Cada 18 de junio se celebra el ‘Día Mundial del Picnic’, una fecha que invita a reconectarse con la naturaleza a través de una práctica tan simple como placentera: comer al aire libre. Aunque parece una actividad espontánea, lograr que sea cómoda y funcional requiere más que solo extender una manta. ¿Qué elementos no deben faltar en un picnic bien organizado?
Lo esencial antes de salir
Todo comienza con una buena manta. Debe ser amplia, resistente y preferiblemente impermeable en la base, para aislar la humedad del suelo. También es útil llevar cojines livianos o respaldos portátiles, sobre todo si se planea permanecer varias horas. Si el lugar elegido no cuenta con sombra natural, es recomendable sumar una sombrilla o toldo ligero.
El transporte de los alimentos también requiere previsión. Aunque las canastas tradicionales siguen vigentes, muchas personas optan por mochilas térmicas o cajas organizadoras. Estas opciones permiten mantener la temperatura, evitar derrames y ordenar los utensilios. Una pequeña tabla rígida puede servir como superficie para cortar, servir o incluso como base para las bebidas.

Alimentos sencillos y seguros para compartir
Una de las claves del picnic exitoso es elegir comida práctica, que no se altere fácilmente por el calor. Se recomiendan:
- Sándwiches, wraps o mini quiches
- Frutas frescas cortadas
- Frutos secos, galletas o panecillos
- Bebidas frías en botellas reutilizables o termos
Es preferible evitar productos que requieran refrigeración constante, como embutidos, mayonesas o postres que se derriten con facilidad. Empacar porciones individuales ayuda a mantener el orden y facilita el consumo.
No deben faltar utensilios reutilizables: cubiertos, platos, vasos y servilletas de tela o papel reciclado. También se debe llevar una bolsa para la basura, gel antibacterial, bloqueador solar y repelente de insectos. Estos detalles, aunque pequeños, garantizan una experiencia cómoda, segura y responsable con el entorno.
Actividades y elementos que enriquecen la salida
El picnic no solo gira en torno a la comida. También es una oportunidad para leer, escuchar música, jugar cartas o simplemente descansar. Algunos objetos útiles para complementar la experiencia son libros, parlantes portátiles o cámaras instantáneas. Si se asiste con niños, es buena idea llevar juguetes ligeros, burbujas o pelotas que promuevan la interacción y el juego al aire libre.

Además de los elementos de ocio, conviene pensar en la duración y condiciones del entorno. Una manta o abrigo adicional será útil si el clima cambia o se extiende la estadía. Para un picnic nocturno, una linterna pequeña aporta luz sin incomodar. La elección del lugar también influye: espacios limpios, seguros y con acceso a baños mejoran la calidad del encuentro.