Al gato se lo conoce por ser un animal que se asea propiamente, pues es parte de su naturaleza. Sin embargo, no debemos olvidar que hay elementos de la higiene que necesitan ser atendidos estrictamente por el dueño responsable.
Entre las medidas de limpieza gatuna, se deben deben analizar aspectos externos como su pelaje, uñas, arenero, limpieza dental, entre otros. Además, es importante conocer cada cuánto tiempo y de qué manera se debe bañar a un gato.
1. Baño
Aproximadamente, se debe bañar a un gato cada 2 a 3 meses o en ciertas circunstancias donde el felino se haya ensuciado. La temperatura del agua debe ser tibia y tendrás que asegurarte que no ingrese a sus oídos. Una vez terminado el baño, limpia cuidadosamente sus oídos con toallas pequeñas y húmedas.
2. Cepillado
Se recomienda utilizar un cepillo que no tenga cerdas duras, pues la piel de estos animales suele ser sensible. Es importante acostumbrar a los gatos desde pequeños a recibir un cepillado cada 3 a 4 semanas. El cepillado no solo mantiene limpio al gato, sino también ayuda a detectar parásitos externos o lesiones en la piel.
3. No cortes sus uñas
Los mininos tienen la conducta habitual de afilar sus uñas para así marcar su territorio, ya que dejan signos de feromonas a través de sus patas. Otra razón para no cortarlas es que en la parte interna de la uña existe una vena que si se lastima, puede ocasionar una infección grave. Lo recomendable es que el gato posea su propio rascador.
4. Arenero
La colocación del arenero debe ser en una zona tranquila. Por su parte, la arena debe ser aglutinante (evita malos olores) y debe ser cambiada mensualmente. Este artículo también ayudará a examinar la salud del gato, pues se podrá observar alguna irregularidad en las heces y orina del gato que indiquen una afección.