Mario Vargas Llosa ha construido una de las trayectorias literarias más sólidas de la literatura hispanoamericana. Con una obra que abarca más de seis décadas, el escritor peruano no solo ha explorado diversos estilos y géneros, sino también los aspectos más profundos de la sociedad, la política y la condición humana. Para quienes desean iniciarse en su literatura, hay títulos imprescindibles que permiten entender la evolución de su pensamiento y estilo narrativo.
La ciudad y los perros (1963)
Esta novela marcó el debut literario de Vargas Llosa y revolucionó la narrativa peruana al retratar con crudeza la vida en el Colegio Militar Leoncio Prado. A través de una estructura fragmentada y múltiples voces narrativas, el autor logró exponer la violencia estructural y el autoritarismo de las instituciones castrenses.
Ganadora del Premio Biblioteca Breve, la novela también significó el inicio del llamado «Boom latinoamericano», en el que Vargas Llosa se consolidó como una figura central. Su estilo directo y su capacidad para explorar las tensiones sociales la convierten en una pieza clave para entender sus primeras preocupaciones literarias.

Conversación en La Catedral (1969)
Como figura clave de la literatura latinoamericana, la segunda novela de ficción de Vargas Llosa no defraudó. Ambiciosa y compleja, «Conversación en La Catedral» es considerada por muchos críticos como una de sus obras maestras. La estructura fragmentada, con constantes cambios de narrador, tiempos verbales y escenarios, exige una lectura activa, en la que el lector debe reconstruir los hechos para entender la magnitud de la descomposición social y moral que retrata.
La historia se sitúa en el Perú de los años cincuenta, durante la dictadura de Manuel A. Odría, y gira en torno a una conversación entre Santiago Zavala, un periodista desencantado, y Ambrosio, el antiguo chofer de su padre. A través de sus recuerdos, se expone un país corroído por la corrupción, la indiferencia y la represión. La famosa frase “¿En qué momento se había jodido el Perú?” resume el tono de la obra, que fue publicada justo un año después del golpe militar de 1968, en el que Velasco Alvarado derrocó al presidente Fernando Belaúnde Terry.

La tía Julia y el escribidor (1977)
Esta novela, una de las más entrañables y divertidas del autor, se inspira en un episodio de su propia vida: su polémico matrimonio con su tía política, Julia Urquidi, 11 años mayor que él. El escándalo familiar fue mayúsculo, pero Vargas Llosa lo convirtió en literatura con una mezcla de humor, ironía y ternura. En el relato, el joven protagonista, Mario, se enamora de la tía Julia mientras trabaja como redactor de noticias en una emisora de radio en Lima.
La historia se entrelaza con los delirantes relatos radiales del «escribidor» Pedro Camacho, un guionista boliviano que va perdiendo el juicio a medida que sus tramas se vuelven más absurdas. La novela es una celebración del amor juvenil, de la imaginación narrativa y de la Lima de los años cincuenta. Aunque el tono es más ligero que en sus novelas políticas, La tía Julia y el escribidor mantiene una crítica aguda al conservadurismo, al clasismo y a las convenciones sociales de la época.

La guerra del fin del mundo (1981)
Con esta novela, Vargas Llosa dio un giro hacia la ficción histórica y alcanzó, según muchos críticos, la madurez plena como escritor. La historia se basa en la Guerra de Canudos, una insurrección ocurrida en Brasil a fines del siglo XIX, liderada por el líder religioso Antonio Conselheiro. La rebelión enfrentó a miles de campesinos pobres contra el ejército de la recién proclamada república brasileña, y culminó en una masacre brutal.
El autor recrea el conflicto con una ambición épica, multiplicando las voces narrativas: soldados, religiosos, prostitutas, periodistas, campesinos, bandidos e intelectuales cruzan sus caminos en una historia donde chocan la razón ilustrada y la fe ciega. El resultado es una obra monumental que no solo retrata una guerra civil, sino también una lucha ideológica entre tradición y modernidad.

La Fiesta del Chivo (2000)
Cuando muchos pensaban que lo mejor de su obra había quedado atrás, Vargas Llosa sorprendió con La fiesta del Chivo, una novela que lo devolvió con fuerza a sus grandes temas: el poder, el miedo, la dictadura. En este caso, el escenario es la República Dominicana bajo el régimen de Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernó con mano de hierro entre 1930 y 1961. La historia está construida a partir de una rigurosa investigación documental.
La trama se centra en Urania Cabral, hija de un exfuncionario del dictador, que regresa a Santo Domingo tras décadas de exilio. Su mirada personal y crítica se combina con la reconstrucción de los últimos días del tirano, y permite explorar tanto el trauma personal como la herida colectiva de una sociedad sometida. La novela denuncia la complicidad de sectores sociales como la iglesia, el ejército y las élites, y revela cómo el miedo puede diluir la responsabilidad individual. Es, sin duda, una de las novelas más potentes del autor en el siglo XXI.
