Kitty Spencer apareció públicamente por primera vez en la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en el 2018, en donde dejó a todos cautivados por su belleza. Algunos no sabían muy bien de quién se trataba, rápidamente la prensa se encargó de comunicar que era la sobrina de la princesa Diana.
Producto del matrimonio entre Charles Spencer, hermano menor de Diana, y la modelo Victoria Lockwood, Kitty nació en 1990 en Londres. No pertenece a la realeza británica, no tiene ningún título, pero sí tiene una relación muy cercana con sus primos hermanos William y Harry.
En 1997 su familia optó por dejar Inglaterra y mudarse a Sudáfrica para vivir ahí, debido a que ese año fue muy polémico y la prensa inglesa seguía muy de cerca a toda la familia de la princesa Diana. Ese fue el mismo año que acabó con su vida en un accidente automovilístico que muchos califican como un atentado.
Es así como Kitty Spencer creció alejada de las cámaras, rodeada de la naturaleza y animales propios del país africano. Empezó a estudiar Psicología pero terminó graduándose en Ciencias Políticas y Literatura Inglesa, en Sudáfrica. A los 23 años volvió a Londres donde realizó una maestría en Administración y luego en Florencia otra en Historia del Arte.
Al mismo tiempo que estudiaba, empezó a trabajar como modelo. Gracias a su belleza y carisma, ha tenido la oportunidad de desfilar en la Semana de la Moda en París y Milán, y es una de las imágenes principales de marcas como Dolce & Gabanna y Bvlgari.
‘La princesa del pueblo’
Ha dedicado muchos años de su vida a apoyar causas y organizaciones benéficas, apoyar a los más pobres, personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, los animales y la naturaleza.
En los últimos años, con el creciente número de sus seguidores en redes sociales, ya es considerada como una influencer, pero ella comenta: «Si soy algún tipo de influencer, me gusta pensar que es de esa parte social. Toda mi familia colabora con entidades sociales. Y es algo que también me gustaría inculcar a mis hijos».
Esto ha llevado a que la prensa inglesa le ponga el mismo apodo que a su tía Lady Di: «La princesa del pueblo», ya que ella también tiene mucho interés en las causas sociales.