El Señor de los Milagros, Señor de Pachacamilla, Cristo Morado, Cristo de las Maravillas o Señor de los Temblores volvió a las calles del Centro de Lima tras dos largos años de una dura pandemia.
Octubre es uno de los meses más esperados por los peruanos, la procesión es de mucha importancia para varias personas devotas. Y es que resulta impactante cuando tienes a su imágen tan cerca que puedes sentirla.
En esta oportunidad, Magacín 247 conversó con Victor Lazo Rusffasce, secretario de la 4ta Cuadrilla HSMN, para que nos cuente su experiencia espiritual desde un punto de vista más cercano.
Desde los 18 años en la cuadrilla
Al momento de cumplir los 18 años, Victor tomó la decisión de formar parte de esta cuadrilla. En ese momento sabía que era lo correcto y lo más importante, sintió que el Cristo Moreno lo llamaba a servir.
«Yo tengo 18 años en la Hermandad del Señor de los Milagros de las Nazarenas y 12 años como dirigente de mi cuadrilla«. Esta ardua labor no le es impedimento para poder trabajar y estudiar.
«Trabajo en una empresa que vende todo lo que es cámaras de seguridad, estoy en la Universidad estudiando negocios internacionales, en el quinto ciclo y soy padre de familia», afirmó.
Bien es cierto que el hecho de pertenecer a esta hermandad demanda mucho tiempo, en especial en Octubre. Sin embargo, Victor hace todo lo posible para que sus vaciones seán en este mes para que no tenga inconvenientes y siga haciendo lo que le apasiona.
Una tradición familiar
La manera en que Victor llegó a ser parte de esta hermandad fue en gran parte gracias a su familia, ya que en su mayoría han estado involucrados con el Señor de los Milagros y fue una buena influencia.
«Mi tío inició la tradición, este año cumple 48 años como cargador. Mi abuela tenía un puesto de anticuchos al frente del estadio nacional y su anhelo era que uno de sus hijos cargará el señor de los milagros» nos relata.
«Uno de sus clientes era de la cuarta cuadrilla, entonces la abuela le pidió que lo haga ingresar. Luego ingresó mi primo, que tiene 37 años en la hermandad, mi prima que este año cumplió 30 años como Cantora y el siguiente fui yo que yo tengo 18 años como cargador. Es una tradición familiar», menciona.
Su más grande inspiración fue su madre, ya que ella fue quien lo llevaba desde los ocho años a despedir al señor todos los primeros de noviembres. De esta manera se familiriazó aún más con esta tradición.
La fe no va con la tecnología
Con el paso de los años hemos denotado que la tecnología ha ido evolucionando, abriendo paso a un ligero vicio que es el teléfono. De acuerdo con Victor se encuentra un poco decepcionado, ya que actualmente se ven más personas grabando con el celular que aprovechando el momento.
«El año pasado comencé a renegar, porque ahora veo un montón de celulares. Se ha perdido eso, la fe no va con la tecnología. Hay muchas personas que están cerca y graban, yo prefiero orar» sentenció.
Octubre es el mejor mes
A pesar de que este mes es dónde se deben hacer más preparativos y estar al tanto de cómo se lleva a cabo la procesión. Victor revela que siempre espera con ansias octubre, para volver a ver a aquellas personas devotas del extranjero que vuelven por el Señor de los Milagros.
«Nosotros somos 184 hermanos en la cuadrilla, pero el 18 de octubre nos encontramos los 184. Viene gente de España, de Estados Unidos para cargar al señor y ese día nos encontramos todos. Imagínate la emoción»
Cabe resaltar que uno de los aspectos con los que batalla Victor es el hecho de tener que ser un modelo a seguir. Ya que hay personas que tienen el pensamiento que al ser parte de la hermandad no debes hacer esto, no debes hacer aquello. Victor afirma que su labor principal es ser un buen católico.
«No soy un Santo, por pertenecer a la hermandad, no significa que yo me voy a ir al cielo directamente, tengo que cumplir como buen católico, los mandamientos del señor y todas las leyes de la Iglesia católica»
Un sentimiento increíble
Uno de los momentos que para él son importantes es cuando llega la hora de cargar al Cristo Moreno. Además, al igual que muchos creyentes, en todo el recorrido habla con el Señor dándole gracias.
«Me siento esté en el cielo, me siento agradecido, yo cargo en la parte de atrás del señor yo levanto mi rostro, mi cara y siempre veo a la Virgen, cuando voy cargando le voy hablando, apóyame con esto, este familiar está mal, ayúdame» relató.
Un milagro que le sucedió a Victor fue el primero de noviembre del 2019, con todo su corazón le pidió al Señor que le diera un hijo. «Le pedía quiero ser papá y el señor durante todo este tiempo que cumplió porque ya soy papá desde este año. El mejor milagro en mi vida son mis hijos» recordó.
Su sueño cumplido
Toda esta aventura que aún no termina para Victor es uno de los sueños cumplidos en su vida. Ya que desde muy pequeño estuvo vinculado con el Señor de los Milagros y era una meta para él formar parte de la cuadrilla y ser poder cargarlo.
«Cuando postulé me sentía con la necesidad de entrar y cumplir mi sueño desde niño era cargar al señor de los milagros». Por otro lado, la pandemia fue una etapa dura para muchos, en este caso, Victor pudo sentir más al señor en estos tiempos difíciles.
«Sentí más al señor Durante la pandemia, yo no sabía lo que era rezar el Rosario, aprendí a hacerlo. Me dio covid, pero el cuarto día me levanté, mis pulmones sanos, me levanto él»
Resulta muy impactante el hecho de poder apreciar al Señor de los Milagros en las procesiones, ya que esta imagen tiene un significado muy especial para muchas personas devotas.
«Te impacta amor sentimiento, o sea, te quedas impresionado a muchos los quiebra, no te voy a negar que el sábado, antes de cargar cuando lo tenías a cinco metros me quebré y le dije, gracias por llegar acá»
Victor resalta que el hecho de hablar del Señor de los Milagros, es hablar del Perú, él se siente muy orgulloso de ser parte de esta hermandad, cumpliendo su labor como dirigente y ayudando en lo que haga falta.