Ante el avance de las vacunas contra la COVID-19, han surgido dos grupos de personas: los que están ansiosos por inmunizarse y los que esperan con incertidumbre la llegada de su turno. Con respeto a lo segundo, estos suelen presentar tripanofobia, es decir, miedo hacia las agujas e inyecciones.
Con el pasar de los meses, se ha escuchado todo tipo de noticias acerca de las vacunas. La sobrecarga de información y las contradictorias posturas, han provocado que algunas personas padezcan de ansiedad. Por ende, la psicóloga española Laura Palomares, del Centro de Avance Psicólogos, menciona algunos consejos a seguir.
1. Información fiable
Lo ideal es consultar con tu médico de cabecera o con fuentes médicas fiables. Eso sí, cuando conozcas todos los datos necesarios no trates de sobrecargarte de información, pues aquello es el primer paso a la ansiedad. Quédate tranquilo con lo que sabes.
2. Comprender el origen
En el ámbito cognitivo, es importante conocer y comprender el origen de esos temores. Tus familiares y amigos serán un gran soporte mental para tratar de entender que solo son pensamientos obsesivos y que aunque los imagines, no se volverán una realidad.
3. La inyección
Después de haber sido vacunado, procura no inspeccionarte de manera minuciosa, no estés tomándote la presión, la temperatura o preguntando cómo te vez a cada momento. Sencillamente, sigue con las indicaciones brindadas por el centro de salud donde te hayas inmunizado.
4. Se consciente de las ventajas
Debes ser consciente de las ventajas que te otorgará la vacuna a largo plazo. Una de ellas, la más importante, es que podrás volver a pasar momentos tranquilos con los tuyos. Asimismo, practicarás la solidaridad con los demás, contribuyendo a erradicar con este virus.