Si bien es cierto, los cachorros no nacen sabiendo hacer sus necesidades en un único lugar, ni a la hora adecuada, a diferencia de los gatos, también es cierto que los dueños son los encargados de enseñarles cómo pueden hacerlo y para esto se recomienda mucha paciencia.
Todos los perros se caracterizan por tener un instinto canino, que les permite orientarse en cualquier lugar o también prever algunas acciones que están a punto de pasar. Es precisamente este «instinto» el que utilizan también para aprender a orinar, pero con ayuda de su dueño.
Cachorros y el control de orina
Para empezar, se les debe colocar cualquier clase de papel en el sitio donde se quiere que la mascota realice sus necesidades, este lugar debe estar lo más lejos posible, tanto, de su comida, como de su cama.
Hay algunos canes que eligen por sí mismos el lugar donde sueltan sus esfínteres, si ese es el caso, pues se debe colocar el papel en ese lugar para que solo lo haga ahí.
Cada vez que se pueda, es bueno que como dueños vigilemos que el cachorro se porte bien. Si este hace lo que uno quiere o le pide, es bueno que reciba una recompensa, desde una caricia hasta una galleta para perros, para que sepa que lo que hizo es correcto.
Uno de los síntomas más claros de que tu engreído está avisando que tiene ganas de hacer alguna de sus necesidades, es cuando comienza a intentar excavar el piso con su hocico y gira persiguiendo su propia cola.
Horario de paseo
El perro tendrá ganas de hacer sus necesidades, habitualmente, después de cada comida, al despertarse y después de jugar, por eso cuando comience a salir se irá acostumbrando poco a poco al horario en el que se debe ocupar.
Por eso el horario en el que se pasea al engreído del hogar, debe ser siempre parecido, por ejemplo, si ya se acostumbró a salir por las mañanas y por las noches pues es necesario repetir siempre el mismo estilo de vida.
Este control se debe ver efectuado a los 3 o, como máximo 4 meses después de enseñarle de la manera correcta, si esto no es así es necesario consultarlo con un veterinario.
Problemas con los esfínteres
Hay algunos casos en los que la educación urinaria no avanza adecuadamente, esto puede deberse a una infección renal, esto va acompañado de otros síntomas como decaimiento, fiebre o inapetencia. Esto quiere decir que su falta de control al momento de orinar, no tiene nada que ver con su conducta, sino que está mal de salud.
Por otro lado, siempre se le deben poner normas claras y concisas para que pueda entenderlas. Por ejemplo, si se quiere que usen un solo sitio para hacer sus necesidades no debemos dejar que lo hagan en otro lugar. Si esto ocurre, tan solo por una vez, el perro interpretará como que está bien hacerlo así y será muy difícil que se le pueda corregir.