cuando los pacientes con sensibilidad dental tienen una peor higiene bucal a causa del dolor que sufren cuando la realizan.

Tratamiento de la sensibilidad dental:

Contar con un cepillo específico para sensibilidad dental, con filamentos extra suaves para así realizar la limpieza delicada, utilizando una adecuada técnica de cepillado.  Asimismo con una pasta dentífrica o gel no abrasivos y colutorios con principios activos para combatir a la sensibilidad en los dientes. 

En caso de que medidas ambulatorias no logren reducir o eliminar por completa la sensibilidad dental, se realizarán tratamientos en clínica como la aplicación de geles desensibilizantes, resinas adhesivas para sellar los túbulos o injertos de encía para cubrir las recesiones.

Consejos para combatirla

  • Después de haber consumido alimentos o bebidas ácidas, deberás dejar pasar un tiempo de aproximadamente cinco minutos, antes de empezar el cepillado para que la saliva pueda neutralizar el pH ácido y el esmalte no esté reblandecido en el momento, reduciendo así su desgaste. Además consumir alimentos que contrarresten el efecto erosivo sobre el esmalte como la leche o el queso, entre otros.
  • Hacer uso de cepillos específicos para sensibilidad dental. Estos contienen  filamentos de extremos redondeados y texturizados para no dañar dientes y encías. No debes presionar demasiado durante el cepillado. Usar pastas dentífricas poco abrasivas. 
  • No usar inapropiadamente los palillos dentales. Existen elementos de higiene interproximal que cuidan los dientes y las encías.