Siempre se ha dicho que si un restaurante cerraba por 20 días, corría peligro de quebrar y lo cierto es que con la pandemia, en Perú ya vamos a cumplir un año cerrados y no sé cómo estamos resistiendo tanto, no tengo la menor idea.
Esta última cuarentena se extendió en su momento por una serie de factores y no se trata de un preámbulo de decir que el gobierno no tiene idea, esto también es en parte responsabilidad de todos los peruanos y del mundo en general.
Se trata un poco también de la irresponsabilidad, porque se tiene la idea de que este virus ataca a gente mayor, con diabetes u otros padecimientos y aquellos que no están en ese grupo, no se cuidan. Usan mal la mascarilla, se ríen con furia, es decir, hay un grueso de la gente a la que no le importa el resto. Saben que no van a morir, entonces siguen con sus vidas, sin embargo, todos hemos perdido a alguien muy cercano.
Esto nos ayuda a explicar por qué estamos así, hasta dónde hemos llegado. Si la gente fuera un poco más responsable con sus cuidados, podríamos evitar tantas cosas. Corro todos los días por el malecón y al menos 40% de las personas que veo corriendo, usan mal la mascarilla.
Es la actitud mezquina de mucha gente, eso provoca la segunda ola, porque no bastó una primera y quién sabe si haya una tercera, entonces el gobierno toma cartas en el asunto, pero va al límite y no deja respirar, siendo el sector gastronómico uno de los más afectados al no tener tanto apoyo.
Días atrás salió en Gestión una nota sobre la situación que están pasando los restaurantes y mucha gente atacó a Virgilio Martínez, pero no solo es eso, sino que el mismo restaurante de Virgilio podría cerrar aquí.
Se le menciona en la nota porque es parte de los personajes reconocidos de la gastronomía en Perú, como es el caso de Doña Grimanesa con sus anticuchos, de Virgilio, de Juan Talledo y su Caja China que es la mejor que se puede comer en el país.
Todos ellos, arriba, abajo, izquierda o derecha, todos estamos pasando por un momento bien difícil. Yo sé que hay otras prioridades, pero hay mucha gente que depende de esto y si no logramos estabilizarnos, vamos a tener que salir a las calles y buscar otras cosas.
Importancia del sector gastronómico
Siento que se desconoce la importancia del sector gastronómico en el Perú, que se toma como si fuese algo más frívolo y no es así. Creo que durante los primeros cuatro meses de la pandemia, sobrevivimos a un encierro brutal que no se vivió en ninguna otra parte del mundo y lo único que nos hizo pasarla bien fue cocinar en casa.
Todos los cocineros que yo conozco compartieron algo, incluyéndome, compartí contenido y me di cuenta de la voracidad de la gente por querer cocinar en casa para comer bien, era la necesidad que se tenía por estar encerrados.
Decir o dar a entender que la cocina es algo frívolo me parece muy mezquino. Es como decir que no se te ha inflado el pecho durante tantos años en los que la gastronomía nos ha hecho destacar y que esta tiene una cadena importante detrás de vender un plato.
Me duele que no se reconozca a la cocina peruana como el estandarte, como ese orgullo que sentimos por ser peruanos. No se trata de decir solamente que la gastronomía peruana es la mejor del mundo, sino lo que ocasiona eso, vivir feliz, invertir por tu país, entregar tu trabajo por el Perú.
¿Cuál es ese motorcito que lo mueve? No solo la familia, sino la gastronomía que ha hecho que mejoremos como país. Entonces, no reconocer la incalculable ayuda de la gastronomía es muy mezquino.
Crisis
Todos los que cocinan y que encuentran en la cocina un medio de subsistencia, todos están pasando por una crisis muy grave. Todos son empresarios, pequeñitos y grandes.
Mucha gente se queda con una deuda gigante que van a demorar años en pagar. No se trata de perder un puesto de trabajo, la gente se está quedando muy endeudada e imaginan que se recuperarán en 10 años.
Además de esto, se genera una situación económica grave y un desaliento con tantas palabras con muy poca empatía. Virgilio Martínez, por ejemplo tiene un restaurante en Cusco, en Lima, son tres grupos de personas que él tiene que sostener en todo este tiempo.
Ahí personifico lo que le ocurre a todos los grandes y los pequeños restaurantes que tuvieron que vender todo, trabajó y perdió todos sus ahorros durante esta pandemia que tanto afecta al sector gastronómico del Perú.
Mi principal pedido es a la gente, a quienes reconocen la gastronomía y a quienes no lo hacen. No hacerlo es tratar de tapar el son con un dedo, tratar de ocultar lo que la gastronomía ha hecho por el país y que quizá no han hecho los gobernantes o la política y se trata de visibilizar a los pequeños productores.
Logros de la gastronomía del Perú
Hemos logrado que el sector papero, que es uno de los sectores más abandonados, se reivindicara, antes estas papas no costaban nada, ahora se exporta la papa nativa. Hay 10 exportadores de papa a 10 países.
El pequeño productor de papa se visibilizó y mucha gente se interesó por ellos y están exportando. Si te sientes orgulloso o no de la gastronomía del país, tienes que saber eso, son cosas que no se pueden negar. Nadie puede decir que no sucedió, pues pareciera que se olvidaron de esto.
Necesitamos mucha reactivación del gobierno, porque al apoyar a un restaurante, apoyas a una cadena que acaba en una familia en Ayacucho que produce papas, habas, choclo.
Comemos, vivimos, respiramos cocina, eso somos los peruanos. No se trata de parar un rato de darnos placer porque puedes dártelo en otro momento, se trata de darle importancia, atención, a la cocina, de reactivar la cadena.
Este es mi pedido al gobierno, además del reconocimiento que no se le está dando a la cocina del Perú, al sector gastronómico durante esta pandemia, es que la gente compre a los pequeños restaurantes y a las marcas creadas aquí.