Sentir soledad después del divorcio es completamente normal. La separación hace aflorar sentimientos como el dolor, rabia, impotencia, frustración, tristeza, miedo y ansiedad; sobre todo si se tienen hijos pequeños. Por ello, es muy importante aprender a manejar este proceso para evitar cuadros severos de depresión.
La psicóloga Carmen Bravo de Rueda, de la Clínica Ricardo Palma, explica que todo cambio en la vida necesita un tiempo de adaptación y de aceptación.
Algunas personas a los 6 meses pueden superar el dolor inicial y se encuentran ajustándose a su nuevo estilo de vida, aunque todavía no estén listas para iniciar otra relación. Otras, en cambio, necesitan más tiempo.
“Si la pena y el sentimiento de soledad continúan después de un año, es conveniente buscar el apoyo psicoterapéutico”, advierte la especialista tras señalar que es muy importante aprender a recuperarse de situaciones complicadas y seguir avanzando hacia el futuro. La vida continúa después de un divorcio y hay que disfrutarla.
Claves para afrontar la soledad tras el divorcio
1. Aceptación. Si piensas en lo que pudo ser o en lo que fue, no vas a empezar a vivir el presente y no vas a apreciar las posibilidades del futuro.
2. Busca nuevos intereses. Eso distraerá tu atención. Adquiere un pasatiempo, inscríbete en el gimnasio, matricúlate en un curso, entre otras actividades que te diviertan.
3. No intentes iniciar rápidamente otra relación, esto puede llevarte a cometer errores. Es importante que vivas tu duelo y te tomes un tiempo para curar las heridas. Usa esta etapa para analizar los errores y aciertos de tu relación pasada.
4. Socializa con amistades; ya sea por WhatsApp, Zoom o cualquier red social, el hecho de hablar con terceros te hará sentir en compañía y te darás cuenta que no eres la única persona que ha pasado por esa situación y otras lo han superado.
5. No descuides a tu familia. Muchas veces los padres se centran en su conflicto y en su dolor y descuidan a los hijos. Para ellos, la separación también puede resultar sumamente compleja, en especial, si la figura que parte es muy activa en la crianza.
Las rupturas son algo natural. En un principio habrá días buenos y otros, no tanto; sin embargo, esto no es excusa para vivir aislado y amargado. Mira el futuro con optimismo y da vuelta a la página de manera saludable.