Luego de empezar a hacer ejercicio es normal sentir dolor muscular. Esto se debe a que los músculos no están acostumbrados y sufren pequeñas lesiones, las cuales generan molestias.
Sin embargo, esto no es excusa para dejar la rutina, por el contrario, mientras más ejercicio realices, a largo plazo el dolor va a ser menor. Te dejamos 4 recomendaciones que debes de tener en cuenta para prevenir el dolor muscular, y si ya lo tienes, qué puedes hacer para lidiar con él.
1. Aumenta la intensidad progresivamente
La intensidad de los ejercicios se debe aumentar progresivamente para darle al cuerpo tiempo de acostumbrarse y recuperarse. Esto cuenta para todos los ejercicios. La intensidad debe estar acompañada por objetivos y un plazo de tiempo realista.
2. Escucha a tu cuerpo
Todas las personas tienen un cuerpo diferente, por lo que no está bien compararse con el de los demás. Si se realizan los ejercicios en grupos o con amigos, siempre tener en consideración que no todos son iguales y que cada uno se debe tomar su tiempo.
3. No utilizar el dolor como excusa para dejar el ejercicio
Diversos estudios científicos han demostrado que los músculos se recuperan más rápidamente cuando están en constante movimiento. Sin embargo, si después de hacer ejercicio se descansa por varios días, el dolor va a regresar.
Si hay dolor muscular, se puede optar por una rutina de menor intensidad o por realizar un poco de cardio para que los músculos se acostumbren a la actividad física.
4. Realiza rutinas de estiramiento
Después de realizar una rutina de ejercicios exigente, es necesario hacer estiramientos para relajar los músculos y que se puedan recuperar de la forma ideal. Esto también es ideal ejecutarlo antes de dormir para que durante la noche se puedan reparar.
¿Cómo lidiar con el dolor muscular?
- Descansa, pero sin dejar de hacer ejercicio: Es por esto que es importante alternar rutinas. Si se realizan ejercicios de piernas un día, al día siguiente se pueden hacer brazos o abdomen. De esta manera le das al cuerpo el tiempo necesario para recuperarse.
- El calor ayuda a los músculos a oxigenarse mejor y genera una buena circulación de sangre, por lo que se recuperan rápidamente. Se pueden aplicar compresas calientes sobre la zona adolorida o una ducha caliente.
- La comida también tiene un papel muy importante en la recuperación de los músculos. Luego de las rutinas de ejercicio, es recomendable una comida alta en proteínas y carbohidratos. Estos son necesarios para reparar el daño y para poder reponer la energía usada durante la rutina.