Los estándares alimenticios comienzan a formarse desde el origen del proceso de alimentación complementaria (6 meses de edad). Teniendo como resultado, una influencia importante en el desarrollo cognitivo y físico de niños y adolescentes.
Carolina Núñez, especialista en Nutrición, explica que los niños y adolescentes requieren de vitaminas y minerales que potencien su desarrollo. Es aquí donde entra el huevo como un alimento fundamental que contiene los siguientes nutrientes: calcio, fósforo, hierro, potasio, yodo, zinc, entre otros.
Este alimento suele consumirse de manera habitual en la vida de las personas, pues tiene un agradable sabor, facilidad al masticar y puede ser elaborado de distintas formas.
«El huevo ya viene siendo parte de los desayunos de las familias peruanas, por qué no aprovechar su variedad de preparaciones y empezar a consumirlo como ponche. Preparación elaborada con la proteína del huevo, cereales andinos (alimentos que forman parte de los llamados «súper alimentos») y soya, pudiendo ser saborizado con vainilla o cacao. Este brinda la energía necesaria en el día a día y aportamos variedad a nuestros niños», añadió.
¿Cómo acompañar o complementar el huevo?
Por lo general, a la hora del desayuno algunas personas consumen huevo, en su mayoría frito, junto a una bebida en especial; pero ¿Cómo podemos acompañar el huevo para el almuerzo o la cena?
Una respuesta a esta interrogante es el fiambre. Este alimento parecido al jamón, es hecho a base de proteína animal. Es una alternativa económica para reemplazar a la carne de res, pollo o si deseamos dar variedad a nuestros platillos. Asimismo, forma un excelente complemento alimenticio con: frijoles, guisos, lentejas, pallares, tallarines rojos, entre otros.
En la situación actual que nos encontramos, la nutrición se ha posicionado como una obligación primordial. Conocer nuevas alternativas es importante para el desarrollo de niños y adolescentes, pues esto va a permitir que la alimentación pueda variar y no lograr aburrirlos.